lunes, 17 de noviembre de 2008

Armas Blancas

Las armas de este ejército:

En líneas generales, el ejercito británico estaba tan bien equipado y armado como los mejores de Europa, aunque en ocasiones destacaba en unas cosas y fallaba en otras (al igual que sus homólogos.)

Armas blancas:

Bayonetas: Se distribuyeron junto a los rifles de ordenanza SMLE (Lee Enfield 1892, Modelo III) el modelo de 18 pulgadas (unos 46 cm) de hoja. Realizada en acero Totemham y cachas en madera de roble y de una forma determinada, se convertiría hasta la segunda guerra mundial en una estampa clásica. En líneas generales es un arma obsoleta y los asaltos usando exclusivamente la bayoneta desaparecerían a principio de la guerra.
Los sargentos disponían del llamado sable – bayoneta, una bayoneta con una cazoleta en el mango, sin embargo las necesidades de la guerra impedían fabricarlo y prácticamente no llegó a distribuirlas.
Uso en combate; a pesar de realizar entrenamientos exhaustivos (acuchillar preferentemente la garganta, la ingle, el pecho izquierdo de forma que extraiga la hoja sin peligro de que se quede trabada dentro del cuerpo enemigo) apenas tuvo impacto, siendo utilizada más como herramienta que como arma, por lo que su impacto fue más psicológico que real.
Espadas – sables: había dos modelos: El modelo Pattern / 1897 para oficiales de infantería y el modelo Pattern / 1912 para tropas de caballería. Eran más ó menos la misma arma, con la diferencia que el modelo de infantería medía 1,30 m y él de caballería 1,40 m. Ambas eran armas de hoja recta, doble filo, mango recubierto de cuero y cazoleta completa. Tenía un acabado niquelado y los modelos para oficiales solían tener un damasquinado, en la cazoleta y la empuñadura.
Las vainas eran metálicas, aunque existían modelos forrados en cuero, pues se suponía que su brillo delataba a los oficiales.
En líneas generales eran armas más de uniforme de gala que de uniforme de combate, su uso tanto en tropas como en oficiales fue decayendo a partir de diciembre de 1914.
Un problema que hubo al acabar la guerra, al retornar las tropas a casa y realizar los respectivos desfiles, los oficiales tuvieron dificultades para recuperar sus sables después de 4 años de conflicto.

Lanza: Era un arma de caballería, que desde su introducción en 1818 había aparecido y desaparecido a lo largo del siglo XIX (cambiando la denominación de diversos regimientos entre Dragones Ligeros y Lanceros sucesivamente.) se componía de una vara de 3 m de longitud de fresno ó bambú y punta prismática de 3 caras y tope redondeados, en acero niquelado para formar la lanza modelo 1885.
La lanza se completaba con un pendón bicolor (diferente para cada regimiento) y en el centro una bandolera enrollada de cuero para portar este arma.
Prácticamente su uso fue testimonial y hacia finales de 1914 dejaron de distribuirse entre las tropas. En los regimientos de lanceros, todos los soldados llevaban una lanza (no así los oficiales y los oficiales asimilados), mientras que en el resto de regimientos había una escuadra de batidores (sargentos y cabos) que encabezaba cada columna de caballería con una lanza.
Armas no reglamentarias ó reglamentarias solamente en nativos:
Espadas de oficiales: Muchos oficiales de origen noble empleaban sables y espadas propios diferentes de los modelos reglamentarios (bien por ser reliquias familiares, bien por ser capricho de sus dueños.)
Armas nativas reglamentarias: había gran variedad, pero por ejemplo, en regimientos escoceses existía la costumbre de llevar adosado al cinto que sujeta al kilt, una daga tradicional. Así como los suboficiales usaban la espada tradicional escocesa, con cazoleta recubriendo toda la mano. (Por lo menos los gaiteros y en el uniforme de gala.)
Los soldados de la india de religión Sij, por motivos religiosos además de sus turbantes y pulseras tenían que llevar una pequeña daga ceremonial. Mientras que los regimientos gurkas nepaleses equipaban a todos sus soldados con sus cuchillos tradicionales kukris.
Armas no reglamentarias: muchos soldados también llevaban sus propias navajas, más para cocinar ó comer que para el combate. Para las unidades de zapadores de asalto, había: Mazas, palas afiladas y hachas, para matar en silencio (siendo armas de tipo civil ó improvisadas).
En las divisiones canadienses, fueron reclutados indígenas y esquimales, los cuales llevaron en sus macutos diversos artefactos tradicionales como tomahawks y puñales.
Según algunas fotos, algunos soldados llevaban arcos y flechas así como ballestas, desconozco si son armas “improvisadas” de los zapadores de asalto, para matar en silencio ó simples excentricidades.

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