ELOGIO AL ESCEPTICISMO – I: EL PADRE GREGORIO RASPUTIN Ó “HABLA COMO CRISTO Y VIVE COMO DIOS.”
Esta historia, narrará a lo largo de los folios en que está plasmada, las acciones y opiniones contrastadas, así como la interacción y situación de los diferentes personajes que intervienen en ella, por lo que el autor a tratado de dar un sentido lo más objetivo posible y lo más alejado que le es posible de elementos paranormales y afirmaciones sin rigor científico alguno.
Para el lector, el autor recomienda en todo momento actuar con sentido escéptico de esta historia y de cualquier otra que intente explicar las andanzas de personajes de la calaña y la “jeta” como el que a continuación vamos a explicar.
Entiéndase por escepticismo, como el buen actuar en el ámbito del estudio riguroso de cualquier materia y nunca confiar en aquello que no pueda explicarse de forma razonada y demostrable con argumentos. Para aquellos temas en los que exista divergencia de opiniones, se espera del verdadero escéptico que: primero recoja todas las opiniones y segundo las confronte hasta descartar los argumentos más débiles a favor de los más rigurosos. Y para aquellos temas en los que no encuentre información, se le permite especular y desarrollar sus propias teorías, siempre que primero exponga los argumentos para defender dichas teorías y segundo invite al resto de estudiosos a rebatir ó a completar las teorías expuestas.
Para lo que paso a continuación a contar la historia de tan singular y “cara dura” personaje:
El origen histórico del personaje:
Origen geográfico:
Rasputín nace en el año de 1869 en la aldea de Pokrovskoye, en la gobernación de Tobolks (actualmente la oblast, distrito, de Tyumen) en Siberia, en una granja cerca del río Tura.
Antes de continuar hago el primer inciso de los muchos que haré a lo largo del presente trabajo; Siberia, esa basta y misteriosa tierra empieza a ser explorada y colonizada por el imperio ruso mediante la ocupación de cada janato y señorío musulmán a manos de comerciantes y cosacos bajo el estandarte de Iván el Terrible.
El motivo de esta expansión es fácil de entender, hacia occidente Rusia se encuentra con el imperio Polaco y las grandes potencias Europeas, que además controlan los mares y rutas comerciales, hacia el sur se encuentra el imperio otomano, lo suficientemente fuerte como para defenderse de Rusos y Polacos, por lo que la única salida es marchar hacia el oriente.
Sin embargo no es tan fácil, las bastas extensiones de tierras fértiles y ríos caudalosos están casi desiertas. Por lo que para que su conquista resulte económicamente rentable y política y estratégicamente viables deben ser repobladas cuanto antes.
Por lo que se usaran dos métodos para lograr una colonización rápida:
Colonización voluntaria: A los siervos sometidos a los caprichos de sus señores feudales, se les ofrece la posibilidad de ser libres y cultivar sus propias tierras si aceptan emigrar e instalarse en las nuevas tierras. Soportando eso sí los peligros e incomodidades de asentarse en las nuevas tierras vírgenes.
Colonización forzada: Decenas de miles de prisioneros, desde el siglo XVI y hasta el siglo XX. Tanto por motivos políticos como por motivos comunes son deportados (tanto en régimen de internamiento como en régimen de libertad condicional) a las nuevas tierras.
Y efectivamente miles y miles de rusos aceptan ó son forzados a ello, a emigrar a estas tierras, entre ellos la familia Rasputin.
Sobre Tobolks, podemos decir de su historia lo siguiente: Su capital, del mismo nombre, fue la capital administrativa de Siberia hasta que en el siglo XIX al alcanzar el Océano Pacífico, se optó por la ciudad de Omsk, por estar más en el centro.
La capital fue fundada en el siglo XVI y en la época de Rasputin contaba con un teatro, una escuela y el primer periódico impreso en Siberia, que se editaba en esta ciudad. Su visitante más ilustre fue el Zar Nicolas II, pues su primer encierro después de la revolución rusa fue en esta ciudad, alojándose en el antiguo palacio de los gobernadores.
Respecto a la aldea de Pokrovskoye, era el típico pueblo de frontera del siglo XVII. Fundado en el único vado desde donde se puede cruzar el río Tura, con dos calles en cruz, una iglesia en el centro y una pequeña prisión política.
A lo largo de los siglos aparece nombrada como lugar de paso por Dostoyeski y Radishchev. Fue uno de los diferentes lugares de deportación de los Decembristas reprimidos, también ya en el siglo XX fue visitada por la familia imperial en su último viaje oficial a Siberia.
Finalmente, durante la revolución Rusa, el obispo Hermogenes, fue encarcelado primero y ahogado en el río después por los Bolcheviques. (Este metropolitano de San Petersburgo, se le supone que fue uno de los posibles responsables que Rasputin llegara hasta la Zarina; ya que vio en él a un aliado contra la occidentalización, a la que se oponía en cuerpo y alma, de Rusia. Más tarde se tornó en un enemigo de Rasputin, cuando presumiblemente prescindió de él y obtuvo favores de la familia imperial sin compartirlos con su antiguo protector. Actualmente, este obispo es adorado en la iglesia Ortodoxa Rusa como un Santo).
Origen familiar:
Rasputin, nace con el nombre de Grigori Yefímovich Rasputin, el 10 de Enero de 1869 (aunque algunas fuentes sitúan este acontecimiento entre 1863 y 1875).
Su padre: Yefim Iakovlevich Rasputin, había sido cochero del servicio imperial de correos, hasta que fruto de su afición al Vodka perdió un caballo (según declaraciones de la Biografía de Rasputín, escrita por su hija María) ó lo robo para costearse la bebida (según los testimonios recogidos por periodistas independientes muchos años después en su aldea natal). En todo caso fue condenado por ello a prisión, pero a los tres años se benefició de una amnistía a cambio de desplazarse con toda su familia a Siberia, cosa que hicieron.
Su madre: Anna Vasilievna, es de la que menos información tenemos, a parte de su nombre y de su condición de ama de casa.
Hermanos: tubo que se sepa tres, uno mayor Dimitri (del que se dice que era epiléptico, al parecer un día jugando junto al río ó junto a una charca cayó al agua y ó bien se ahogó ó bien fue salvado por un caminante que pasaba por ahí, junto a Rasputín que se había tirado al agua para intentar salvarle. Según esta última versión, el hermano se salvaría pero moriría pocas semanas después víctima de una pulmonía. Echo que le marcaría toda la vida y por el que llamaría a su hijo varón Dimitri) otro hermano menor llamado Mijail y la hermana menor llamada María.
Poco más se sabe de su familia y que fue de ellos, pero lo que podemos recoger contrastado por diversas fuentes es lo siguiente:
La situación económica de la familia era relativamente desahogada, puesto que eran propietarios de sus propias tierras y de una granja familiar lo bastante grande como para que cada hijo tuviese su propia habitación, al tiempo que disponían de diversos cuartos y estancias. También, la familia era dueña de diversos animales, aperos para la agricultura y carretas a caballo para los desplazamientos. Lo que en la Rusia de finales del siglo XIX constituía un buen capital.
La situación social de la familia era también buena, el padre tenía cierta fama de hombre parlanchín y que hablaba de cualquier tema con cualquiera que quisiese hacerlo, lo que le hacía un tertuliano en las fiestas de los pueblos regadas con vodka. Su hijo Rasputin, heredaría de él esta labia y por lo menos de cara al público un carácter bonachón y afable de típico campesino Ruso.
El nivel cultural era curiosamente bueno, al haber sido funcionario público, el padre sabia leer y escribir y trató que el resto de sus hijos aprendieran a leer, aunque nunca tubo posibilidades de enviarles a la escuela. Sin embargo, Rasputin nunca hizo el menor caso y salvo unos trazos con macarrónica caligrafía no era capaz de algo más.
Infancia y juventud:
Rasputin, como hemos visto antes, no es ni mejor ni peor que cualquier chico de su edad, transcurriendo su infancia entre los campos y los bosques de la Siberia central. Pero pronto aparecerían dos características que le marcarán para toda su vida:
1º. – Su profundo odio al trabajo físico y lo que suponga esfuerzo: Desde niño huye, siempre que puede de cualquier tarea encomendada, refugiándose en el bosque (muchos vecinos pensaban que se educaba medio salvajemente). Las faenas agrícolas son especialmente odiadas por él, así como el ejercicio de la lectura y la escritura.
Cuando se le recrimina esta actitud, siempre recurre a la excusa religiosa, el único libro que hay en casa son las sagradas escrituras en versión Ortodoxa y por ello se dedica al rezo (ó a balbucear algo parecido a oraciones). Pero donde más destacan sus dotes personales, es a la interpretación de figuras religiosas a las que estaba acostumbrado a ver en la iglesia de la aldea.
2º. – Su afición a engañar al prójimo: De sus dotes de aprender a imitar a los demás personajes, desarrolló la capacidad de por ejemplo imitar los ataques epilépticos de su hermano (cosa que le seria muy útil posteriormente durante sus supuestos delirios místicos) con lo que obtiene una buena excusa para escurrir el bulto y escabullirse de cualquier faena. Otra cosa que hace bastante bien, es aprovecharse de la ignorancia de sus vecinos; Rasputín aprendió de su padre el cuidado de animales (en especial de los caballos) así como el arte del rastreo. Así que delante de los vecinos aparentaba con éxito que hablaba con los animales ó que lograba curaciones milagrosas de animales enfermos.
En cierta ocasión, un vecino tenía un problema puesto que le habían robado un animal, el joven Rasputin fingiendo que estaba en trance, indicó ante la muchedumbre quien era el culpable y efectivamente el animal robado estaba en la cuadra.
Debido a sus conocimientos sobre animales y rastreo, surgirán acusaciones de cuatrerismo (ó robo de ganado). Pero antes de acusarle en falso prefiero explicarlo dándole el beneficio de la duda.
En Siberia, los ganados vacunos, caballar y ovinos, se crían salvajes durante la primavera y el verano y se guardan en establos durante el otoño, el problema surge a la hora de reconocer el ganado de cada uno, para lo cual existía la siguiente costumbre:
Al llegar la primavera, se liberaban en los montes y praderas cercanas los diferentes ganados, siendo a partir de entonces la única actividad del granjero al respecto recolectar la hierba suficiente para almacenarla en forma de paja para alimentar a sus ganados durante el invierno.
Al llegar el otoño, se ponían de acuerdo todos los habitantes de la aldea, para levantar un cercado y almacenar dentro de él cuantas cabezas pudiesen ser recolectadas (actividad en la que colaboraba todo el pueblo).
Al terminar la recogida, se elegía a un juez (normalmente un hombre de posición ó prestigio, el padre de Rasputín fue varias veces elegido. También solía serlo el pope de la aldea, el comandante del puesto de la gendarmería ó cualquier otro cargo cívico).
Este recolectaba de los diferentes propietarios de ganados las cuentas (las cabezas de ganado de que cada uno era dueño) y sumaba obteniendo el total de reses reclamadas. Luego contaba las reses existentes y comparaba los resultados de forma que; los terneros irían siempre con las madres, mientras que cada ganadero por turno al azar se le asignaba el ganado, según las posibles situaciones:
Sí las reses reclamadas eran iguales a las reses existentes, simplemente se asignaba a cada propietario el número de cabezas indicado.
Sí había un numero menor de reses reclamadas al de existentes, se daba a cada propietario la cantidad indicada y del sobrante, se descontaban algunas pocas que irían a incrementar el patrimonio de la iglesia mientras que el resto de las sobrantes se rifarían entre los asistentes al evento.
Si había más reses reclamadas que existentes, entonces se haría una proporción sobre la total propiedad correspondiente a cada uno y se le daría un número acorde de cabezas.
Al terminar el recuento y llevar a cada establo las cabezas asignadas, se celebraba una gran fiesta, regada con alcohol, donde se entablaban negocios, se originaban matrimonios – intercambio de dotes que aportaría cada cónyuge y al final estallaría una buena pelea hasta el día siguiente. Con lo que las amistades se renovarían hasta el año siguiente.
(Como podemos ver, la sociedad Siberiana, era mucho más pacífica y civilizada de lo que se suele pensar, en especial si la comparamos con su homóloga de las llanuras norteamericanas, en efecto el ganadero tipo John Chisum no tenía cabida en esta sociedad, lo que a su vez implicó que no hubiese una evolución técnica ni económica del país, de carácter privado).
Siempre quedaban algunas reses sueltas (especialmente toros) y era tarea de los jóvenes solteros capturarlos (ó tratar e hacerlo) con el consiguiente prestigio social y ganancia económica que implicaba capturarlos.
(Para evitar que nadie recogiera ganados antes de tiempo, los ocultara y luego los revendiera, la gendarmería cerraba todos los mercados al llegar la época de la recogida y no permitía su apertura hasta realizar el reparto de ganados).
Rasputin, que siempre fue un gran rastreador de ganados, empezó a ser acusado por sus vecinos de cuatrerismo y de ocultar reses en los bosques para revenderlas luego. Pero esto nunca pudo demostrarse, por lo que en principio no voy a acusarle de esto.
Al cumplir los 18 años, las acusaciones empezaron a ser más y más numerosas, junto con dos desgracias familiares (se quema parte de la granja y se queda huérfano de madre) por lo que empieza a independizarse del resto de su familia y a trabajar por su cuenta en diversos oficios, como curandero de animales, jardinero y transportista de mercancías por carreta a caballos. Pero fracasa en todos los oficios, ya que apenas le dan dinero para comer y su poca aplicación en el trabajo junto con acusaciones de embriaguez y mujeriego obligan a la familia que le queda a invitarle a cambiar de aires y de profesión.
Cierto día, llevo en viaje de peregrinación a un sacerdote hacia el monasterio de Verkhoturie, el cual al oír las perogrulladas y garrafadas que soltaba Rasputin sobre Dios y la vida, quedó prendado de él, recomendándole que se uniera a la iglesia y abandonara el camino del robo y del delito.
Rasputin, quedo muy impresionado y empezó a frecuentar los lugares sagrados y a asistir regularmente a misa, para cuando regresó a su aldea parecía un hombre cambiado y los habitantes no pudieron reconocerlo como el réprobo protagonista de tantos escándalos, cuyo rostro era tan grave y cuya vestimenta tan austera.
Fue visto ir de una aldea a otra, difundir la buena palabra y recitar a todos y cada uno dispuesto a escuchar largos pasajes de los libros sagrados, que se sabía de memoria.
Así que dicho y echo un buen día, su familia le acompaña en el carro hasta el monasterio de Verkhoturye, típico monasterio Ortodoxo edificado en el siglo XVI y actualmente de nuevo en funcionamiento, con la intención de hacerse monje y el propósito de llegar a ser sacerdote en un futuro próximo.
Sin embargo, las cosas no tardan en torcerse, puesto que la vida monástica Ortodoxa se rige por un principio igual al de los monasterios Católicos, ósea “Ora et Labora” traducido Reza y Trabaja ó traducido al vulgo común, que los monjes y seminaristas provenientes de familias ricas ó nobles que aportan una dote económica (en dinero ó especie) reciben un buen trato y se encargan de las labores espirituales e intelectuales de la comunidad. Mientras que los que tienen orígenes humildes y no aportan una dote deben compensar esto trabajando y manteniendo la comunidad en todo aquello que sea necesario.
Rasputin, que desde el primer día ha decidido no volver a trabajar físicamente en lo que le queda de vida, opta por tratar de engañar a los demás para vivir sin esfuerzo. Para ello valiéndose de la ingenuidad de los jóvenes novicios y aduciendo delirios místicos (imitaciones más ó menos burdas de ataques epilépticos) acompañados de balbuceos ininteligibles imitando oraciones en lengua griega clásica (que es el que se usa para celebrar la misa ortodoxa) y visiones de la virgen María y demás miembros del santoral Ortodoxo, a veces acompañada de alguna profecía más ó menos apocalíptica.
Sin embargo, el abad del monasterio no se fiaba mucho de estas visiones, suponemos que ya tenía experiencia en el trato con jetas y demás ralea, y optó por interrogarlo sobre dichas visiones. Poco tiempo después Rasputín fue descubierto y expulsado del monasterio. En total, no estuvo ni tres meses.
Aquí es donde empieza la encrucijada de su vida, pues tenía dos opciones, la primera volver a casa vencido y humillado y no salir nunca de su mísera (pero acomodada) vida de campesino y ponerse a trabajar de una vez.
Ó bien vivir del cuento y de lo poco que había aprendido, para hacerse pasar por monje ó sacerdote (es a partir de este impreciso momento, cuando empieza a titularse “Padre”) y aprovecharse de la ignorancia y la superchería ajena.
Obviamente optó por lo segundo y la primera decisión que toma es la de unirse a una banda de “Flagelantes” que merodeaba la región.
Antes de seguir, deseo explicar el fenómeno de los flagelantes y la incidencia que tiene en la vida del personaje que estoy explicando: Se trataba de una secta auto – denominada “Pueblo de Dios” escindida de otra secta, los “Viejos Creyentes” (que había aparecido en 1631, como oposición a los nuevos rituales introducidos en la Iglesia oficial Ortodoxa de Rusia).
Fundados en 1651 por el peregrino y agricultor Danila Filippovich en la provincia de Kostroma. Sus creencias se pueden resumir en la idea que Cristo se reencarnaba periódicamente en algún hombre de la tierra, conservando el don divino de transformar en virtud cualquier vicio.
Renunciaban a la iglesia establecida, los libros sagrados y la adoración a los santos oficiales. En su lugar practicaban la adoración directa al espíritu santo, acudir a las iglesias Ortodoxas (En la medida en que éstas hacían reparto de viandas a los pobres y hambrientos). Su idea central era la práctica del ascetismo (no realizar ningún otro trabajo diferente al de orar y recorrer los caminos predicando el nuevo evangelio. Ó lo que es lo mismo no trabajar y vivir de la caridad y de la superchería ajena).
Además sus rituales se basaban en alcanzar el éxtasis, para lo que se entregaban a todo tipo de orgías sexuales, bailes giratorios y trance colectivo (ya que eran admitidos y tenidos por igual hombres y mujeres. Estando dirigidas cada una por un hombre ó “Cristo” y una mujer ó “Madre de Dios”). Después para transformar esos pecados en virtudes se auto flagelaban con varas de abedul, puesto que según su teoría el mayor placer para Dios es perdonar los pecados de los hombres arrepentidos.
Las diferentes células se desplazaban de una comunidad a otra, viviendo de la caridad ó de los frutos que podían recoger en el campo, generalmente las autoridades los expulsaban de un pueblo a otro sin más actuación.
Los modernos etnógrafos, sugieren que esta secta no es otra cosa que una cristianización de los antiguos cultos eslavos a los dioses Yarilo (Dios de la pasión) y Rusalka (Diosa del deseo), así como al genio tutelar de ambos Domovoi.
Hacia 1914, se calculaba que había más de 40.000 practicantes. Su número decae mucho con la llegada de los Soviets al poder, pero han reaparecido en nuestros días con la desintegración de la URSS.
Respecto a Rasputin, aunque estaba encantado con vivir de la caridad ajena sin más esfuerzo que practicar unos pocos ritos y teniendo todo el sexo que pudiera desear, no tarda mucho en desencantarse. Las células comen más ó menos bien unos días (en función de lo que pillan y la riqueza de la aldea a donde llegan) pero en otros momentos pasan auténticas penurias por el hambre y el frío, cuando son expulsados por vagos y maleantes hasta que llegan a otro lugar.
No está claro cuanto tiempo ando con ellos, entre 1 y 3 años. Pero para un jeta de su calaña las épocas de hambre, frío, lluvia, etc. resultan insoportables.
Al final tiene que regresar a su aldea completamente humillado, derrotado y herido. Además tiene que mendigar en las casas y aceptar los escasos y ocasionales trabajos mal pagados, ya que su familia se desentiende completamente de él.
Nota importante: Por si no lo han notado, apenas he indicado fechas ó lugares, esto se debe a que la Biografía de Rasputin, es en general muy poco fiable, al tener como única fuente las memorias redactadas por su propia hija. De las que se sabe que contienen varios errores y exageraciones intencionadas.
Pero el episodio de los flagelantes, está corroborado por diferentes fuentes, ya que en 1910, Rasputin fue acusado por la Gran Duquesa Sofia Ivanovna Tyutcheva, de ser miembro de esta secta. Horrorizada además del acceso que tenía a los dormitorios de sus sobrinas las duquesas, aunque en defensa de nuestro personaje apareció el propio Zar que negó las acusaciones sobre las presuntas relaciones con sus propias hijas y declaró que el asunto de los flagelantes era un asunto privado que nada tenía que ver en la relación entre la familia imperial y Rasputin.
Más adelante y ya en su aldea comienza a convivir con el Santón e Iluminado del pueblo llamado Makariy.
(Una peculiaridad de la Rusia de la época es la existencia prácticamente en cada pueblo con pretensiones de ser algo más que un villorrio, de un Santón u hombre sagrado. Probablemente, es un viejo recuerdo del pasado islámico de gran cantidad de comunidades Rusas. A pesar que suelen renegar de él. Entre otras costumbres, en la religión musulmana existe la figura de los Morabitos u hombres santos mitad curanderos, mitad religiosos que se encargan de las prácticas religiosas no regulares de la comunidad [como obrar milagros, leer el futuro, rezar por buenas cosechas, realizar filtros y pociones, curar el mal de ojo y cualquier otra maldición, ...] a cambio de unas pocas monedas ó un pago en especie prestan sus servicios a la comunidad, normalmente viven retirados pero siempre cerca de dicha comunidad).
Sobre esta variedad folklórica local no quiero hacer mayor sangre ni meter más el dedo en la llaga que lo estrictamente necesario. De todas formas, qué sería Gran Bretaña sin sus fantasmas, Italia sin sus adoradores del diablo, Alemania sin sus duendes, Estados Unidos sin sus conspiraciones OVNI – Masónicas, España sin sus apariciones marianas, etc.
De la influencia que este personaje, podemos resumirla en que la vida de Rasputin cambia completamente a partir de ahora, puesto que a cambio de servirle como criado y ayudante este hace dos cosas por él:
1º) Buscarle esposa, para que por fin siente cabeza:
En 1889, se casa con Praskovia Fedorovna Dubrovina, la hija de otro campesino. De la que tendrá a los largo de varios años de matrimonio tres hijos (Un chico Dimitri [1897 – 1937] y dos Chicas María / Matryona [1898 – 1977] y Bárbara / Varvara [1900 – sin fecha de su defunción ni lugar de entierro]).
A parte; reconocerá por lo menos un hijo ilegítimo fruto de una relación posterior. Poca información sacaremos de estos personajes salvo de María que con el tiempo escribiría las memorias de su padre.
El matrimonio no tardará en fracasar (apenas gana para mantener a su familia y no tiene la más mínima intención de trabajar para alimentarles); por lo que hacia el año 1901 (Según el relato de María) parte a una supuesta peregrinación a tierra santa donde tocaría el monte Atos en Grecia, Santa Sofía en Estambul y finalmente Jerusalén y los santos lugares en Tierra Santa.
Sin embargo no hay el más mínimo rastro ni prueba de dicho viaje, los pocos relatos de Rasputin sobre esta peregrinación están llenos de generalidades y vaguedades por lo que en opinión del que suscribe, no es más que otra de las muchas mentiras. Simplemente a lo que se dedicó entre el tiempo que abandona el hogar y el que llega a San Petersburgo es a estafar, engañar y perfeccionar su oficio de timador y jeta.
2º) Le enseña el oficio de Santón – Curandero – Adivino:
Este oficio está basado en 10 premisas básicas a seguir;
1.Análisis visual de la persona:
La primera fase consiste en hacer un análisis de la persona en el momento en el cual ingresa a la sesión psíquica. Este análisis puede incluir los siguientes elementos:
2.Forma de caminar del individuo:
Cuando el "paciente" que va a consultar exhibe unos movimientos lentos y rígidos o posturas corporales encorvadas, pueden interpretarse como dolencias, siendo las más comunes las de la columna vertebral. Movimientos muy torpes o tambaleantes pueden sugerir una personalidad, hasta cierto punto, acorde con su forma de mover.
3.Interacción visual:
La mirada de una persona puede decir mucho sobre su estado interior. Su estado de ánimo, sus sensaciones, su estado de preocupación, etc. son discernibles en la expresión facial, principalmente en la mirada. Además la dirección de la vista puede indicar el carácter del paciente. Miradas bajas o evasivas indican casi siempre a una persona tímida, lo cual puede tener correlación en su seguridad al tomar sus decisiones y en el trato con los demás. Por el contrario, una mirada del paciente fija en los ojos del adivino indica generalmente una persona más firme y segura de sí misma.
4.Forma de hablar:
La forma de hablar de alguien, incluyendo la corrección gramatical, semántica, entonación, volumen y acento, entre otros, puede dar muchas indicaciones valiosas sobre su vida. Se puede conocer su estrato sociocultural, su nivel de educación, sus posibles intereses, etc. Extrapolando de estos datos se pueden conjeturar problemas del paciente, con base en las problemáticas típicas de su sector social. Así por ejemplo, si se detecta que alguien es de estrato social bajo, se le podría conjeturar problemas y preocupaciones de índole económica. Si alguien es de estrato muy alto, se le podría sugerir que tiene problema de sentido de vida, o que nada le llena interiormente. Habría una buena posibilidad de acertar.
5.Forma de vestir:
La presentación personal puede indicar, hasta cierto grado, cuánta autoestima tiene el paciente, su nivel de frivolidad, un exceso o una carencia de pulcritud, etc.
6. Aspecto físico:
Infortunadamente, en el medio en que nos movemos, la apariencia estética de una persona puede abrirle o cerrarle muchas puertas. Una persona no muy atractiva puede tener serios problemas con el sexo opuesto; esto es una mina de oro de la cual un psíquico desvergonzado puede extraer información para sus sesiones. De otro lado, una mujer muy bella con frecuencia puede sentir que la valoran sólo por su aspecto físico, lo que a algunas le puede resultar molesto.
7. Lectura del carácter del paciente:
En esta etapa se hará una descripción psíquica de la personalidad del paciente. Se deben usar con astucia los datos obtenidos en la primera fase, al igual que una buena dosis de ambigüedad y de ideas halagadoras para el paciente.
Se podrían dar cientos de ejemplos:
"Usted es una persona muy inteligente": mucha gente se considera, o desea ser considerada inteligente.
"Algunas veces es tímida pero en otras ocasiones se comporta de forma muy atrevida": esta afirmación, que parece muy acertada, es absolutamente ambigua porque todos variamos nuestro comportamiento en distintas circunstancias.
"Usted tiene capacidades ocultas que no ha aprovechado, pero que le ayudarán mucho en el futuro": cualquier persona desearía que esto fuera cierto. Ese deseo de creer es un motivo que logra que el paciente lo acepte como cierto, o por lo menos posible.
En cada frase que se emita, el psíquico debe estar atento a reacciones de asombro del paciente, lo que indicaría aciertos y líneas que se pueden seguir para ganar más credulidad del consultante. En cambio, en casos negativos, se debe matizar la frase fallida, relativa o diluyéndola.
8. Tendido de "redes" y dramatización:
La tercera fase de la lectura en frío consiste en tender las redes, lo que consiste en emitir afirmaciones vagas para sacarle información al paciente.
Basándose en la información obtenida en la primera y segunda fase, se pueden aventar al paciente descripciones más o menos ambiguas para obtener más datos. Como siempre, esto se debe hacer de forma muy vaga, pero al mismo tiempo se debe estar muy atento a la reacción corporal del paciente. En el instante en que se detecte una respuesta positiva, ya sea por una expresión de asombro o por un asentimiento con la cabeza, el vidente debe reforzarle su acierto al paciente de forma verbal. En caso contrario, debe desviar la atención del fracaso, ya sea menguando su importancia, alegando que "aunque no ha sucedido, pronto ocurrirá", o disimulando el error, desviándolo hacia datos nuevos que aporte el paciente.
Una clave para una buena impresión sobre el paciente consiste en ser lo más inexacto posible, haciendo uso de pausas para aumentar la imprecisión de la lectura, sin que el paciente se dé cuenta de ello.
Así por ejemplo:
"Usted... (pausa)... o alguien muy cercano a usted... (pausa)... está en grave riesgo de... (pausa)... o tal vez ya ha sido víctima de un accidente..."
El objetivo de las pausas consiste en dar una apariencia de precisión, cuando en realidad lo que se hace es lo opuesto: abre el abanico de posibilidades para que la lectura sea acertada. Así, en la lectura anterior se tendió la red en dos direcciones distintas: o se tiene riesgo de un accidente, o ya se tuvo; y la víctima puede ser el que consulta, o cualquier otra persona que él conozca.
Esta multiplicación de posibilidades se encargará de que el paciente recuerde a alguien que concuerde con la descripción. La probabilidad de que alguien o algún conocido de esta persona haya tenido durante el pasado algún accidente es muy alta; más aún, riesgos de accidentes hay por todos lados. Es prácticamente seguro que alguna de las opciones deberá ser aceptada por quien consulta. Si la persona reconoce a alguien que haya sido víctima de un accidente, probablemente responda dando la identidad del accidentado: "¡Si!, el esposo de mi hermana sufrió un accidente el año pasado". El "vidente" ya llevaría un punto muy fuerte a su favor.
Con la forma como responda el paciente a la frase anterior se puede deducir, entre otros datos, la gravedad del suceso: si la persona cambia de semblante y se pone triste, es muy posible que el accidentado haya quedado gravemente incapacitado o muerto, mientras que si la persona responde con entusiasmo por lo acertado del médium, es casi seguro que la víctima se recuperó. Apenas se capte un mal ánimo en quien recibe la lectura, aún antes de que el paciente responda, se puede agregar algo como: "... y esta persona parece haber sufrido un daño muy grave... (pausa)... es posible que haya muerto".
Esto pondría el último clavo ante la incredulidad del paciente. La impresión ejercida sobre él sería muy profunda.
Es claro que sobre un tema como este se podría hacer una infinidad de afirmaciones vagas de las cuales obtener un sinnúmero de datos sobre la vida del paciente. Por ejemplo: "alguien recibió todo el dolor de ese accidente", "ese accidente los hizo sufrir mucho", "ese accidente les significó un desnivel económico", o cientos de cosas por el estilo. Ha dicho solamente una idea sobre cosas hechos cotidianos, una perogrullada, y el vidente ya tiene a un crédulo boquiabierto por la alta precisión de sus lecturas.
9. Predicción del futuro:
Ya se ha mostrado cómo se puede obtener información sobre el pasado y presente de una persona; también se cuenta ya con la credulidad y asombro del paciente, lo que lo mantendrá en una actitud receptiva sobre cualquier cosa que se diga.
Es el momento apropiado para "predecir" sucesos, ya que en este caso las equivocaciones no se pueden detectar inmediatamente.
Es la etapa más relajada de la sesión psíquica. Lo único que hay que hacer ahora es jugar con probabilidades.
Por ejemplo:
"El próximo año usted padecerá una enfermedad": cualquier persona sufre por lo menos una enfermedad al año, ya sea leve o grave.
"El próximo mes usted emprenderá un proyecto": la ambigüedad de la frase está en que cualquier empresa humana, por sencilla que sea, se puede ver como un proyecto.
"Dentro de poco recibirá algo que usted ha estado esperando": se juega con las expectativas que tiene cualquier persona, a la vez que se deja tan ambiguo que se puede prestar a cientos de interpretaciones.
"Usted se va a casar": es una afirmación muy probable, y con el nivel de confianza que en este momento ya se habría ganado el psíquico, haría que se creyera sin ninguna dificultad.
10. Justificación evasiva de los fallos:
Para hacer una buena lectura se deberá tener muy presente el jamás aceptar un error de predicción sino esconderlo hasta donde más se pueda. Para esto, se debe hacer sentir al consultante como que él hubiera cometido el error.
Por ejemplo:
Adivino: Usted ha recibido una ofensa el mes pasado.
Consultante: Que yo sepa no he recibido ninguna ofensa.
Adivino: Muy bien lo ha dicho: que usted sepa, esta ofensa la hicieron sus espaldas y fueron personas muy querida por usted de las cuales Ud. nunca sospecharía.
En este caso, el adivino lleva todas las de ganar pues confunde al consultante con sus enunciados: lleva su error a un campo en el cual el paciente no puede verificar la veracidad o falsedad de la afirmación -- cara gano yo; cruz pierdes tú.
Consideraciones finales:
Ya que están explicadas las fases de la lectura en frío, es útil mostrar un ejemplo de lectura que incluye todos los aspectos considerados. Como podemos ver, los adivinos juegan con las probabilidades, utilizan la dramatización para obtener información sobre la marcha, y se basan en un discurso formado por frases evidentes, ambiguas y no verificadas.
Para dominar esto y generar una buena impresión, el adivino debe tener un excelente sentido de observación y un buen juego de palabras, que obligue al paciente a cooperar en la lectura.
En general, aplicando estos principios, Rasputin desarrollo la profesión de místico curandero y adivino sirviéndose de las siguientes artes y malas maneras:
Como místico: Se vestía de sacerdote, aunque sin los atributos metálicos. Hablaba con un lenguaje religioso – eclesiástico y rezaba, oficiaba misas, etc. Aún sin estar ordenado ni tener los estudios para ello.
Como curandero: Visitaba a enfermos y moribundos, a los que tranquilizaba con su presencia y con sus palabras y rezos. Generalmente siempre actuaba después de los médicos, recitaba algunas oraciones hacía entrega de amuletos y supuestas reliquias y esperaba. Si sanaba era gracias a Dios por intercesión suya, si moría era a causa de los pecados del difunto o del tratamiento equivocado del galeno y era preciso rezar por su alma.
Como adivino: constantemente gentes supersticiosas de toda clase y condición acuden a preguntarle por la buenaventura, la marcha de sus negocios, las incertidumbres de la vida y otras cuestiones del mañana. Rasputin a su vez “entraba en trance” balbuceaba cosas sin sentido aparente y dejaba que el “cliente” les encontrara algún sentido ó interpretación.
Para ganarse la vida con lo anteriormente explicado debemos entender la forma de actuar de este cara dura, recorría los caminos ofreciéndose como peregrino ó sacerdote ambulante, hasta que encontraba alguien en apuros ó necesitado de consejo.
Poco a poco se ganaba su confianza, entonces le visitaba y se comprometía a rezar por él ó a entrar en trance místico para lograr bien la curación, una interpretación del porvenir ó cualquier otra cosa que el “pringado” pudiese necesitar.
A cambio, Rasputin no tenía una tarifa fija por sus servicios, pero los agradecidos clientes le hacían entrega de todo tipo de regalos, presentes además de alojarle y alimentarle bien y en abundancia.
No tardó mucho en darse cuenta, que cuanto más rico fuese el cliente, más ganancias obtendría por sus servicios. Por lo que pronto empezó a frecuentar solo las mansiones de ricos, nobles y altos cargos de la administración. Tanto para atenderles a ellos como a sus esposas. (Y es que el ser rico no presupone ser inteligente).
Aprovechándose de su ignorancia, les sacaba dinero, joyas y lo más importante para él contactos y referencias para seguir con su oficio, que poco a poco y cliente a cliente iba mejorando e incrementando la facturación.
La cuestión del hipnotismo: Se dijo durante décadas que el origen de los supuestos poderes, era que hipnotizaba a sus víctimas hasta someterlas a su entera voluntad. Para demostrar la falsedad de estas acusaciones debemos explicar lo que es la hipnosis:
Se trata de un pequeño truco de psicología, por el que un individuo es sometido a un estado de relajación tal (similar a alguien apunto de dormirse ó recién despertado) que no es capaz de mantener en pie las barreras mentales creadas para, por ejemplo, tapar u ocultar algún recuerdo de una experiencia traumática que le incide en su vida diaria.
Desde luego, toda idea del control mental y la programación externa del individuo queda completamente dentro del campo e la ciencia - ficción.
Sobre el origen de esta afirmación, sospecho que no fue más que una pobre excusa de sus víctimas para explicar a todo el mundo y a sí mismos que les han timado.
Otro asunto, son la mayoría de los retratos existentes de Rasputin, aparecen con una mirada penetrante, unido a su estatura, corpulencia, largo pelo y sotana, le hacen parecer más poderoso y más “hipnótico” de lo que la realidad y el sentido común dicen. Pero si observamos la foto tomada de su cadáver, podemos ver que esta mirada a desaparecido por completo.
Para concluir este apartado, podemos indicar que durante uno ó dos años vaga por diferentes partes de Rusia, hasta que un buen día es reclamado a la capital en San Petersburgo. Antes de continuar la historia, hablaremos un poco de la situación en que se desenvuelven todos los personajes de esta historia.
El Contexto Político, Económico y Socio – Cultural de la Rusia de Rasputin.
Evolución política:
La Rusia de la época se va a caracterizar por dos tendencias contra puestas, una es la evolución hacia una sociedad moderna y democrática. Pero otra es tratar por todos los medios de mantener inamovibles las viejas estructuras y costumbres de la nación.
Por ello, tenemos la cabeza del estado, ocupada (por gracia divina) por la figura del Zar con los cargos de Emperador y Autócrata. Como emperador, es el jefe del estado, el comandante supremo de las fuerzas armadas y el dueño personal de las reservas del banco de San Petersburgo.
Como autócrata, tiene la facultad de gobernar por decreto (esto es imponer las leyes ó nombrar los cargos sin necesidad de consentimiento del parlamento), el derecho de veto sobre cualquier decisión del gobierno ó el parlamento y el derecho de gracia sobre cualquier sentencia emitida por cualquier tribunal.
Partiendo de esta base, que no debemos nunca olvidar, observamos la evolución política de la nación rusa desde el zar Alejandro II hasta el último Zar Nicolas II y la constitución de 1906.
Con Alejandro II, las cosas apenas habían variado desde Catalina la grande. Pues básicamente existe una separación de poderes entre el ejecutivo (un consejo de ministros para asesorar al monarca en sus actuaciones), el judicial (un órgano también nombrado por el Zar se encarga de actuar como tribunal de tasación último para decidir sobre cualquier apelación) y el legislativo (un sucedáneo de cortes formadas exclusivamente por nobles y presididas por el Zar que al menos sirve para transmitir hasta los oídos del soberano el estado de las provincias).
Sin embargo, la derrota en 1857 frente a Británicos, Franceses y Turcos en la guerra de Crimea, fuerzan los primeros cambios, que se traducen en 1861 con la firma de la ley que declara abolido el régimen de servidumbre. Y realiza las primeras intervenciones en el exterior para buscar la defensa de los intereses Eslavos frente al resto de las potencias, en especial la liberación de las naciones Balcánicas subyugadas por el imperio Otomano.
Alejandro III, sin embargo practica una política más reaccionaria y más aislacionista, sin embargo también es el monarca que desarrollara la primera industria Rusa, eso sí financiada con dinero Francés. También bajo su reinado es cuando se producen las primeras medidas con la intención de perseguir y forzar al exilio a la población judía del país.
Pero los mayores cambios de la historia de Rusia se producen bajo el reinado de Nicolás II, que generalmente se divide en dos periodos: el anterior a la Guerra Ruso – Japonesa de 1904 a 1905 que es en líneas generales una continuación del anterior (y al producirse el consabido desastre) el periodo democrático y constitucional desde 1906 hasta la I Guerra Mundial, la abdicación y la revolución Rusa. Por ser este el periodo más interesante y el que incide en la historia contada por nosotros, será el que estudiemos con más detalle.
La organización política del imperio ruso, partiendo del predominante papel que juega el monarca (descrito anteriormente) y siguiendo la ley orgánica de 1906, (considerada la primera Constitución de Rusia) certifica la separación de poderes.
El poder Ejecutivo: El Zar nombra al Consejo de ministros, según su gusto. Y al Ministro principal por motivos protocolarios (con la intención de dar una apariencia de jefe de gobierno). Los ministros son: Corte Imperial, Negocios Extranjeros, Guerra, Marina, Finanzas, Comercio e Industria, Interior, Agricultura, Vías de comunicaciones, Justicia y Educación.
Para la administración del imperio, este se articula en Gobernaciones, Provincias, Distritos. Al frente de los cuales hay Gobernadores Generales, Gobernadores, Gobernadores comisionados. Los primeros nombrados por el propio Zar y los otros dos nombrados por los Gobernadores generales, según su gusto salvo veto del Zar.
Para la administración municipal y de las aldeas, existen en las ciudades las Dumas municipales ó asambleas electas de los representantes de las ciudades. Mientras que en las aldeas, existen asambleas esporádicas para tratar asuntos esporádicos que afecten a la comunidad.
En general, el Ruso medio tiende a identificar al gobierno ruso con el ejército (y su hermana la armada) y sobre todo con el todo poderoso ministerio de Interior (que tiene las competencias en: mando de la Gendarmería, Salud pública, Censura y permisos de edición, correos y telégrafos, control de las religiones diferentes a la oficial [Iglesia Cristiana Ortodoxa Rusa], estadística, prisiones, defensa civil). El elemento de orden más importante del país es la Gendarmería, que solo admite a los oficiales más competentes y a los soldados que al terminar su servicio militar tienen la hoja de servicios mejor de su regimiento.
Para las tareas de represión política y contra inteligencia, van a ir apareciendo diferentes organismos que acabaran unificándose en la temida “Ojrana” ó Cuerpo Especial de Gendarmes, que mantiene una basta red de informadores, tiene la facultad de arrestar y encerrar a cualquier sospechoso sin necesidad de someterse a la autoridad de los tribunales. También se le acusa a esta organización de practicar el terrorismo de estado, la provocación política y la tortura sistemática. Acabará asumiendo a su vez las tareas de inteligencia exterior.
El poder Legislativo: A nivel nacional existe un órgano bicameral, encargado de representar a los ciudadanos y a las provincias ante el gobierno del Zar así como asesorar al monarca y al gobierno, votar las leyes y por lo menos cuando el zar hace uso de su facultad de gobernar por decreto de escuchar las disposiciones del monarca.
El primer órgano es el Consejo imperial, formado por 196 miembros. De los cuales 98 son nombrados ó cesados según gusto del monarca, 6 tienen que ser elegidos entre miembros del clero por el resto de obispos de la nación, (tres deben ser monjes y tres deben ser obispos), 18 deben ser miembros de la nobleza electos por voto directo de la nobleza, 6 deben ser elegidos por las universidades y por la academia de ciencias, 12 deben ser elegidos a partes iguales por las cámaras de comercio y las cámaras industriales, 34 deben ser electos por los parlamentos de las Gobernaciones, 16 por los Distritos ó provincias que no dependen de ninguna gobernación y 6 son representantes electos de la provincia de la Polonia – Rusa.
El consejo imperial no tiene poder alguno, actuando únicamente como asesor del zar y del consejo de ministros.
El segundo órgano es la Duma (parlamento estatal) de 442 miembros, elegidos mediante el siguiente sistema: Cada provincia tiene un peso electoral diferente. En función de su población, se le asigna un cierto número de representantes en la Duma. En cada provincia se establece un colegio electoral, dividiendo el número de representantes a elegir entre tres. El primer tercio es votado por los propietarios de tierras, el segundo tercio es elegido por la población censada en las ciudades y el tercer tercio es elegido por los agricultores y trabajadores del campo (De esta forma, el peso electoral de la nobleza terrateniente, los grandes industriales y los propietarios de fincas es 50 veces mayor al de obreros y campesinos).
La misión de la Duma es discutir y aprobar las leyes del gobierno ó escuchar las disposiciones del monarca si este decide gobernar por decreto.
El Zar es la cabeza de la Iglesia Cristiana Rusa. Para asuntos religiosos y para ejercer su autoridad en esta materia, existe un órgano de gobierno llamado “Sagrado Sínodo Supremo” que está compuesto por: un sacerdote u obispo nombrado por el Zar con el cargo de representar al monarca, los obispos metropolitanos de San Petersburgo, Moscú y Kiev, el arzobispo de Georgia y un representante de cada diócesis de la nación. Su misión es controlar el estricto cumplimiento de todos los sacerdotes del catecismo marcado por el poder, ejercer la censura sobre publicaciones de carácter religioso, corte suprema de asuntos eclesiásticos y control sobre la educación religiosa impartida en las escuelas del país.
En la administración regional de la nación existen en el nivel de la Gobernación los “Zemstvo”, que son parlamentos bicamerales compuestos por un Consejo de representantes (un conjunto de asesores sin poder del gobernador, nombrados por este) y una Junta Ejecutiva (repartiendo los escaños entre 5 tipos de representación: La Nobleza, delegados elegidos por los terratenientes, delegados elegidos por los industriales y comerciantes, delegados elegidos por la población urbana y delegados elegidos por la población rural. Que tampoco tiene poder real).
A nivel de Provincia y de distrito no hay elementos de representación popular.
En la administración municipal, existen para las grandes ciudades las Dumas municipales, que son electas por los dueños de casas, comerciantes pagadores de impuestos, artesanos ó trabajadores empadronados en dicha ciudad. El número de escaños electos era repartido entre estos tres grupos según el número de votantes sobre el total. Una vez electa la Duma esta votaba a su vez al mayor (ó alcalde) de la ciudad. Aunque están subordinados a los Gobernadores generales, tiene ciertas capacidades legislativas en el ámbito ciudadano y urbano.
Para el gobierno de las aldeas, se constituían las juntas vecinales de “Mir” (literalmente Paz) que estaban constituidas únicamente por los cabezas de familia empadronados en cada aldea. Elegía al jefe de aldea por un año y se encargaba, entre otras cosas, de: la recaudación de los impuestos comunales, reparto de tierras asignadas en cada ampliación y otras tareas menores.
El poder judicial: Existe en la cúspide, desde tiempos de Pedro el grande, el llamado Senado, que es el máximo tribunal, encargado de actuar como máxima corte de casación, oficina de auditoria, tribunal de recursos políticos y colegio de heraldos (representantes del Zar y el gobierno ante el poder legislativo).
El sistema judicial, fue establecido en 1864 por el Zar Alejandro II, con un sistema a caballo entre el derecho Británico y el Francés. Existiendo diferentes niveles de justicia, según los niveles de la administración.
Al nivel más bajo estaban los Juzgados de Paz, encargados de juzgar los asuntos menores tanto civiles como criminales. Los jueces debían ser personas con la educación secundaria, con una fortuna comprendida entre los 3.000 y los 15.000 rublos, siendo elegidos para los distritos por periodos de tres años, bajo confirmación del senado. Sus sentencias no podían ser mayores de 30 rublos ni mayores de 3 días de cárcel.
Para las gobernaciones y las provincias estaban los tribunales ordinarios. Siendo respectivamente las cortes de apelación y los tribunales de distrito. Los segundos estaban articulados en tres tribunales (Civil, Criminal y Administrativo) siendo sus miembros jueces de carrera. Los primeros escuchaban las apelaciones emitidas contra las sentencias dictadas por los juzgados de paz y los tribunales ordinarios.
Finalmente, existían los tribunales eclesiásticos (tenían jurisdicción específica sobre los miembros del clero y en asuntos de matrimonios ó divorcios sobre cualquier fiel casado por la religión oficial, así como paternidad ó patria potestad sobre los bautizados en la fe ortodoxa). También tenían poder para aplicar la ley religiosa en asuntos de fe y doctrina.
Desde el punto de vista político, Rusia quizás no era una democracia avanzada y liberal como sus homólogas de Europa, pero francamente estaba en camino de ello. En general el ruso medio se sentía libre y legalmente protegido como cualquier Europeo en su país, si bien siempre se quejaba de la lentitud de la administración, la corrupción en la política y el nepotismo en los nombramientos.
El Zar sin embargo, empieza en esta época a ser cuestionado, su papel político es una y otra vez criticado y varias veces se pide en público que recorte sus muchas competencias.
Respecto a las nacionalidades, en general son más ó menos respetadas en sus territorios, si bien se sienten marginadas frente al océano Ruso – Eslavo – Ortodoxo. Aun así por ejemplo los Polacos dentro de Rusia se sienten un poco mejor tratados que sus hermanos en Prusia y Austria, mientras que los Armenios ven al Zar como un protector frente a los intentos genocidas de las diferentes administraciones Otomanas.
La primera gran crisis de confianza, que además rompe por primera vez a la nación Rusa en dos bandos enfrentados, tiene lugar en 1903 con la publicación de “Los Protocolos de los Sabios de Sión”.
Evolución económica:
Al igual que la política, la decisión del Zar Alejandro II de liberar a los Siervos, constituye el primer y más decisivo paso para transformar la nación Rusa de un país agrario y atrasado a uno moderno e industrializado.
Junto a la liberación, se suceden medidas de tipo económico como el poner fin a las limitaciones al comercio exterior y a la inversión extranjera (con el fin de poder financiar la modernización de la nación rusa).
Los campesinos liberados, a su vez privados de la propiedad de sus tierras (que siguen en manos de sus antiguos dueños) tienen que optar entre trabajar en régimen de aparceros ó bien desarrollar algún oficio diferente (para lo que se pone fin a la limitación de profesiones y se crean nuevas y grandes industrias públicas para absorber los excedentes de mano de obra).
Diversas regulaciones permiten además la existencia de una banca privada y de compañías privadas de seguros (que hasta entonces solo estaban en manos públicas).
El resultado inmediato fue un fuerte incremento de las transacciones económicas, ya que no se admitía los pagos en especie, demandándose por primera vez incrementar las emisiones de moneda y la necesidad de incrementar la impresión de papel moneda para satisfacer estas.
El resultado fue un cierto déficit en las arcas públicas y sobre todo la inflación de la moneda rusa, que obligó a pedir prestamos a entidades financieras extranjeras y empréstitos a los gobiernos extranjeros (Alemán principalmente). Lo que constituye por un lado a romper el viejo aislacionismo ruso y a depender por primera vez de los inversores extranjeros para la estabilidad monetaria y económica.
En 1881, el nuevo Zar Alejandro III, llama a ocupar la cartera de hacienda de su gobierno a los mejores y más innovadores académicos de la economía. Estos inmediatamente se ponen manos a la obra para liberalizar por completo la economía. En especial la emisión de deuda pública y su venta al extranjero para financiar el desarrollo de todo tipo de infraestructuras civiles, tecnológicas, productivas... Que la nación demanda y no puede satisfacer por sus propios medios.
La primera medida fue el aprovechar los yacimientos existentes y abrir nuevos de metales y piedras preciosas (en menos de 5 años se incrementa las reservas de oro un 58%) cuya exportación a su vez generan fondos para adquirir todo tipo de maquinaria agrícola, al tiempo que se roturan nuevas parcelas de tierra en toda la parte central de Siberia por campesinos propietarios (como el padre de Rasputín).
La parte positiva de esto es que a principios de siglo XX Rusia es el principal exportador de granos y cereales del mundo, lo que constituirá el principal aval para futuras inversiones en tecnologías.
Por el contrario Rusia, tiene que depender de varias naciones extranjeras, principalmente Alemania, para que su producción agrícola se mantenga. Especialmente por la falta de fábricas de abonos y nitratos. El resultado fue que Rusia se convirtió en la 5ª Potencia económica del mundo.
Alejandro III, muere asesinado y su heredero Nicolas II, continua la política de reformas económicas de manos del primer ministro Witte, quien entre otras cosas acomete una reforma del sistema monetario (nuevas emisiones de papel moneda y de acuñaciones de moneda en metales preciosos). Así como limitaciones al intercambio de moneda papel y divisas en metal precioso (logrando contener la inflación hacía 1897).
Entre 1900 y 1905 Rusia sufre su primera crisis económica, tanto por la pérdida de competitividad de sus exportaciones en cereal frente a los Granos de todo el continente Americano, de Australia y de Francia. Junto a la inútil y desastrosa guerra contra Japón.
La revolución subsiguiente, obliga a tomar profundas medidas de renovación tanto por necesidad económica como por estabilidad política.
La primera de estas medidas fue el desarrollo de una potente industria pública minero - siderúrgica, junto con el desarrollo del ferrocarril (pasando en 1892 de 31.200 Km. de vías férreas a 70.000 Km. en 1914, solo por detrás de los Estados Unidos y Gran Bretaña).
La siguiente medida fue el desarrollo de nuevos cultivos en el periodo 1895 a 1905, con la introducción del cultivo en masa de Patata, Remolacha, Té y sobre todo algodón.
Para 1910, Rusia era el principal exportador del mundo de raíles de ferrocarriles (quizás de poca calidad pero muy baratos y útiles para los ferrocarriles de poca intensidad de tráfico) así como otros productos siderúrgicos baratos. También de granos y sobre todo de tejidos de algodón crudo (a un precio bastante competitivo y demandados en todo el mundo).
El problema, durante el reinado de Nicolas II, es que la expansión económica tan rápida requiere de fuertes sumas de capital, que Rusia y su deuda pública no pueden atender; por lo que tiene que recurrir al capital extranjero tanto público como privado para acometer los gastos requeridos. Lo que a su vez somete a Rusia a presiones cada vez más crecientes en la dirección de su política exterior (en especial hacia 1905 cuando Francia sustituye a Alemania como el principal dueño de la deuda externa Rusa).
Desde el punto de vista económico, quizás Rusia no sea una gran potencia como el Imperio Británico, Francia, Alemania ó los Estados Unidos. Pero desde luego iba en camino de serlo. Sus productos exportables no eran muchos en tipos, pero si en cantidades, por lo que el Zar deseaba cuanto antes iniciar nuevas producciones, en especial en el ámbito industrial y sobre todo los descubrimientos y explotaciones de pozos de petróleo alrededor del Mar Caspio.
La primera guerra mundial, dio al traste con todas estas expectativas, una de las grandes carencias de Rusia fue que su campo andaba atrasado en cuanto a mecanización y medios de transporte (por decisión gubernamental que no deseaba incrementar la población de las ciudades con millares de ex – campesinos) por lo que un alto porcentaje de la población seguía siendo rural.
Al estallido de la guerra, los sobre costes en armas, equipos y sangre, la nación no puede técnicamente acometer un esfuerzo cuando el conflicto alcanza la escala de mundial, por lo que por primera vez la balanza de pagos pasa de ser positiva por las exportaciones a negativa por las importaciones de armas y equipo extranjero (Británico, Canadiense y Norteamericano principalmente) que tienen que ser pagadas en oro y sin financiación por la alta inflación de la moneda rusa, con lo que poco a poco la economía empieza a resentirse.
En las ciudades, se producen dos fenómenos que empeoran la situación, por un lado se produce escasez de alimentos ya que los transportes se han puesto al servicio del ejército y por otro las emisiones de moneda papel por parte del gobierno desembocan en una hiper – inflación. Con lo que se pone en movimiento dos de las tres causas del estallido de la revolución rusa (la tercera serán los desastres militares frente a Alemania).
Evolución socio – cultural:
La sociedad rusa de la época está marcada por dos grandes divisiones: una es la étnica (el océano Eslavo – Ruso – Ortodoxo, está plagado por decenas de pequeñas islas que son las minorías étnicas, que son mayorías dentro de su territorio) y otra es socio – económica (El país está ordenado en castas impermeables entre sí: la Nobleza y la Realeza, la burguesía Bancaria – Industrial – Comercial, los obreros y campesinos, más las minorías sociales que son Judíos y los Gitanos).
En general, lo primero que debemos tener en cuenta es el fuerte incremento demográfico que experimenta la nación durante el periodo explicado, pasando en 1860 de 74 millones de habitantes a 175 millones al inicio de la guerra mundial. (De la que un 80% es población rural).
El principal problema, va a ser que una expansión tan rápida de la población se hace a costa de la carestía de servicios básicos. (El gran drama va a ser analfabetismo, estimándose cerca de un 70% de analfabetos al estallido del conflicto mundial). Por otra parte el Índice de desarrollo humano está estimado en un 85% respecto a la media de las grandes naciones de Europa, aunque debido a los bajos sueldos de la industria y del cuerpo de funcionarios – militares rusos (que es el responsable de la competitividad rusa de muchos de sus productos en los mercados internacionales) la renta básica del ruso medio apenas llega a 1/3 del británico medio.
Respecto al tema étnico, expuesto anteriormente, al inicio del reinado de Nicolás I el 60% de la población es ruso – eslavo – ortodoxa, seguido por un 18% de Ucraniano – Cosaco, Polaco - católica 6%, Finlandeses – Bielorrusos – Bálticos 10%, Centro asiáticos – Musulmanes 6%. Aunque la religión oficial del estado es la Cristiana Ortodoxa Rusa, el resto de cultos están permitidos.
En el aspecto cultural, el siglo XIX ruso, está considerado como el siglo de oro de las artes y las ciencias rusas (pues es cuando aparecen escritores como Zhukovski, Pushkin, Lérmontov, Tiútchev, Krylov, Belinski, Gertsen, Griboyédov, Ostrovski, Baratynski, Bátiushkov, Nekrásov, Tolstói, Tiutchev, Fet, Prutkov, Gógol, Dostoyevski, Leskov, Turgénev, Saltykov-Shchedrín. A lo que le seguirá en el siglo XX la edad de plata de las letras rusas.
Debido a la abundancia de alimentos, se desarrolla la primera cocina nacional rusa con multitud de platos y postres diferentes, muchos de ellos tomados a otros pueblos conquistados. Al tiempo que se crean por patrocinio imperial, las primeras federaciones y selecciones deportivas rusas.
En las artes de todo tipo, se pasa de un arte plasmado en sus millares de iconos a todo tipo de expresiones como el Ballet, el Teatro, la Cinematografía, la Fotografía, la ebanistería tradicional es sustituida por una nuevo estilo con gran demanda en toda Europa y América, lo mismo se puede decir se su arquitectura estilo neo – clásica y neo – bizantina.
Respecto a su ciencia, los avances rusos en materia de química son notables a finales de siglo XIX, aunque pronto se ven superados por sus mucho más avanzados rivales de centro Europa.
Como podemos ver en lo social, cultura y tecnológico, Rusia también se encuentra en plena transformación. Por lo que frente a una evolución siempre aparecerán elementos retrógrados que tratarán de marcha atrás asustados por la pérdida de poder e influencia. Como es el caso de los jerarcas de la iglesia Ortodoxa y quizás este hecho pueda explicar la llegada de Rasputin a San Petersburgo.
Rasputin en San Petersburgo:
Si hasta ahora tenemos poca ó escasa información contrastada de la vida y andanzas de este jeta redomado pero a su llagada a la entonces capital del Imperio Ruso, está relativamente bien contrastada y registrada.
De lo que sabemos es de su llegada a la ciudad en 1903 y de su presentación en la corte el año 1906. La pregunta es ¿Qué hace durante este tiempo?
Para responder a esta cuestión, debemos tener en cuenta el siguiente detalle, Rasputin no viaja a San Petersburgo, sino que se le llama a la ciudad (es decir él llega en tren, en primera clase, se aloja inmediatamente en hoteles, come y cena en restaurantes de categoría y asiste a cenas de gala, etc.) De todo esto surge la primera duda, quien le llama. Tradicionalmente se han barajado los siguientes posibles candidatos:
El obispo Hermogenes => Preocupado por la occidentalización de la monarquía y de la paulatina pérdida de influencia espiritual y moral de la iglesia ortodoxa en la sociedad y el gobierno rusos. Busca un “milagrero” que haga volver al redil a una sociedad cada vez más laica y a un gobierno que camina hacia la plena separación entre iglesia y estado.
La Ochjrana => Ya tenía experiencia, puesto que sus agentes habían escrito (ó hablando en propiedad plagiado) el manuscrito antisemita “Los Protocolos de los Sabios de Sión”, para atacar a los políticos más liberales. Por lo que les interesaba meter a un “protegido” ó mejor dicho un “elemento controlado” dentro de la corte del Zar en especial para hacer variar sus políticas más aperturistas.
Ciertos elementos de la corte (familiares del Zar) => Interesados en desplazar las preferencias del zar sobre otros parientes.
Una decisión del gobierno ó parte de él => puesto que Rasputin consigue, que el Zar desplace a una serie de viejos e incompetentes médicos por los mucho mejor preparados doctores de la academia de ciencias de San Petersburgo y así atraer la atención del Zar a los asuntos de estado.
La Gran Duquesa Militza => Había tratado con ella en Kiev, y quedó tan prendida de los poderes de Rasputin, que cuando se trasladó a San Petersburgo, mando llamarle, con la promesa de mantenerle a gastos pagados y presentarle a la más alta sociedad.
Nota: La mayoría de los historiadores han considerado a la Gran Duquesa Militza, como la verdadera responsable de la llagada de Rasputina San Petersburgo y a la corte. Por lo que se hace necesario un inciso Biográfico para aclarar el tema:
Nacida en 1866 era hija del Rey Nicolas I de Montengro y de Milena Vukotick, se casó en 1899 con el Gran Duque Pedro de Romanov (a su vez hijo del Gran Duque Nicolás de Rusia, a su vez tercer hijo varón del Zar Nicolas I).
Del matrimonio nacieron dos hijas (Maria en 1892 y Nadia en 1898) y un hijo (Roman en 1896). Su única aportación histórica fue la de introducir a su protegido Gregorio Rasputin en la alta sociedad rusa, donde le presentó a sus amigas Olga Lokhtina y sobre todo Anna Vyrubova (a su vez dama de compañía y supuestamente la mejor amiga de la Zarina).
Después de la revolución, huye con su marido e hijos a Crimea y de ahí son exiliados a Italia en compañía y protección de los Reyes de Italia. Les acompaña al exilio a Egipto, después de su abdicación en 1946. Falleciendo en Egipto en 1951.
Otra versión de los hechos, cuenta que llegó en la primavera de 1904 a la capital de los zares. Rasputin pretendía obtener audiencia con los soberanos a los que juzgaba demasiado occidentalizados; pretendía también, iniciarlos en la verdadera alma rusa. Su protector, el vicario de Kazán, le había entregado una carta de recomendación destinada al obispo Serguei, quien también se preocupaba por la peligrosa crisis espiritual que empezaba a minar Rusia.
Conquistado por Rasputin, el obispo le tomó bajo su protección y lo presentó al Patriarca Teófanes, confesor de la zarina Alexandra Feodorovna, al padre Iván de la parroquia de Kronstadt y al obispo Hermógenes de la diócesis de Saratov. Todos quedaron estupefactos por el fervor religioso de Rasputín, y por su talento de predicador. Le bendicen, considerándolo un “starets” ó "enviado de Dios", y lo llevan ante la Gran Duquesa Militza y su hermana la Gran Duquesa Anastasia, hijas del rey Nicolás I de Montenegro (ambas estaban casadas a dos hermanos, los grandes duques Pedro y Nicolás Nicolaievich, primos del zar Alejandro III). Sin embargo, su triunfo se paró aquí: volvió a su pueblo siberiano y no regresaría a San Petersburgo hasta 1905, cuando empezaría la tormenta revolucionaria.
Sea lo que sea, y sobre todo quien sea, lo cierto es que Rasputin a su llegada a la capital lo primero que hizo fue mirar a un lado de la calle y ver los grandes palacios. Mirar hacia el otro lado y contemplar las espléndidas iglesias y catedrales y seguramente pensó algo así, como: ¡Esta es la mía!
A partir de entonces se pone manos a la obra y poco a poco va incrementar su cartera de clientes, con personajes cada vez más ricos e influyentes. Aconseja oraciones, visita enfermos, realiza predicciones (a partir de las cuales los incautos toman decisiones al respecto) y sobre todo va escalando posiciones sociales al tiempo que va aprendiendo a moverse con soltura en la sociedad más exclusiva de Rusia.
Los estudiosos suponen que este periodo comprendido entre 1903 y 1906 fue un entrenamiento para ir preparándose para ingresar en la corte y en la familia imperial por la puerta grande.
Pronto su cartera de clientes se va a ir incrementando hasta que llega un momento que necesite alguno de su confianza para hacer pequeños trabajos y llevar la agenda, es aquí cuando haré un pequeño inciso para hablar de su hija María:
María Rasputin:
Nacida en 1898 y Bautizada Matryona, es la gran responsable de la mayoría de lo que conocemos acerca de Rasputin por su Biografía, y de la mayoría de los tópicos ocultistas (tales como los presuntos aciertos en sus predicciones).
En 1913, ella que es la hija favorita de su padre (que le cambia el nombre al más moderno y socialmente elevado de María) y su hermana Varvara / Bárbara son llamadas por Rasputin a San Petersburgo (su posición económica había mejorado inconmensurablemente desde que abandonó su aldea en Siberia).
La intención primaria era la de darles estudios para lo que les mete internas en la escuela privada Steblin – Kamensky, con la intención de convertirlas en "pequeñas damas" (Recordemos que solo la sociedad más rica podía permitirse el lujo de educar a sus vástagos en instituciones de esta categoría y prestigio). Además Rasputin tuvo que dejar su apartamento (pequeño pero lujosamente amueblado) para trasladarse a una residencia mucho más amplia a las afueras de San Petersburgo (una “dacha” ó chalet con un jardín que sirve las veces de huerto; por las pocas fotos es una vivienda más ó menos sencilla estilo campesino con adornos en los remates de madera tallada y construida con piedra y cal. Sus muebles son mucho más modernos y lujosos. Todo el exterior estaba vallado hasta la mitad con un muro de piedra pintado en blanco y la mitad superior con gruesos tablones de madera que ocultan la intimidad de la casa y del jardín. Después del asesinato de Rasputin, pasa a ser propiedad de su hija María y después de su exilio quedó abandonado, pero la gente y las autoridades comunistas durante décadas no se atrevieron a tocarlo temerosos del “espectro” de Rasputin. Hasta que en los años 70 un funcionario mandó derrumbarla para edificar un bloque de viviendas comunales. Hoy, el número 64 de la calle Gorojovaya. Sin que pasase nada de nada).
Durante su estancia en dicha escuela, se integró sin demasiados problemas entre sus compañeras entre las que abundaban las princesas y condesas de la más alta nobleza, así como las hijas de la más alta burguesía.
Poco después de estallar la guerra mundial se casó con un oficial del ejército de origen georgiano, llamado Pankhadze (que gracias a las influencias de Rasputin, es destinado a una unidad de la reserva, en vez de ir al frente) al tiempo que trataba de seguir en el negocio con los clientes heredados de su padre.
Nada más enterrar a su asesinado padre (durante años, solo sabía que su padre tenía tratos con un cliente al que se refería con el sobrenombre de “El Enano” y que esa noche iba a verle.
Dijo a la policía todo lo que sabía, pero solo le permitieron identificar al cadáver y recoger el certificado de defunción. Sin que se investigara nada más), se divorcia de su primer marido y se casa con Boris Soloviev, hijo de Nikolai Soloviev (tesorero del Sínodo Sagrado y cliente de su padre). Al parecer la intención era el ejercer la profesión (para lo que había estudiado hipnosis, había asistido a varias sesiones de Rasputin, aportando nuevos “conocimientos” como el espiritismo y hablar con los muertos) y ella seguir encargándose de las finanzas y colectas económicas. Sin embargo este matrimonio fracasará, principalmente por las infidelidades de su segundo marido.
Durante los primeros turbulentos meses de la revolución, se trasladan a vivir a Siberia a la antigua casa familiar y desde ahí trataron de organizar una fuga de la nueva nación soviética, para lo cual usarían el dinero y joyas que habían podido rescatar. (Al parecer ambos eran valiosos presentes de los agradecidos monarcas Rusos).
En un primer momento Soloviev había tratado de fugarse con las joyas, pero al tratar de venderlas fue arrestado por los Bolcheviques, pero se libró del pelotón de fusilamiento delatando a varios oficiales rusos que viajaban hacia Ekaterimburgo para tratar de rescatar a la familia del Zar. Aunque eso sí perdió todo el dinero obtenido por las joyas.
Volvió al hogar completamente fracaso y humillado y de nuevo la pareja se puso manos a la obra con la intención de volver a fugarse. Esta vez, el plan era que ella trataría de hacerse pasar por una gran duquesa ó una princesa, hija perseguida de la familia imperial y recaudarían dinero en los hogares de los pocos partidarios ricos que quedaban del Zar diciendo que era una Romanov que trataba de escapar a China. A medida que las estafas salían más ó menos bien, su segundo marido empezó a contratar a jóvenes mujeres dispuestas a pasar por alguna de las hijas del Zar (quizás este sea el origen de la leyenda de la hija prófuga de la familia imperial).
Con el dinero reunido, el matrimonio partió hacia el exilio, (Se dice que los problemas legales que tenían para obtener el salvoconducto de salida de la Unión Soviética, se solventaron cuando María amenazó al funcionario comunista con una “maldición” sino le daba los documentos. Y es que el ser comunista tampoco presupone ser inteligente).
Primero hacia Odessa y luego en barco hasta Constanza en Rumania, de ahí en tren hasta la capital Bucarest donde María trabaja en un cabaret (algunos historiadores hablan de prostituta) hasta que obtienen suficiente dinero para viajar de nuevo en barco hasta Marsella y de ahí se afincaron definitivamente en París.
María trabajaba de costurera y Soloviev trabajó en una fábrica de automóviles hasta su fallecimiento por tuberculosis en 1926, dejando a la viuda con dos hijas pequeñas y ni un céntimo.
En este momento, María tiene que compaginar trabajos para sacar adelante a su hijas, en especial de institutriz (momento en que el conde Yusupov publica sus memorias reconociendo ser el asesino de su padre. Por lo que le demanda en la corte de París junto con el Gran Duque Dimitri como asesinos y reclamando una indemnización de 800.000 Dólares. Pero el tribunal falla en su contra por quedar el caso fuera de su jurisdicción).
En 1932, por pura necesidad económica publica la primera de sus tres Biografías sobre Rasputin (con el título de: Rasputín, mi padre) donde introduce todo tipo de exageraciones sobre supuestas curaciones milagrosas y un largo rosario de los aciertos de sus predicciones (respecto a esto último, casi todos los estudiosos serios coinciden en que es pura invención, puesto que no hay testimonio escrito u oral en la época en que supuestamente hizo dichas predicciones). Esta obra junto con otra, sobre recetas para cocinar sopa de bacalao, le permitió vivir unos años desahogadamente hasta que la depresión del 1929 la obliga a buscar de nuevo fortuna.
En la década de los años 30, aparece en varios circos de Europa y América como domadora de leones (promocionándose como: “la hija del famoso monje loco cuyas hazañas en Rusia asombraron al mundo”) hasta que en Perú tubo un accidente con un oso. Aunque siguió en el circo hasta que este llegó a Miami en 1937, donde dejó el mundo del circo y trabajó en un astillero de remachadora durante toda la II Guerra Mundial. Obteniendo la nacionalidad norteamericana en 1945. Previamente, en 1940 se casó por tercera vez con Gregory Bernadsky.
Por motivos económicos, tubo que seguir trabajando en diversas plantas de industrias relacionadas con la defensa hasta que en 1955 se tuvo que retirar por motivos de edad.
Sin embargo, al igual que su padre tenía problemas para administrar el dinero y ahorrar, por lo que no pudo jubilarse y pasó a vagar por diferentes empleos: limpiadora de hospital, niñera para amigos y vecinos, profesora de ruso... Además intentó seguir en el negocio familiar asegurando que poseía poderes Psíquicos, Espiritismo, Brujería, etc. Se asoció un tiempo con la impostora Ana Andersen, reconociéndola como la legítima hija del Zar (Anastasia).
Los últimos años de su vida, los pasó viviendo del seguro social, en una caravana en diversos aparcamientos de la Autopista de Hollywood en Los Ángeles. Muriendo en la total indigencia en el año 1977.
Una de sus hijas, se casaría con el embajador de Holanda en Grecia y se haría amiga de la hija de Yussupov (Irina) en los años 50. Sus descendientes viven actualmente en París
Un “jeta” en la corte del Zar:
Una vez llegados a este punto y antes de explicar las circunstancias que llevan a Rasputin a presencia de los Zares, pasaré a explicar lo más brevemente que pueda los miembros de la familia imperial y su incidencia en esta historia:
El Zar Nicolás II:
Nacido en el año 1868, hijo de Alejandro III y de la Zarina María Fiódorovna / Dagmar de Dinamarca. Educado según los protocolos de la corte y en el mismo palacio imperial, a caballo entre el reinado de su abuelo y de su padre. Profundamente marcado por ambos.
Educado como aristócrata y militar, también adquirió una profunda cultura (hablaba las lenguas Británica, Francesa y Alemán, a parte del Ruso y del Griego para las oraciones) y varios viajes a Gran Bretaña, Japón e India (en misión diplomática y de estudios) amén de numerosos viajes diplomáticos por todos los continentes.
Con respecto a su amplia familia, guardaba muy buenas relaciones con su primo el futuro Rey Jorge V de Inglaterra (al que además se parecía físicamente) pero con su otro primo el káiser Guillermo II era mucho más frío y distante.
A pesar de sus buenas cualidades, carecía de cualquier experiencia para el gobierno y según sus numerosos críticos, tenía un carácter poco propicio para acceder a un cargo de la responsabilidad y sobre todo las numerosas competencias que tenía el de Zar de todas las Rusias.
Durante el primer tercio de su reinado (iniciado abruptamente el 1 de Noviembre de 1894 por la repentina muerte de su padre) estuvo demasiado influenciado por sus tíos Serguei (principalmente), Pablo y Alexei (a la sazón, oficiales del ejército y de la armada). Además de por el Káiser Guillermo II (puesto que el estado alemán era dueño de la mayor parte de la deuda pública emitida por Rusia). Obteniendo los tres demasiadas prebendas de su inmaduro pariente.
Su timidez se manifestaba en especial en el consejo de ministros, donde era incapaz de manifestarse en contra de la opinión de sus ministros. Al tiempo, que en opinión de no pocos observadores, se dejaba manipular por su esposa en muchas decisiones transcendentales de gobierno y familia imperial.
Su gran pasión hasta el fin de sus días fue navegar en el yate Standart (sus críticos indicaban que gobernaba también como navegaba, fina ironía teniendo en cuenta las veces que el buque encallaba en bajíos). Así como estar con su esposa e hijos lejos de los problemas familiares.
Respecto, a su coronación, debió de posponerse hasta su matrimonio en 1896 tanto por el luto como por la oposición de la familia imperial a su matrimonio, celebrado finalmente el 26 de noviembre de ese mismo año con Alix de Hesse (Bautizada en la fe ortodoxa con el nombre de Alejandra Fiódorovna). Que si bien en general fue un matrimonio bien avenido, dio pábulo a numerosos rumores (en especial sobre quien llevaba las riendas de la casa y por ende del estado) si bien lo único que se puede afirmar con rotundidad es que puso fin a la influencia excesiva de determinados parientes sobre las decisiones del estado.
En la corte Rusa, la nueva emperatriz nunca supo ganarse a la nobleza y al resto de la familia imperial, siendo considerada demasiado fría (sobre todo con la madre del Zar, aunque entre suegras y nueras, ya se sabe...) Pero el problema principal fue el prematuro matrimonio después de muerto el anterior Zar, que el pueblo vio como señal de mal agüero.
Del matrimonio, nacerían 4 hijas y 1 hijo, el heredero.
En la política exterior destacaremos lo siguiente: Influido, al principio por sus consejeros y manipulado (ó chantajeado, según se mire) por su primo el Káiser de Alemania, practico una política imperialista en Asia: Interviene en la guerra Chino – japonesa de 1896 (rivalizando con el resto de potencias europeas en la zona), establece la base de Port Arthur en 1898, ocupa Manchuria en 1900, interviene en contra de los intereses Británicos en Persia en 1907. Aunque también es uno de los instigadores de la conferencia de desarme de La Haya entre 1899 y 1907.
Entre 1900 y 1910, trastoca completamente su política exterior (Alemania no concede los empréstitos que necesita para la modernización del país y no le queda otro remedio que pedir ayuda al capital Francés y aceptar las nuevas condiciones que impone la República Francesa. Sin embargo Guillermo II siempre trató de recuperar la influencia perdida recurriendo a la fuerza y el chantaje. A la larga seria esta la ruina personal de Nicolás II).
De cara al interior, se convierte en el “Defensor de todos los pueblos Eslavos y Ortodoxos del mundo” por lo que tuvo varios conflictos, sobre todo con Austria – Hungría, especialmente al firmar varias declaraciones de amistad y alineamiento con el Reino de Serbia, que acaban con un sonoro fracaso diplomático cuando Austria se anexiona Bosnia en 1908. Para colmo los conflictos Balcánicos de 1912 y 1913 acaban definitivamente con la influencia de Rusia y de cualquier potencia, sobre los Balcanes.
El mayor error de su carrera fue la guerra contra Japón de 1905. Decidido a acabar con el avance Japonés sobre el interior de China y mal aconsejado por Guillermo II, declaró la guerra sin estar seguro qué iban a hacer el resto de las potencias Europeas.
Mal preparado, mal planificado y subestimando en todo momento al enemigo; los Japoneses no tardan en sitiar Port Arthur y en bloquear el puerto de Vladivostok. Hasta lograr la destrucción de dos de las cuatro flotas de las que tiene el país (Particularmente humillante fue el encuentro con los Japoneses en el Estrecho del Tsushima).
Finalmente debió de recurrir a los buenos oficios del gobierno de Estados Unidos que actuó como árbitro entre ambos conflictos (Rusia envió una delegación a quien el Zar puso al frente a un antiguo ministro de su padre: Sergéi Witte. Tal fue el manejo mediático de Witte que logró sacar ventajas aparentes de las paces que Japón deseaba imponer a Rusia y regresó convertido prácticamente en una especie de héroe. Después de dar su informe a Nicolás II, este lo nombró Conde.)
Su segundo mayor error fue entrar en la I Guerra Mundial, debido al asesinato del heredero Francisco Fernando de Austria, Austria lanzó un riguroso ultimátum al gobierno de Serbia y al no poder cumplirlo, le declaró la guerra.
Nicolás II, trató de evitar el conflicto y mediante un intercambio de correspondencia con el Káiser trató por lo menos que el conflicto no se generalizase por toda Europa.
El 31 de Julio de 1914, ordenó al principio de movilizar tropas solamente en la frontera Austro – Húngara pero, por un error fatal, al dar la orden de movilización general, se olvidó que el plan incluía la movilización frente Alemania y como resultado, el gobierno Alemán declaró la guerra esa misma tarde.
Durante el primer año del conflicto, logró algunos éxitos iniciales contra el ejército Austriaco y pudo avanzar sobre el interior del territorio Austro – Húngaro (pero se frenó este avance cuando Francia, que deseaba sacar a Austria del conflicto solicitó detener dicho avance para dar paso a unas negociaciones secretas que fracasaron). A su vez el avance por dos frentes por Alemania, acabó en un desastre y para mediados de 1915 estaba, la totalidad del ejército Ruso, en retirada.
La primera acusación dirigida contra el Zar por su relación con Rasputin, surge cuando por decisión del propio Zar este parte hacia el frente para hacerse cargo del ejército, relevando del mando a su tío Nikolay Nikoláyevich.
(De este último hecho, no está claro el motivo real, algunos sugieren que Rasputin había tenido una “visión” donde veía al ejército Ruso victorioso marchando sobre Berlín, estando al frente de ese ejército el monarca montado en un gran caballo blanco y con un áurea sagrada.
Otros sugieren que fue una huida de sus responsabilidades en San Petersburgo, poniéndose al frente de un ejército que de todas formas funcionaba de forma autónoma por frentes y teatros).
Siendo el motivo que sea, el resultado fue desastroso por partida doble: su mando fue tan caótico y desastroso como siempre, por lo que empezó a ser odiado entre la tropa y la baja oficialidad por las ofensivas carentes de sentido que solían acabar en una carnicería a manos del ejército Alemán y para colmo dejó en la regencia a su esposa (y, supuestamente, esta bajo el influjo de Rasputin). Quienes se ganaron pronto la mala fama de despreciar los sufrimientos de las clases más humildes y todo esto unido a los orígenes germanos de la Zarina (sospechosa a ojos del pueblo y de no pocas nobles y burgueses).
Sobre esto último, el Gran duque Nikolay Nikoláyevich, fue una fuente inagotable de acusaciones y rumores contra ambos personajes pues se veía perjudicado en sus intereses personales (Muchos historiadores sostienen que Rasputin aconsejó a la Zarina alejar a dicho personaje del poder, y la Zarina a su vez al Zar que le relevara del mando puesto que temían que tratara de hacerse con las riendas del poder y con el trono. Siendo este el primer gran enemigo que se ganó Rasputin hasta el último día de su vida).
En la política interior, el reinado de Nicolás II, pivotó sobre tres momentos:
Régimen autocrático (1894 – 1905): Al principio trató de seguir la línea autoritaria y continuista de su padre. Aunque algo más suavizada, especialmente trató con todas sus fuerzas la industrialización de la nación (con lo que surgieron problemas con los proletariados y su organización en sindicatos más ó menos clandestinos). Al tiempo que trató de frenar el proceso constitutivo de los elementos más liberales del régimen.
Si bien estos dos movimientos se encontraron con la oposición tanto del propio Zar como de los elementos más conservadores y reaccionarios del gobierno. Por lo que a su vez se radicalizaría parte del movimiento reformista (entre ellos, el de Vladimir Ilich Uliánov, más tarde Lenin y el de Trotsky) teniendo como triste resultado el agravamiento de los grandes problemas históricos del régimen zarista: la pobreza del campesinado, la desigual distribución de la tierra, y la fuerte restricción en el acceso a los cargos públicos. Esto iba a ser el caldo de cultivo en los sindicatos de las industrias para los grupos revolucionarios que ya estaban en gestación.
Del Domingo Sangriento a la constitución y a la guerra mundial (1905 – 1914): El desastre contra Japón, se vio ensombrecido por un hecho luctuoso: Un cura llamado Yuri Gapón convocó una marcha de campesinos, obreros y en general gentes del pueblo, descontentos por sus condiciones de vida. Exigiendo mejoras y el establecimiento de un programa de reformas políticas que al menos suavizara el régimen autocrático.
Al llegar al Palacio de Tsarkoye Selo, el domingo 22 de enero de 1905, a las 14 horas; la familia imperial estaba fuera y solamente permanecía en el al mando el príncipe Sviatpolsk Mirski, con un regimiento de infantería de la guardia y un escuadrón de cosacos de la guardia. Ordenando abrir fuego y cargar contra la muchedumbre. Con el triste final de más de 92 muertos.
El resultado, fue que Mirski fue destituido y Witte fue llamado al frente del ministerio del interior, en un intento de acabar con las protestas que se extendían por todo el país.
Para el Zar, lo peor seria el atentado en que fallecería su tío Sergio y la esposa de éste Isabel Fiódorova (hermana de la Zarina), junto con el amotinamiento del acorazado Potemkin y el estallido de una huelga general, obligaron a una decisión drástica.
Por consejo de Witte, se firmó una ley más ó menos constitucional por la que entre otras figuras, creaba la Duma ó parlamento para el año siguiente.
Nicolás II, nunca quisó entregar todo el poder y nada más tener noticias que el parlamento planeaba nuevas leyes para retirarle más poderes (en especial los nombramientos) disolvió la primera Duma y obligó a Witte a dimitir, nombrando en su lugar a Pyotr Stolypin (anteriormente ministro de interior).
Aunque como contrapartida realizó una reforma agraria, para dar tierras a un buen número de campesinos, lo que mejoró notablemente la imagen y popularidad del Zar.
En 1909, la tercera Duma y el gobierno de Stolypin, trataron de deshacerse de la cada vez más nefasta influencia de Rasputin. Para lo que propusieron desterrarlo. En su lugar, el gobierno y Stolypin cayeron en desgracia, forzando su dimisión ante los constantes ninguneos del Zar. (En 1911, Stolypin moriría asesinado en un teatro inaugurado por los zares en Kiev, por un revolucionario.)
Los siguientes gobiernos estarían presididos por Kokovtsov, Stürmer, Sazonov y Protopopov. Todos incompetentes para el cargo y todos, supuestamente, nombrados por influencia de Rasputin.
De la Guerra Mundial a la abdicación y asesinato (1914 – 1918): Para el año 1917, el gobierno y el frente empezaron a desintegrarse. Para colmo, las constantes derrotas frente a Alemania, llevan a la emperatriz a formar la cuarta Duma con el reformista Kérenski al mando.
La primera medida del nuevo gobierno, fue destituir al Zar del mando del ejército y solicitarle la abdicación. Incapaz de oponerse a ello y viéndose en una situación sin salida, el zar aceptó abdicar en favor de su hijo Alexei, pero por su juventud y estado de salud cambió de idea y abdicó el 20 de marzo de 1917 en favor de su hermano Miguel, para que gobernara con el título de Miguel IV. Pero este rechazó el título dos días después.
Por lo que se proclamó la república Soviética de Rusia. Devuelta del frente y antes de llegar a San Petersburgo (re - bautizado Petrogrado, con motivo de la guerra) es arrestado y confinado con el resto de su familia en el palacio de Tsarkoye Selo.
Kérenski, aunque no era enemigo personal del Zar, era consciente de su impopularidad y como ni los aliados occidentales no lo querían en su territorio (puesto que no deseaban enemistarse con las nuevas autoridades revolucionarias, en especial cuando el Soviet de Petrogrado prohibe su salida del país). Optó por exiliarlo a Siberia, alojándose en el antiguo palacio de los Virreyes en Tobolks. (Nuevamente nadie en Europa quería al Zar en su país y pocas potencias confiaban que Kérenski pudiese mantenerse mucho tiempo en el poder).
Tan pronto los Bolcheviques, de ideología revolucionaria radical, se hacen con el poder en octubre de ese año por golpe de estado y la promesa de sacar a Rusia de la guerra. Kérensky tiene que abandonar el país, al tiempo que firman con Alemania la paz en Brest – Litovsk.
El nuevo jefe del gobierno Yákov Sverdlov, se hace cargo personalmente de la situación del Zar y la familia imperial. Trasladándolos inmediatamente a Ekaterimburgo, mucho más fiel a los Bolcheviques que Tobolks.
Tanto Lenin, como el resto de altos cargos del partido Bolchevique, temían que Alemania, ó las potencias occidentales trataran de re – implantar el régimen monárquico. Por lo que al saberse que la legión Checa (que se había pasado en masa a los Blancos) estaba marchando a marcha forzada hacia Ekaterimburgo, se ordenó que el responsable Bolchevique local, Yakov Yurovsky y un escuadrón completamente a fin eliminaran a la familia imperial e hicieran desaparecer sus restos, cosa que hicieron en la noche entre el 17 y el 18 de Julio de 1918.
Los cuerpos fueron hallados en una mina a 12 Km de la ciudad en 1979. Pero hasta 1991 no fueron oficialmente desenterrados. Faltaban los del hijo y el de la hija mayor (que serían descubierto e identificados finalmente en el año 2007).
Toda la familia imperial fue enterrada en 1998, en la catedral de San Pedro y San Pablo, siendo además canonizados en el año 2000.
Con esto concluye mi retrato sobre el Zar, respecto, a su relación con Rasputin, debemos indicar que fue mucho menos estrecho del que tradicionalmente se ha pensado, puesto que solo le consideraba un simple amigo y confidente de su esposa.
Más espinoso es el tema de la influencia que su mujer tenía sobre él, y se acusó al contubernio entre Rasputin y la Zarina de propiciar cambios de gobierno (hasta 5 ministros de interior nombrados ó destituidos por ellos). Aunque otras fuentes matizan mucho más esta influencia, por ejemplo la Zarina era totalmente contraria a la guerra contra Alemania, a pesar de ello, el Zar siguió adelante en la loca aventura.
La Zarina Alejandra:
Nacida en Darmstadt, Ducado de Hesse, Imperio Alemán en 1872, hija del Gran Duque Luis IV de Hesse y de Alicia de Sajonia – Coburgo – Gotha. Fue educada a la vez en Gran Bretaña por su abuela la Reina Victoria I y en Alemania por su propia madre. Lo que permitió tener una formación académica notable para una mujer de su época en: Literatura, Geografía, Música, Historia, Aritmética, Religión e Idiomas extranjeros (Inglés, Alemán y Francés).
Sin embargo pronto tuvo el problema de su religión, pues fue bautizada Cristiana Luterana Alemana (fe en la que creía con sincera devoción) y curiosamente para su destino nunca fue capaz de hablar el idioma Ruso con soltura.
Los cronistas de la época hablan de una mujer alta, hermosa y de fuerte carácter, aunque se movía torpemente por culpa de una ciática.
En su juventud fue pretendida tanto por el Duque de Clarence y Avondale, Alberto Eduardo (el hijo más joven del príncipe de Gales) y por el Príncipe de Baden, Maximiliano. Pero en contra de los deseos de su abuela, prefirió casarse con Nicolas II, mientras que su hermana Isabel se casaba con el Gran Duque Sergio de Rusia.
El noviazgo y matrimonio ocurrieron durante el luto oficial por el Zar Alejandro III, que fue mal visto por el pueblo ruso como mal augurio. Máxime cuando en vida, Alejandro III se había opuesto con todas sus fuerzas a ese enlace. Que prefería casar a su hijo con una hermana del Káiser Guillermo II. (Si bien este matrimonio no salió adelante tanto por oposición de Nicolás como por oposición de Margarita a abandonar la fe Luterana).
El matrimonio se celebró en 1895, fue seguido por cinco hijos (4 Chicas y un Chico) que ella misma optó en contra de la costumbre de la corte rusa educar y criar bajo su seno. Sin embargo nada más descubrirse la hemofilia en su único hijo, la llevó a volcar sobre este toda su atención y preocupación.
Desesperada, por la falta de cura y segura que ella era la transmisora de esta enfermedad genética, se culpó a sí misma y lo atribuyó a un castigo divino, por haber abjurado de su religión Luterana y haber adoptado la religión Ortodoxa.
Pronto sus dependencias de palacio se convirtieron en una “corte de los milagros” pues llamó a su lado a cualquier vidente, curandero y sanador que se daba a conocer al tiempo que uno a uno llegaban médicos de todo tipo y condición con remedios de todos los colores y sabores.
Respecto a sus relaciones con su familia política y con el resto de miembros de la corte pasaron entre frías y en ocasiones tensas y no tardaron estos en manifestar su rechazo contra “La Alemana”. Por otra parte ella se saltaba siempre que podía la rígida etiqueta rusa. En lo político fue siempre firme defensora de los derechos divinos de su marido, de su autocracia y de su no requerimiento de la aprobación popular en sus decisiones de gobierno.
Con el estallido de la I Guerra Mundial, la Zarina se manifestó en todo momento partidaria de la paz (no sabemos si por convencimiento propio ó por su origen Alemán). Con el desplazamiento del Zar a tomar el mando de las tropas, ella quedó como regente en San Petersburgo, pero durante los dos años siguientes el gobierno ruso (y con él, la popularidad de la monarquía) se deterioró.
Optando pasar el resto de la guerra como enfermera en un hospital, actividad que compaginaba con la de regente del Zar durante su ausencia.
Pronto los rumores y acusaciones (la mayoría sin fundamento), acosaron a su entorno (amante de Rasputin, espía Alemana, traidora, Corrupción, frivolidad ante los sufrimientos del pueblo...) que van a ir minando poco a poco su credibilidad.
Lo cierto, es que la guerra tubo consecuencias catastróficas sobre la economía y la sociedad rusa. Y cuando el zar asumió el mando personal del ejército, cuando sufrieron derrotas y sus consecuentes sangrías, fue responsabilizado de ello y con él, todo el régimen monárquico.
Para 1917, la situación empeoró al saber que un envío de cajones de madera a los prisioneros rusos en Alemania no contenía vodka ó alimentos sino Biblias, estallando los primeros disturbios y enseguida huelgas en los trabajadores del metal. Pronto el conflicto se extendió por todo Petrogrado y cuando el Zar abdicó en el tren que le traía de vuelta a casa, toda la familia se reunió de nuevo en el palacio imperial. Tratando inútilmente de organizar, con el embajador del Reino Unido, el exilio a Gran Bretaña.
El nuevo gobierno provisional de Kérenski, temeroso de más desórdenes, encerró a toda la familia en el palacio de Tobolks y de ahí fueron llevados a Siberia, hasta que las nuevas autoridades Bolcheviques los llevan a Ekaterimburgo, donde sería finalmente ejecutada con el resto de familia y criados en 1918.
Curiosamente sus restos fueron la fuente de ADN necesario para la identificación de todos los miembros de la familia imperial tan pronto los cadáveres fueron desenterrados.
Ahora quiero aclarar tres temas:
Iº) ¿Era realmente tan influyente como siempre se dijo?
Es cierto que el carácter tímido e indeciso del Zar estaba más que demostrado, pero de eso a decir que gobernaba su mujer, es como mínimo exagerar. El caso más claro fue la decisión de entrar en guerra contra Alemania.
IIº) ¿Cuál era la naturaleza de su relación con Rasputin?
Posiblemente una simple amistad, de la que Rasputin se aprovechó en todo momento, para obtener todo tipo de prebendas y en general para recomendar a otros clientes para puestos claves.
IIIº) ¿Cuál fue su grado de responsabilidad en los fracasos de Rusia?
Absolutamente ninguna, uno de los aspectos que el Zar menos discutía con su esposa era el mando del ejército y salvo los supuestos ascensos de militares por consejo de Rasputin (nunca probados del todo), el control de las operaciones y la movilización general nunca fueron de su competencia.
En definitiva, las relaciones y supuestas conspiraciones entre la Zarina y Rasputin, no fueron más que pobres excusas para ocultar las incompetencias y fracasos de docenas de altos cargos civiles y militares.
Las hijas de la familia imperial:
Las Grandes duquesas Olga (1895), Tatiana (1897), María (1899) y Anastasia (1901), son las que menos pintan en esta historia, así que no escribiré más detalles de los realmente imprescindibles.
Sin embargo hablaré un poco de otra farsante; el caso de Ana Anderson: (¿1896? – 1984).
En 1920, una joven mujer fue rescatada en Berlín, después de que saltara, por causas desconocidas, sobre un canal de la ciudad con evidentes intenciones suicidas. Sacada del agua y al ser interrogada por la policía, sus respuestas no pudieron ser más incoherentes (puede que ni si quiera comprendiese el alemán) por lo que pasó a la tutela del estado y enviada a una institución mental, el hospital psiquiátrico de Dallford. La joven presentaba, según los informes médicos, media docena de heridas de bala y diversas laceraciones, incluyendo una cicatriz en forma de estrella en la parte posterior de la cabeza (los médicos creyeron, inicialmente, que ese golpe en la cabeza era la causa de su amnesia provisional) y una cicatriz de forma triangular en uno de sus pies. Los médicos también supusieron que la mujer era, posiblemente, una “refugiada rusa”, por su acento oriental. Ya que raramente hablaba y se negaba a facilitar información sobre sí misma al personal del hospital, las enfermeras la conocían como “Doña Desconocida”.
Entre 1921 y 1922, empezó a referirse así misma como la Gran Duquesa Anastasia, última hija de los zares y escapada “milagrosamente” de la muerte. Permaneció otros dos años más en el hospital.
Posteriormente a su alta, una interna confesó a la enfermera que la atendía que fue ella la responsable de tal afirmación al indicar a su compañera de habitación que se parecía a la Gran Duquesa Tatiana (pues había visto una foto suya en una revista).
Decidió quedarse en Alemania y se nacionaliza con el nombre de Anna Tschaikovsky (según explicó a sus confidentes, este era el apellido del soldado, de nombre Alexander, que la rescató viva tras la ejecución, se casó con ella y fue el padre de su hijo).
Según su relato: los ejecutores cuando empezaron a disparar, ella se desmayó y cayó al suelo. El cuerpo de su hermana Tatiana le habría servido de escudo contra las balas.
El soldado Tchaikovsky y su hermano, también integrante del pelotón de ejecución, se dieron cuenta de que aún estaba viva y la sacaron del edificio una vez los últimos guardias habían abandonado el sótano. Tras su rescate Alexander, la llevó hasta Bucarest en compañía de la madre y los dos hermanos de éste, Serge y Verónica. Explicó que ya en Bucarest se casó con Tschaikovsky, con el que tuvo un hijo, y que más tarde su marido habría perdido la vida en una reyerta callejera. Tras la muerte de su marido, dejó a su supuesto hijo en un orfanato y partió hacia Berlín.
(Aquí está la primera contradicción de su relato, puesto que los modernos investigadores además de comprobar que según la documentación emitida ningún Romanov sobrevivió a la ejecución, se comprobó los nombres y apellidos de los diez ejecutores. Ninguno se llamaba Tchaikovsky. Tampoco explicó que: si era la hija del Zar, porque no visitó en Rumania a la prima de su madre la reina María de Rumania.)
Al salir del hospital en 1925, quedó a cargo de un emigrante ruso, el barón Von Kleist, los historiadores también han supuesto que el fue el “inventor” de la reivindicación de Anna Anderson, e incluso que había acordado una compensación económica (se habló de hasta 50.000 Coronas danesas) por sus servicios a cambio de ayudarle a conseguir el reconocimiento de la Emperatriz Viuda, que estaba refugiada en Dinamarca.)
Por causas desconocidas Anderson huyó de casa de Von Kleist y fue acogida por el inspector de policía Grünberg.
Tanto en el tiempo que pasó en el hospital, como durante su vida primero con Von Kleist como con Grünberg, fue visitada por diversos parientes femeninos de las hijas del zar, todas coincidieron en que mentía: ni su altura, ni las huellas de su dentadura, ni la forma de sus orejas, ni su letra, se correspondían con Anastasia. Ni si quiera hablaba bien la lengua rusa y desconocía por completo el Inglés y el Francés. Y por supuesto no tenía ni idea del ritual Ortodoxo, solo el católico.
El mayor problema, empezó cuando mucha gente intentó ganar dinero a costa del caso, entre ellos una banda de estafadores, que empezaron a vender a los incautos y crédulos bonos que por garantía de un supuesto depósito de oro en el banco de Inglaterra ó en un banco suizo realizado por el Zar antes de la revolución y que pasarían a manos de Anastasia tan pronto esta fuese reconocida como la heredera legítima. Por ello mucha gente comenzó ha hacer propaganda a favor de Anderson.
Debido a lo anterior, optó por poner tierra por medio y en 1928 se mudó a los Estados Unidos. Instalándose a vivir con unos parientes de la familia imperial. En 1929, se fue a vivir con una solterona millonaria, Annie B. Jennings, pero pronto la relación se agrió y después de varios incidentes con la bebida acompañado de violentas discusiones, fue internada en un psiquiátrico por orden judicial. Permaneciendo en él hasta el año 1932, en que volvió a Alemania y volviendo a ser alojada en otro hospital mental cerca de Hannover.
Entre medias, entre 1928 y 1938 llevó el caso a los tribunales alemanes contra el resto de miembros de la familia Romanov que no la reconocían como la hija del Zar. Pero el tribunal falló que no había pruebas suficientes para soportar su causa, al tiempo que negaba la veracidad de los testimonios presentados por los periódicos sensacionalistas.
En 1949, fue alojada por el príncipe Federico de Sajonia - Altenburg, en un antiguo cuartel cerca de la selva negra.
En 1968, volvió a emigrar a los Estados Unidos, casándose con un partidario de su causa, John Eacott Manahan. Ambos sobrepasaban los 70 años. En 1979 fue operada de un tumor alojado en el intestino delgado y en 1983 volvió a ser alojada en un hospital hasta que fue “raptada” por su marido, hasta que fueron detenidos por la policía y devueltos de nuevo al hospital psiquiátrico. Murió de neumonía en 1984 y sus cenizas fueron enterradas en el cementerio en el Castillo de Seeon en Alemania.
A principios de los 90, fueron desenterrados los cuerpos de la familia imperial, a parte de realizar los análisis de ADN de miembros de la familia real Británica para identificar positivamente los restos, se hizo la misma prueba con el ADN de Ana Anderson (por unos mechones de cabellos donados décadas atrás). Los resultados fueron concluyentes. Efectivamente faltaban del enterramiento principal, los cuerpos del Zarevich y de una de las hijas; pero resultó que era la hija mayor Olga la que faltaba. ¡Los huesos de Anastasia estaban entre los cadáveres! En el año 2007 fueron encontrados los restos de los dos cadáveres que faltan y en el año 2009 se realizó la identificación positiva.
Los resultados del ADN demostraban de una vez por todas que mentía cuando afirmaba que era hija de los Zares de Rusia.
Los historiadores modernos y serios sugieren que en realidad se llamaba Franziska Schanzkowska, una obrera de Casubia (Polonia). La investigación fue llevada a cabo en los años 20, por un detective privado. Identificando a Anderson como Schanzkowska, nacida el 26 de diciembre de ¿1896? en Pomerania, Prusia Oriental (actualmente en Polonia). El ADN de Anna Anderson SÍ coincide con el de la familia Schanzkowski.
Como colofón a esta rocambolesca historia, otras 4 mujeres declararon ser Anastasia (y al menos un hombre el hijo perdido de Ana Anderson). Otros 7 hombres se declararon así mismo como el Zarevich y al menos otros 7 hombres y mujeres trataron de embaucar al resto del mundo declarándose como otros miembros de la familia imperial asesinada.
El Zarevich Alexei:
De este personaje, podemos destacar que su nacimiento en 1904 marca el fin de las preocupaciones por la continuidad de la dinastía, ya que después de 4 intentos este es el primer hijo varón (en la ley Rusa, la corona solo pueden heredarla los miembros masculinos de la casa Romanov).
Según varios testigos oculares, Alexei se convirtió en el centro de la familia, incluso antes de detectarse su hemofilia. Desde pequeño, sus padres le dieron la máxima libertad a fin de desarrollar mejor su propio auto control.
Su hemofilia fue detectada en 1905 y pronto centró la atención tanto de sus padres como del resto de la corte, atendido por la enfermera jefe Marie Vechniakova, que a los cinco años fue sustituido por un marinero de nombre Andrev Derevenko y un asistente Klimenty Nagorni. Especialmente, porque no se quiso hacer público hasta 1907 que el heredero padecía esta enfermedad congénita.
El significado histórico de este acontecimiento, tiene dos vertientes: La primera, la Zarina había visto morir al menos a cuatro parientes de esta enfermedad y los médicos imperiales no tenían ni idea de cómo curar ó por lo menos aliviar esta enfermedad. Por lo que la Zarina se sentía angustiada de tal forma que pronto empezó a consultar a magos, oráculos, santones y milagreros de todo tipo y condición. (Y es que el ser noble ó de sangre real no presupone ser más inteligente).
La segunda, la zarina al consultar por el origen de esta enfermedad, quedó horrorizada por cuanto supo que se trata de un mal hereditario. Es relativamente bien conocido que la Reina Victoria había sido el origen de la disfunción y que se transmite por vía materna, mientras que la padecen los hombres. Enseguida empezó a culparse (y en privado los demás miembros de la corte empezaron a acausarle de contaminar la sangre imperial) y a atribuirse esta enfermedad como un castigo divino por haber renunciado a su fe luterana a nueva religión por ortodoxa. Lo que la hizo caer aun más en las garras de cualquier desaprensivo religioso que pasara por la corte. (El camino empezaba a despejarse para Rasputin).
Sobre Rasputin y el Zarevich, tampoco se trataron tanto como siempre se ha dicho, sencillamente este dejaba hacer a los médicos, mientras rezaba con la zarina y luego se atribuía el éxito.
Durante un tiempo Rasputin vuelve a su aldea (en 1911 fue acusado públicamente y la Zarina le rogó que permaneciera un tiempo alejado de la corte), con su fortuna hecha, hasta que es requerido de nuevo y a toda prisa en 1912 pues el Zarevich volvió a sufrir una recaída particularmente fuerte de su enfermedad (se hizo una herida en una excursión familiar).
Pronto la acción de los médicos, unido a la inacción / oración de Rasputin, cursó su efecto y el Zarevich volvió a reponerse.
Con el inicio de la Guerra Mundial y con la decisión de Nicolas II de tomar el mando del ejército, este abandona la capital y marcha al frente en 1915 (bueno, para ser exacto a la retaguardia del frente), a petición de su hijo, este le acompaña. Si bien pronto lo tiene que devolver a casa puesto que a causa de un resfriado vuelve a padecer hemorragias. Tras su recuperación, vuelve al frente pero luego tiene que volver a casa de nuevo a finales de 1916 cuando sufrió otra serie de hemorragias.
La muerte de Rasputin y su respectiva noticia apenas afectaron al Zar que estaba demasiado ocupado con el ejército en ruinas, ni que se sepa al Zarevich que estaba en cama reponiéndose de su enfermedad.
El inicio de la revolución, provocó la reunión y arresto de toda la familia, que paso unos meses expectantes hasta su traslado a Siberia y allí pasaron el invierno entre 1917 y 1918. Poco después tiene un accidente jugando con un trineo y queda definitivamente postrado en la cama, hasta el día de su muerte.
El cuerpo del Zarevich y el de su hermana mayor Olga, después de ser asesinados, fue especialmente destruido con fuego y ácido.
Visto el Zarevich y su papel en esta historia, quiero hacer un pequeño inciso sobre la enfermedad de la hemofilia:
Es un trastorno genético del cromosoma X, por el cual la sangre humana sufre insuficiencia de globulina y le resulta difícil coagularse, tardando mucho en formarse el coágulo y siendo este de consistencia débil. Hasta principio de siglo XIX no fue estudiada su componente hereditario y no fue hasta 1928 cuando se acuñó el término de hemofilia.
Se diagnostica según el historial clínico del propio paciente y realizando un recuento de plaquetas en una muestra de sangre.
Los síntomas son las hemorragias internas (las más peligrosas) ó externas, provocadas ó naturales. Siendo el síntoma más doloroso las hemorragias intra – articulares, que llegan a provocar deformaciones.
El tratamiento, hoy por hoy se logra inyectando factor coagulante directamente en vena. Pero en épocas pretéritas se lograba mediante una transfusión masiva de sangre sana con dicho factor. También se recomienda la aplicación de tratamiento fisio – terapéutico para corregir malformaciones.
Visto los personajes más importantes de la familia y la corte imperial hablaremos de las actividades de Rasputin en la corte y su llegada a la misma.
Tal como vimos antes, fue La Gran Duquesa Militza, quien presenta a Rasputin a la mejor amiga y confidente de la Zarina Anna Vyrubova, además de ser agraciada con el título de Dama de honor de la emperatriz.
Anna Vyrubova (1864 – 1964).
Descendía tanto por padre como por madre de las más nobles familias de Rusia. Estuvo a punto de contraer matrimonio con Félix Yussupov, al que conoció en su juventud, ya que desde muy joven se trasladó a vivir a la corte imperial.
La zarina la apreció por su carácter fuerte y abierto (aunque a decir verdad su traslado a la corte simplificó demasiado su nivel intelectual). Por influencias de la Zarina contrajo matrimonio con un oficial de la marina (Alexander Vasilievich Vyrubov). Aunque por consejo de Rasputin se divorciaría de él más tarde.
Parece ser que fue ella quien dio el espaldarazo final de la entrada de Rasputin en la corte y quien lo presenta a la familia imperial. (No está claro sí por recomendación de Gran Duquesa Militza ó por recomendación eclesiástica).
Con el estallido de la I Guerra Mundial, se une como enfermera a la cruz roja acompañando a las hijas mayores de la Zarina y a la Zarina misma.
En 1915 fue herida en un accidente ferroviario, por lo que tuvo que reposar en la cama de su propia casa en San Petersburgo (cosa que le salvaría la vida más tarde, pues no está presente cuando estalla la revolución y escapa a Helsinki).
En Helsinki, llega en 1920 y se instala en una comunidad de refugiados rusos, incluido Maxin Gorki quien le ayuda a escribir sus recuerdos en unas memorias. Más tarde se haría monja ortodoxa, pero sin enclaustrase.
Con ayuda de la zarina, su amiga Anna; Rasputin comienza a organizar una serie de sesiones que se calificaron en su día como una mezcla entre exorcismo y plegaria. La llegada y presentación de Rasputin a la familia imperial es motivo de discusión, pero debió ser entorno a 1906. Por otra parte, los Zares quedaron muy impresionados de este hombre robusto, de barba y cabellos largos, botas de charol y vestido siempre con un largo y viejo abrigo que imita (intencionadamente) una sotana.
Rasputin aprovechando de la superchería y auto – inculpación de la Zarina y de la propia ignorancia de Vyrubova, aplica sus artes místico – sanatorias, siempre después de los tratamientos médicos, teniendo una serie de “Éxitos” demasiado importantes como para hacer sospechar al que redacta este artículo sino fue un simple instrumento para mejorar la salud del Zarevich, dentro de un plan médico trazado anteriormente. Los “éxitos” son:
1º) Manda descansar a la Zarina y la pone a rezar durante el tiempo en que el zarevich está siendo cuidado por facultativos de reconocido prestigio. Con lo que les deja trabajar en paz, al tiempo que alivia la angustia y el nerviosismo de la Zarina. (Aliviando a los médicos del tormento de los interrogatorios de una madre histérica).
2º) Sustituye a los viejos médicos de la corte por los mucho mejor preparados doctores de la academia de ciencias de Rusia. Lo que supone:
Acabar con los tratamientos mediante sanguijuelas => Con lo que se deja de inyectar el factor anticoagulante de las mismas y que es lo peor que se puede hacer para alguien que sufre hemorragias constantes.
Poner fin a la ingestión de Aspirina (hasta 1968, no se descubriría que la acción vaso – constrictora del ácido acetil – salicilico es muy negativa en hemofílicos).
Los nuevos médicos se dedican a practicar el remedio de transfusiones masivas de sangre con globulina, curando casi “milagrosamente” al Zarevich.
3º) Con sus oraciones, también tranquiliza al zarevich y sobre todo le manda descansar reposado en la cama, lo que le permite dormirse y dejar actuar a las plaquetas recién inyectadas.
Como vemos, no hay nada de milagroso ni hay hipnotismo ni magia de ningún tipo, simplemente tenemos a un vidente jeta que se aprovecha de la desgracia de unos y la desesperación combinada con la pobre cultura de otros. Que es lo que Rasputin llevaba haciendo toda su vida. Solo que ahora a lo grande.
El resultado, es que poco a poco los Zares quedan seducidos y encantados con el nuevo santón y le empiezan a invitar cada vez con más frecuencia a la corte y comienza a desplazar en influencia cada vez a más gente, con lo que se crea los primeros enemigos realmente poderosos (aunque esto último no le preocupa demasiado, ya que tiene a los zares como poderosos protectores).
Aunque fascinado por él, la elite de San Petersburgo no acepta ampliamente a Rasputín porque no encaja con la familia real. Y entre él y la Iglesia Ortodoxa rusa había una relación muy tensa. El Santo Sínodo le ataca frecuentemente, acusándole de una variedad de prácticas inmorales ó malsanas, pero este tipo de evidencias anecdóticas sobre la vida de Rasputín, aunque abundantes, deben considerarse con cautela.
Rasputín debido a que era un miembro oficial de la corte, (por lo que tanto él y su apartamento estaban bajo vigilancia las 24 horas del día) y, en consecuencia, existe una cierta evidencia, creíble, sobre su estilo de vida en forma de las famosa “notas en cascada” - los informes de la policía que no eran espías únicamente del Zar, sino también de los periódicos -.
Por ejemplo, recojo a continuación una breve relación de las acusaciones más repetidas:
Ex – miembro ó miembro en activo de “Los flagelantes” (según la fuente de los informes). Rasputin predicaba entre sus acólitos la idea de la práctica de la “alegría”, un ritual que trata de superar impulsos sexuales humanos por hacer partícipes en grupo de las actividades sexuales a fin que, al pecar conscientemente en conjunto, el pecado de la lujuria humana queda anulado. Además Rasputín asume la responsabilidad de hacer penitencia por los pecados de sus iniciados, mediante la auto - flagelación.
Como muchos rusos creyentes, Rasputin habla de la salvación. Pero a diferencia de lo que predica el clero y la iglesia oficial, la búsqueda del espíritu de Dios se hace dentro del individuo. También sostiene que el pecado y el arrepentimiento son interdependientes y necesarios para la salvación. Así, afirma que ceder a la tentación (y para él, esto significaba el sexo y el alcohol), incluso para disipar el pecado de la vanidad, se requiere padecer los efectos de la humillación. Todo lo que sea necesario para proceder al arrepentimiento y la salvación.
Rasputín era profundamente contrario a la guerra, tanto desde el punto de vista moral y como política. Lo que es tachado de antipatriota especialmente por los sectores más reaccionarios de la derecha rusa. Que también le acusa de saboteador político por influencia en la corte y con él, a la impopular Zarina de origen alemán. Llegando a acusar a ambos de actuar como espías alemanes.
Durante los años de la Primera Guerra Mundial, Rasputín, a pesar de su creciente ebriedad y su promiscuidad sexual. Acepta sobornos a cambio de ayudar a los peticionarios que acudieron a su apartamento, así como los paga para que sus críticos sean destituidos de sus puestos.
Como la mayoría de cristianos ortodoxos Rasputín se planteó la convicción de que el cuerpo es un don sagrado de Dios. Pero a diferencia de la mayoría, alcanzar la gracia divina por el pecado es uno de los secretos de las doctrinas que predica Rasputín (y que practica con su círculo señoras de la alta ó muy alta sociedad).
Cuando Rasputín expresa su interés en ir al frente para bendecir a las tropas a comienzos de la guerra, el Comandante en Jefe, el Gran Duque Nicolás, prometió colgarle si se atrevía aparecer por allí. A parte, Rasputín alegó haber tenido una revelación en la que el ejército ruso no tendría éxito hasta que el zar personalmente no tomase el mando. Con esto, el mal preparado Nicolás procedió a tomar personalmente el mando del ejército, con graves consecuencias para sí mismo, así como para Rusia.
Con el Zar Nicolás II en el frente, la influencia de Rasputín sobre la Zarina Alejandra aumenta enormemente. Pronto se convirtió en su confidente y asesor personal. También la convence para llenar algunas de las oficinas gubernamentales con sus propios candidatos para seguir el avance de sus carreras y exigir después su recompensa por sus servicios; Rasputín convive con muchas de las esposas de los patrocinados de clase alta. (Con la Primera Guerra Mundial, los rastros del feudalismo y autocracia en la sociedad, más una burocracia gubernamental abultada y prácticamente atrofiada, hacen que la economía de Rusia se hunda rápidamente. Muchos de estos males son culpa (ó por lo menos, se atribuyen) a la relación entre Alejandra y Rasputín).
En general la mayoría de las acusaciones carecen de fundamento, aunque con el tiempo algunas serían ciertas. Pero, de todas formas, sirven para minar poco a poco la popularidad de la familia imperial y de la dinastía. La prensa, por su parte encuentra un filón para atacar al gobierno y a su instrumento más odioso, la censura. Al tiempo que reclaman poner fin al poder absoluto del zar y exigir la total separación entre la iglesia y el estado.
Por otra parte, Rasputin empieza a presumir públicamente de su influencia en la corte y su acceso a la familia imperial. Así como su disoluto estilo de vida. Pero nobles, parlamentarios, mandos del ejército, etc. Reclaman y obtienen por breves periodos de tiempo que el Zar le aleje de la corte.
Por su parte al zar le llegan noticias muy poco agradables de la conducta, más ó menos, privada de Rasputin: Excursiones a casas de baño, Flagelación y Sexo violento tanto con damas de la alta sociedad como con prostitutas.
También se corría el rumor de que guardaba cabello de vírgenes. La institutriz real incluso llegó a decir que Rasputín había estado abusando de los hijos del Zar.
Para entonces, el pecador santurrón ya llamaba al Zar y a la Zarina “papá y mamá”. Dos ex – partidarios de Rasputín, Illiodor, el monje fanático de la extrema derecha y Hermogen, el obispo de Saratov, estaban convencidos que Rasputín era la encarnación del diablo. En 1911, le conducen a un sótano en el que le acusan de usar los poderes del diablo para hacer milagros y lo golpean con un crucifijo. Supuestamente Illiodor lo agarró diciendo: “Esto es lo que te está guiando”. Tan pronto lo liberaron, Rasputín relató el incidente a la Zarina como un intento de asesinato. En consecuencia, ambos clérigos fueron enviados al exilio.
El 27 de Junio de 1914 Rasputín volvió a su pueblo en Siberia. Al día siguiente recibió un telegrama y mientras se trasladaba a enviar la respuesta fue atacado salvajemente con un cuchillo por Chionya Gusyeva, una ex - prostituta deformada y sin nariz. Ella misma confesó más tarde a las autoridades haber sido enviada por Illiodor para asesinarle.
El “Auge” y la fortuna del Monje loco:
La vida de Rasputin, durante su estancia en la corte experimenta una mejora consustancial al nivel y categoría de sus clientes. Por primera vez en su vida sus malas artes no solo le proporcionan lo justo para sobrevivir (sin trabajar se entiende) sino que además disfruta y a lo grande de riquezas.
A partir del momento en que puede disponer de dinero e influencias, se da a la gran vida sin preocuparse de lo que piense la gente, pero también sin preocuparse del mañana (cosa que también su hija sufriría como vimos en la breve reseña biográfica redactada anteriormente).
¿Pero de donde viene el dinero? Y ¿Qué hace con él?
Para responder a la primera cuestión, debemos de enumerar sus negocios y ver lo que obtuvo de cada uno de ellos:
Como curandero + místico + adivino = Cuentista.
Su primer cliente fue la familia imperial (y no hablo solo de la zarina). Aunque no exigió un jornal elevado, tuvo algo que le valdría y mucho para su siguiente negocio. En su lugar, en primer lugar se le declara miembro oficial de la corte, con lo cual tenía si era su gusto alojamiento en palacio (respetando, eso si, los rígidos protocolos, horarios y la prohibición de recibir visitas), así como cuantos alimentos desease (siempre a las horas establecidas y comiendo en la mesa de los criados, según es su categoría social). Además la zarina le hizo un obsequio consistente en una camisa blanca bordada a mano (que siempre se ponía luego en sus ceremonias) y una sencilla cruz de madera con un cordel a modo de colgante (que se encontró en su cadáver).
Esto es lo que aparece y está confirmado en varios autores e historiadores diferentes. Sin embargo, algunas fuentes indican por boca de antiguos criados y trabajadores de palacio, que los zares hicieron entrega a Rasputin de regalos mucho más valiosos (joyas) y sustanciosas sumas de dinero en metálico. Este detalle no ha sido corroborado y en todo caso según declaraciones de Rasputin de la época, niega tales prebendas.
Los que se sabe que le hicieron fuertes sumas de dinero, fueron sus “pacientes” en su consulta particular. (Antes de llegar sus hijas de Siberia, Rasputin había estado viviendo en un apartamento en el centro de la capital, con la llegada de ambas, necesitaba una casa más grande para toda la familia, por lo que compró la famosa casa en las afueras, con jardín que convirtió en su domicilio particular. Pero no se desprendió del apartamento, que convirtió en una consulta de videncias y milagros. Y según la mala prensa de la época, en sede de todo tipo de orgías y fiestas salidas de tono). Estos al igual que los Zares, eran personas de la más alta clase social, con dinero abundante, preocupados por todo tipo de achaques: dudas sobre la viabilidad de tal ó cual negocio, matrimonios que se hunden, males de ojo y maldiciones, enfermedades psíquicas ó físicas, necesitados de consuelo espiritual de todo tipo etc.
Rasputin, según tarifas que fijaba su propia hija hacía de todo y a todos según lo que se le pagase, tanto en dinero como en favores.
El tráfico de influencias:
Con diferencia, esta es la actividad que más rentable le sale. Es bien sabido, que a medida que se va codeando con la más alta sociedad y con las gentes que ocupan puestos de poder y responsabilidad, comienza a ser rondado por todo tipo de trepas sociales y buscavidas que desean aprovechar en beneficio propio dichos contactos.
Rasputin, por su parte no hace ascos a cualquier dinero que acabe en su bolsillo, especialmente cuando son sumas importantes de él ó en su lugar nuevas influencias que poder comerciar en beneficio de él y de su familia y acólitos.
Obviamente no hay apenas pruebas escritas que hayan llegado hasta nuestras manos; pero por las acusaciones de la época vertidas en periódicos y panfletos, así como quejas expuestas en la Duma en sesión ordinaria, podemos resumir algunas de estas acusaciones:
Una número considerable de carreras de oficiales, se ven disparadas hacia el generalato ó el almirantazgo, tan pronto los agraciados (ó sus familias) hagan entrega a Rasputin de todo tipo de prebendas y este a su vez implore a los Zares por ellos.
Un número considerable de Metropolitanos y obispos ortodoxos, obtienen los destinos solicitados, tan pronto llenen los bolsillos de Rasputin con monedas y este interceda ante el Zar por sus nombramientos.
Al principio algunos políticos, más tarde la totalidad del gobierno ruso y antes de su asesinato, la jefatura del gobierno es adjudicada por los Zares según la indicación de Rasputin que obviamente favorece a los candidatos que más dinero le hagan llegar a él ó a sus familiares.
Docenas de contratos del estado, son adjudicados a empresarios tan ambiciosos como faltos de escrúpulos, siempre y cuando se hagan con el aval de rasputin pagando por ello las tarifas negociadas.
...
Para las gentes de menos posibles y ambiciones más modestas, Rasputin también dispone de toda una cartera de influencias, cuyos pagos son siempre bien recibidos si el montante de la operación acaba en los bolsillos de este jeta redomado.
A diferencia de lo anterior, tenemos pruebas escritas de ello, pues Rasputin solía garabatear unas líneas en un trozo de papel (los científicos han podido corroborar por la pobre sintaxis, horrorosa caligrafía y desastrosa ortografía que es del puño y letra de Rasputin). Tenemos de ello:
Criados y cocheros, pagaban cantidades modestas (pero gravosas para sus pobres rentas) y Rasputin les obtenía puestos de trabajo en la corte, en casa de nobles y burgueses ó en despachos públicos si poseían estudios.
Chicas jóvenes recién llegadas a la ciudad, con poca ó ninguna preparación, a base de acostarse con Rasputin, podían y obtenían puestos de trabajo en las compañías de ballet, teatro y ópera más prestigiosas de San Petersburgo. La prensa y la crítica denunció varias veces estas prácticas, eso sí más preocupados por la progresiva pérdida de calidad del espectáculo que por el abuso y el nepotismo existente.
Operarios con poca preparación, buscaban ascender en su empleo ó cambiar a mejor de trabajo, para lo que también empezaron a rondar su consulta y pagar por sus servicios al respecto.
...
Y no solo lo anteriormente descrito, si además Rasputin obtenía de sus patrocinados favores y contactos para apoyar a otros patrocinados de menor categoría, llegaba a tejer redes de favoritismo de decenas ó centenares de nombres, que iban poco a poco llenando sus bolsillos.
De estas actividades, nuestro personaje, fue varias veces acusado y con él aquellas personas que le proporcionaban la influencia. Pero el Zar en persona mandó atajar el asunto. En privado y según lo recogido por su hija María en las memorias de su padre, Rasputin atribuyó a envidias y habladurías a sí como a los nobles más rancios que se negaban a aceptar a un pobre campesino como él en la corte. Esto le valió al Zar Nicolás como excusa y decidió olvidar el asunto. Pero ahora pensemos que tan pronto el Zar marcha a la guerra y dejó la regencia en manos de su mujer, el poder e influencias de Rasputin fueron casi ilimitadas.
Prostitución y proxenetismo:
Este es el aspecto más estudiado y en mi opinión el que menos influyó en el triste final de Rasputin, amen de ser el que económicamente hablando menos dinero le proporcionó.
Las prostitutas, burdeles y damas de compañía siempre aparecen en la vida de Rasputin y la verdad no es de extrañar que siendo soltero (mejor dicho divorciado) buscase la compañía femenina que le satisficiese en la noche. De igual manera, que era poco habituado a la cocina casera y siempre prefería comer en los mejores restaurantes y hoteles.
Sin embargo existe la teoría, que Rasputin al inicio de su estancia en San Petersburgo, practicó la prostitución propia con damas de clase social alta. Según estos relatos, obtenidos de la vigilancia que de él hacía la Ojrana en su apartamento, organizaba en el apartamento anteriormente mencionado, fiestas regadas con alcohol y que acababan en bacanales de sexo con los invitados. Al final de la sesión, invitaba alguna dama al “honor” de compartir la mutua admiración pasando la noche con él.
Los expertos, más escépticos, ven claros indicios de prostitución en dicho comportamiento, en general por la diferencia de edades entre ambos. (Recordemos, que a pesar de las fotos, Rasputin es mucho más joven de lo que aparenta. Por cuestiones de negocio e imagen, es un hombre de largos y enrevesados barbas y cabellos, viste con apariencia ascética y largos a la par que sobrios trajes, todo para dar la imagen de ser un simple pero místico asceta.
Sin embargo debajo de él se esconde un organismo joven, según las chanzas de la época, bastante bien dotado y desde luego buen conocedor de las artes amatorias).
Otras fuentes, más crédulas hablan que Rasputin organizaba ceremonias “Flagelantes” entre sus acólitos. Esto en general se cae por su propio peso, aunque quizás fuese esa la excusa que Rasputin alegó a las autoridades y al propio Zar. Pero para demostrar su escasa argumentación, no tenemos más que consultar a testimonios de la época y nada más seguro que consultar al respecto a Anna Vyrubova, quien se refirió sobre una conocida suya: Olga Lokhtina, que era la esposa de un hombre bastante adinerado de la capital rusa. Este había ido varias veces a la consulta de Rasputin para unos asuntos de negocios y este después de la consiguiente profecía, previno sobre cierta enfermedad espiritual de su esposa, la cual fue invitada a sesiones “Flagelantes” en el apartamento. Las sesiones, con la señora del burgués, según opinión de no pocos desembocó en un frenesí sexual, que acabó por abandonar durante unos años a su marido por someterse a todos los caprichos sexuales de Rasputin. Y solo volvió con el marido después de la muerte de este.
Visto la fase de prostituto de Rasputin, hablemos de la fase de proxeneta: Ya hemos mencionado anteriormente que jóvenes mujeres de clase baja ofrecían sus favores sexuales a Rasputin a cambio de puestos de trabajo y empleos en el mundo del espectáculo. Pero Rasputin, no tarda en ver que se puede sacar un mejor partido económico con dichas jóvenes si comercia con ellas.
Para obtener dinero para sí mismo ó bien favores, mandaba a jóvenes (tanto campesinas sin cultura, como a damas de sociedad tan ignorantes como las anteriores) que habían caído en las garras de Rasputin y este les recetaba para obtener las credenciales adecuadas ó como cura de sus males espirituales el tener relaciones sexuales con quien le diga Rasputin. A cambio cobraba de sus clientes de forma muy generosa, en dinero ó en posteriores favores.
Fue tal la clientela y mujeres dispuestas a satisfacer la clientela, que incluso se afirmó, sin pruebas, que hombres poderosos y lujuriosos pagaban generosamente a este personaje para que convenciera a tal ó cual mujer (joven de buena familia) para que aceptara mantener relaciones con ellos.
No he podido encontrar testimonios que corroboren este punto ni pruebas concretas de estas actividades, puede que fuesen simples calumnias ó no, pero por si acaso las reflejo con la indicación de tratar como hecho pendiente de confirmar.
Para responder a la duda de qué hace Rasputin con el dinero, lo tenemos muy fácil de responder: Lo gasta y a lo grande. Como he reflejado, a lo largo de su biografía, Rasputin nace pobre (pero no miserable) y vive miserablemente hasta llegar a la corte. Entonces como tantos otros agraciados, sin esperarlo por la fortuna, se ponen a gastar sin pensar nunca en el mañana.
Rasputin, se desplaza en taxi, es dueño de al menos dos propiedades inmobiliarias, envía a sus hijas a los mejores colegios y se puede decir que vive al día.
En sus fiestas corren los mejores vinos, espumosos y licores tanto nacionales como de importación y sus fiestas son famosos en toda la ciudad.
Solo come en los mejores restaurantes y con frecuencia duerme en los mejores hoteles, también es asiduo a los prostíbulos más caros y exóticos.
Todo esto requiere un flujo constante y elevado de dinero. Por lo que el precio de este nivel de vida, es que Rasputin muchas aveces aparece tirado en la calle borracho y sin un Kopeck en el bolsillo.
La caída y la muerte del Hechicero del Demonio:
Una vida como la que llevaba Rasputin y metido como andaba en negocios de toda índole, pero en especial cuando abandona el único campo que domina, que es la videncia – milagrería – adivinación, para meterse en el campo del tráfico de influencias y del comercio sexual (que desde luego no tiene nivel intelectual ni experiencia para desenvolverse). Acabó por crearse poderosos y acérrimos enemigos.
Enumerar una lista de todos ellos sería más largo que este trabajo, pero para resumir, prefiero citar las tres posibles causas que le llevaron a la tumba:
1 – La intromisión política:
Es sabido, que la llegada de Rasputin a la capital del Imperio Ruso, coincide con los intentos reformistas rusos y en especial con el mandato de Stolypin tras la revolución de 1905.
En general los sectores más reaccionarios de la sociedad Rusa (Iglesia Ortodoxa Rusa, Alta Nobleza y Partidos de ideología Ultra – Nacionalista).
Entre las medidas propuestas, aparecieron los famosos “Protocolos de los Sabios de Sión” que desembocaron en todo tipo de ataques contra los liberales (pues se suponía infiltrado ó al menos inspirado por una supuesta confabulación Judía mundial) al tiempo que se atacaba, físicamente, a la población hebrea y sus comunidades.
La persona ó personas que infiltran a Rasputin en la corte, lo hacen con el encargo de atacar desde la corte a Stolypin y sus políticas reformistas, para lo que no ceja de manifestar su:
Oposición a la modernidad en general por ser causa de la destrucción de el “Alma Rusa”.
Oposición al parlamentarismo pues subvierte el orden natural de Rusia.
Oposición a la apertura de ferrocarriles, ya que distraen a los trabajadores del campo y a los jornaleros de sus quehaceres habituales.
Oposición a reparto de más tierras entre jornaleros, pues los alejan de sus parroquias habituales y de los viejos señoríos.
Oposición a las subidas de impuestos a nobles y eclesiásticos.
Oposición a las aperturas de minas e industrias siderúrgicas que supongan fuentes alternativas de riqueza a las tradicionalmente poseídas por la nobleza y la iglesia.
Sin embargo, vista la evolución de Rusia, no parece que tuviese demasiado éxito en esa misión. Posiblemente Rasputin cambió de bando y abandonó a sus antiguos patrocinadores por los mucho más cómodos salones del palacio Imperial.
Pero donde enervó a la extrema derecha Rusa, fue cuando tomó partido por la Paz, durante la crisis Balcánica de 1908 y 1909. Siguiendo el consejo de sus nuevos padrinos (madrinas, para hablar con propiedad; pues no eran otras que la Zarina Alejandra y su amiga y dama de la corta Anna Vyrubova) convence al Zar, para que Rusia ni intervenga contra Austria ni apoye fuera de lo moral a Serbia.
Por el contra Francia y Gran Bretaña apoyaron a los Habsburgo, lo que acabo finalmente con la anexión por parte del imperio Austro – Húngaro de Bosnia.
El gobierno de Rusia, por el contrario se había alineado con Serbia y en contra del avance y subyugación de pueblos eslavos por los germano católicos de Austria, considera a Rasputin un traidor y una amenaza instalada en el corazón del poder de Rusia (El propio Stolypin no había olvidado los ataques que se habían lanzado contra su política, por parte del monje loco).
Por ello, se ordena en el año 1910 a la Ojrana que vigile y elabore un dossier sobre este personaje. Puede que Rasputin no fuera consciente de ello, pero por primera vez en su vida, estaba verdaderamente en peligro. Sin embargo sus protectores de la familia imperial, se encargaron que nada malo le pasara.
El propio director de la Ojrana se encargó de la ficha de Rasputin, lo que obtuvo de las pesquisas e indagaciones de sus agentes desde su localidad de nacimiento hasta San Petersburgo sirvieron para:
Elaborar un cuidadoso dossier, incluyendo todo tipo de acusaciones (ciertas ó no) que se filtraron al Zar, al parlamento y a la prensa. En general son las acusaciones de: Falso monje, timador, disoluto, miembro de la secta Flagelante,... A la que además los obispos y sacerdotes Ortodoxos, que habían traído a Rasputin añadieron: Anticristo, Enemigo de Rusia y del Zar, Adorador del Diablo,... A las que pronto se le sumaron las mucho más graves de mantener una relación sexual con la Zarina y encuentros Sexuales con varios ó la totalidad de los hijos del Zar.
Informado el Zar de estas acusaciones y con la experiencia previa de las falsas acusaciones de “Los Protocolos de los Sabios de Sión”. Ordena dejar en paz a Rasputin, al tiempo que le recomienda desaparecer un tiempo de la corte, pero sin perder el contacto con la familia Imperial. Por lo que este marchó a una supuesta peregrinación a Siberia hasta que fue de nuevo llamado a la corte después de una recaída del Zarevich en su hemofilia.
Al mismo tiempo, el jefe de la Ojrana A.T. Wassiliev descartó y así informó de ello, al Zar y al gobierno, que Rasputin pudiera suponer una amenaza para la estabilidad del gobierno y del régimen autocrático.
Para probar esto último, tenemos el libro que escribió el último jefe de la Ojrana antes de la revolución, donde declara que Rasputin, es un miembro leal de la sociedad no simpatiza políticamente ni con los liberales, ni con los revolucionarios, ni con los ultra – nacionalistas. En general y en opinión de dicho jefe, el caso Rasputin fue un montaje de la oposición al régimen autocrático (en opinión suya; algo así como el caso del Collar de la Reina María Antonieta que acabó con la monarquía francesa).
En 1911, Stolypin muere asesinado en la ópera de Kiev, víctima de un atentado terrorista lanzado por el ¿anarquista? Mordka Bogrov. En presencia de todo el público, la familia imperial, el gobierno en pleno, los jefes de los partidos y diputados más destacados de la Duma y el propio Rasputín.
No faltaron acusaciones que el atentado había sido inspirado u organizado por Rasputin, en venganza de su antiguo enemigo, e incluso ciertas publicaciones (relacionadas de nuevo con la extrema derecha) sugieren la teoría de los poderes hipnóticos de Rasputin capaces de manipular la voluntad humana. Pero nuevamente las investigaciones de la Ojrana desmienten la implicación de Rasputin y en general cualquier otro poder a parte de su capacidad de engañar y timar.
La segunda y mayor intromisión política de Rasputin, ocurre en 1914 al inicio de la guerra. Personalmente Rasputin no era un pacifista al estilo Gandi, simplemente por interpretar su papel de hombre de Dios y por sus orígenes sociales (campesinos, nunca lo olvidemos) debe ser opuesto a todo tipo de violencia. Y cuando sus “jefas” la Zarina y la dama de la corte se manifiestan totalmente en contra de la entrada de Rusia en este conflicto, él no debe ser menos y no debe convertirse en el perro que muerde la mano que le da de comer.
A partir de 1915, el Zar parte para la guerra tal como hemos dicho anteriormente, dejando ala Zarina (y con ella a Rasputin) para que gobernase el país en su ausencia. Esta vez, las críticas son brutales, tanto desde la extrema derecha que ven en ambos a dos traidores y agentes del imperio alemán; como desde los revolucionarios que les acusan de la mala gestión de la nación y de la guerra y un ejemplo (en el caso personal de Rasputin) de los abusos y corruptelas del régimen autocrático.
Por tanto el crimen del que es víctima Rasputin, no seria más que un vano intento de detener la revolución, que en 1916 ya se veía en el horizonte, ó por lo menos retrasarla un año. Máxime cuando el único protector con prestigio suficiente para defender a nuestro personaje está lejos y ocupado en el frente.
El problema de esta teoría, es que no hay pruebas ni documentos que así lo atestigüen, si los servicios secretos ó el ejército están implicados en el crimen, deberían existir órdenes al respecto y por lo menos testigos que pudiesen dar fe de la existencia de dichas órdenes.
Otro argumento, por el que personalmente no creo en esta tesis, es: si lo planteado en este punto fuese cierto, por qué se ven implicados agentes Británicos y por qué se hace en el palacio de un miembro de la familia imperial, por qué no matarlo en medio de la calle ó hacerlo desaparecer en cualquier calabozo perdido de Siberia.
Para esto último, recomiendo leer el libro “Ochrana. Memorias del ultimo director de la policía rusa” del citado Wassiliev. Eso sí, tapándose la nariz por su contenido antisemita.
2 – Espía Alemán:
De todas las acusaciones contra Rasputin, esta es probablemente la que le condenó a muerte. Ó por lo menos le llevó a la sepultura a manos de sus verdugos Británicos. Y esa es la tesis de otros dos libros: “Rasputin: Los archivos secretos”, de Edvard Radzinsky. Y “Rasputin: El diario secreto”, de Alexandr Kotsiubinski, y Daniil Kotsiubinski.
Los muchos enemigos que se ganó, siempre adujeron que tanto él como la Zarina, no eran más que agentes al servicio directo del Káiser Guillermo. Como he indicado anteriormente, actuaré de forma escéptica sobre cualquier tesis que no venga contrastada. En este caso, los archivos alemanes existentes sobre la primera guerra mundial, deberían indicar su condición de informante y la supuesta naturaleza de las relaciones que mantenía la Zarina Alejandra con su patria de nacimiento.
El resultado no puede ser más claro; NO existe el más mínimo documento alemán de la época que nombre a Rasputin ó indique el conocimiento de la existencia de dicho personaje. Es más sobre la Zarina Alejandra, lo único que pueden indicar es su completo alejamiento de la causa Alemana.
Sin embargo, la difamación vertida contra Rasputin, la Zarina no tardo en manchar la reputación de la totalidad de la familia imperial y al gobierno ruso:
El Canciller Bismark tramó el matrimonio entre el Zar y Alejandra para perjudicar a Rusia, a los pueblos Eslavos y a la religión Ortodoxa.
La emperatriz no habla, ni ha tenido intención en su vida de aprender, la lengua Rusa.
La Zarina Alejandra, y sus hijas las Grandes Duquesas Olga y María, y una supuesta amante del Zar Nicolas II Mathilde Kshesinskaya. Son informantes de los alemanes y se dedican a pasar los secretos militares de Rusia a Alemania.
Que el primer ministro Stürmer, había recibido dinero alemán a cambio de poner en práctica un plan para matar de hambre al pueblo ruso.
Que el ministro de la corte Conde Fredericks, estaba negociando la venta de todas las tierras rusas desde la frontera hasta los Urales a Alemania (¿Dónde he oído yo antes este reparto?). El dinero se lo quedaría el Zar y su familia cuando partiesen para el exilio.
Rasputin era un agente infiltrado en la corte, que participaba en todas las reuniones del alto estado mayor y se quedaba con los planes de batalla que posteriormente vendía a Alemania.
En el palacio hay radios y telégrafos secretos que comunican directamente con el palacio imperial de Berlín.
La zarina retiene los envíos al frente de munición, armas modernas y suministros médicos. Para causar más daño a los soldados Rusos. Además hace contrabando de guerra con estos suministros.
Que la zarina solo visita el frente para hacerse con secretos militares y que luego se producen las derrotas, al tiempo que pasa mapas sobre las localizaciones del ejército ruso.
Sin entrar en una discusión para desmentir todos y cada uno de estos puntos (ya he indicado que los archivos en Berlín no dicen nada de esto). Solamente diré que en 1916, una investigación interna realizada por Samuel Hoare, jefe de la sección de inteligencia militar del Alto Estado Mayor en Petrogrado, exculpa a Rasputin de cualquier actividad de espionaje (como mucho puede que algunos de sus clientes fuesen sospechosos de actividades de espionaje, pero no parece que acudiesen a casa de Rasputin a informarse de ello. Más concretamente trataba a un importante banquero, a quien los Franceses acusaron de tener intereses alemanes, pero como siempre sin pruebas concluyentes).
Por su parte la inteligencia Británica hizo su propia pesquisa sobre la Zarina (los rusos no se atrevieron a hacerlo por temor a enfadar al Zar) sin encontrar nada relevante a parte de las acusaciones cada vez más duras vertidas contra toda la familia imperial.
Los alemanes, por su parte nada más hacerse eco de estos rumores empezaron una campaña de guerra psicológica (mediante el lanzamiento de panfletos en aviones) avivando el resentimiento contra la familia imperial. Para lo que hicieron saber:
La zarina está liberando en secreto a todos los prisioneros de guerra alemanes, los cuales nada más volver a sus líneas vuelven a luchar contra el ejército Ruso.
El Zar y Rasputin mantienen relaciones sexuales de tipo homosexual. Solo así se explica su sumisión ante la Zarina.
Los Romanov están negociando en secreto con Alemania para esclavizar al pueblo ruso.
Volviendo al tema de Rasputin, su asesinato solo fue un mero instrumento de la inteligencia y la diplomacia tanto rusa como de los aliados occidentales, para tratar de mejorar la moral del ejercito y por lo menos hacer que siguiese combatiendo.
Aunque esta es una tesis mucho más posible que la anterior y sobre todo explica la actuación de los servicios secretos británicos en esta muerte, no aclara tres temas fundamentales.
Primero => ¿Por qué se implica tanto el príncipe Yussopov? Si era un espía reconocido, ¿Por qué no hacer un proceso público acompañado de una ejecución ejemplarizante?
Segundo => Si matar a Rasputin era un acto patriótico ¿Por qué Yussupov solo lo hizo público muchos años después de la guerra?
Tercero => Si los Británicos estaban tan seguros de las actividades traidoras de Rasputin y / ó la Zarina ¿Por qué solo actuaron después de varios desastres y no antes?
En definitiva, lo que queda claro de todo esto es que la tesis de la ejecución de Rasputin por espía ó su sacrificio para tratar de mantener a Rusia en la guerra mundial no se mantiene por sí misma.
Los historiadores más serios y modernos (entre los cuales no están metidos los autores de los libros anteriormente indicados) sugieren que la acusación de espía de Rasputin solo fue un instrumento para que los matones profesionales de la inteligencia Británica hiciesen el trabajo sucio.
¿Quiénes eran esos acusadores? Pues dos tipos de personas con razones bien diferentes:
El primer tipo y más generalizado, lo podemos adivinar de las acusaciones vertidas y descritas anteriormente: Se trata de responsables militares, del gobierno y de la corte, ansiosos de exculparse por su incompetencia y su corrupción. Y nada más fácil de hacerlo que acusando a los que lo tienen más difícil para defenderse, ósea los judíos, los extranjeros (como la Zarina, en especial cuando su marido ha partido para el frente), las minorías étnicas y los ciudadanos de clase social inferior (la “cobardía” de los soldados rusos, la “conjura” de los obreros socialistas y por supuesto, la “traición” de Rasputin).
Desde luego, este primer grupo se puede retratar muy bien: en lo religioso ultra ortodoxos y anti – modernistas. En lo político extrema derecha de lo más reaccionario. En lo social nobleza acompañada de burguesía ultra conservadora y devota. En general, los primeros enemigos de Rasputin y desde luego sus antiguos “jefes” y patrocinadores muy dolidos por su cambio de bando y de patrona que estaban dispuestos a la mínima ocasión para ajustar viejas cuentas.
Además, hay un segundo grupo: nobles y cortesanos con intereses mucho más prosaicos, que describiremos a continuación.
3 – Un asunto de familia:
Antes de explicar este aspecto, haré una breve relación de los miembros más importantes de la Corte Rusa (ya hablé de la familia Imperial del Zar Nicolás II, pero además vivían en el mismo palacio, ó en palacios anexos, otros familiares del Zar, primos, sobrinos, tíos, etc. Fruto del matrimonio de los dos zares precedentes.)
En general, los familiares del Zar (Cónyuge e hijos) formaban el núcleo de poder más influyente de Rusia, hasta la muerte del Zar y la llegada al trono del heredero que formaba un nuevo núcleo al formar su propia familia.
Esto creaba todo tipo de tensiones y rencillas familiares, que el nuevo Zar debía solucionar buscando ocupaciones y posiciones (respetando eso sí el prestigio social) para sus parientes.
De la familia del Zar Alejandro II:
Cónyuge:
María Aleksándrovna de Hesse (1824 – 1880). Casada con el heredero Alejandro II en 1841, coronada emperatriz en 1855. Se mantuvo alejada de los puestos de responsabilidad y del poder, para dedicarse a la crianza de su hijos y en especial del futuro Zar al que mimó con dedicación. En especial cuando descubrió que su marido le era infiel con una cortesana llamada Catalina.
Hijos:
Alejandra (1842 – 1849): Desde pequeña tubo problemas, pues estaba convencida que el fantasma del difunto Zar Nicolás I la visitaba a su cuarto todas las noches.
María (1853 – 1920): Casada con el Duque de Edimburgo, hermano del rey de Inglaterra.
Nicolás (1843 – 1865): Heredero al trono hasta su fallecimiento por tuberculosis.
Alejandro => Futuro Zar Alejandro III.
Vladimir (1847 – 1909): Casado en 1874 con la Princesa María de Meklenburgo. Fruto de ese matrimonio, nacieron 4 Chicos y 1 Chica.
Alexei (1850 – 1909): Almirante de la Armada. Considerado un gobernante en la sombra con el resto de sus hermanos, durante el gobierno del Zar Nicolas II hasta el periodo constitucional de 1906.
Sergei (1857 – 1905): Oficial del ejército y gobernador militar de Moscú. Casado en 1884 con la princesa Elizabeth. También influyó a la sombra, sobre muchas de las decisiones que tomaba su sobrino Nicolás II.
Fue sin duda el hombre más polémico de Rusia, por sus acciones en Moscú, durante su gobierno y uno de los más odiados.
En el invierno de 1892, mandó expulsar a la totalidad de la comunidad hebrea que vivían desde generaciones en la ciudad y provincia de Moscú, unas 20.000 personas. (Con temperaturas inferiores a los 30ºC. Murieron de frío y congelación aproximadamente un centenar de personas).
Las autoridades municipales protestaron, sin resultado alguno, pues esa expulsión (criticada por la prensa extranjera que la consideró un “Progromo”) supuso para la ciudad la pérdida de ingresos anuales por valor de cien millones de rublos y por lo menos la pérdida de 25.000 empleos de Rusos de religión ortodoxa, amen de innumerables daños a la industria y a la universidad de Moscú.
Con motivo de la boda del Zar Nicolás II en 1896, se produjo la “Tragedia de Khodyma”. Cuando una avalancha humana producida mientras contemplaban la caravana de carretas cargadas con los regalos que la ciudad y la población de Moscú hacían al Zar, con motivo de su boda. Murieron 1.300 personas y más de 3.000 heridos. Aunque no fue culpa directa suya, se criticó a las autoridades por no mandar más gendarmes y soldados para controlar al público. Por su parte cuando los Zares en San Petersburgo, no suspendieron los actos protocolarios (ese día tocaba un partido de tenis en la embajada de Francia) al llegar la noticia, sufrieron fuertes críticas.
El Gran Duque Serguei fue varias veces acusado por una presunta homosexualidad (que no se pudo demostrar) y sobre todo por su inclinación política hacia la extrema derecha (se suponía que la familia imperial en público no debía mostrar simpatía por ninguna ideología, pues no debían dar ventaja a nadie).
En 1905, muere en atentado terrorista, al serle arrojado una granada cuando viajaba en una calesa descubierta con varios hijos y sobrinos (que resultaron ilesos). Su muerte impresionó mucho al Zar Nicolás II.
Pablo (1860 – 1919): Junto con sus anteriores hermanos, fue un hombre muy influyente en las acciones y resoluciones de Nicolás II (en especial en la disolución de las sucesivas Dumas).
Casado entre 1889 y 1893 con Alexandra de Grecia, tubo un hijo (el Gran Duque Dimitri) y una hija de ese matrimonio, pero la muerte de Alexandra le dejo viudo.
Volvió a casarse en 1902 con Olga Kurnovich, unión que dejó otros dos hijos y una hija.
Fue militar como su hermano y durante la I Guerra Mundial alcanzó el grado de General. Durante la revolución Rusa fue arrestado y fue fusilado en 1919 con tres primos suyos por los Bolcheviques.
De la familia del Zar Alejandro III:
Cónyuge:
María Dagmar de Dinamarca (1847 – 1928): Hija del rey de Dinamarca, se casó con Alejandro III en 1869. Fue sin dudas y durante décadas la figura más popular de la monarquía Rusa, al tiempo que trataba de aprender el idioma Ruso y se adaptaba a las costumbres del país y de la corte.
Trató siempre de permanecer alejada de la política y emplearse en la educación de sus hijos. Sobre los que ejercía gran influencia (aunque trató sin éxito de evitar el matrimonio entre Nicolás II y la futura Zarina Alejandra).
Con la llegada de la nueva Zarina (y para su disgusto) tuvo que dejar de ejercer su papel de jefatura de la corte. Por lo que entre ella y su nuera nació una profunda enemistad que duró toda la vida de ambas.
Durante la I Guerra Mundial, dirigió un hospital en Kiev. Hasta que el estallido de la revolución, huyó a Crimea y de ahí a Gran Bretaña en 1919 en el buque armado Británico H.M.S. Malbarough. Instalándose definitivamente en Dinamarca, hasta su fallecimiento en 1928.
(Su último trabajo para la familia imperial en el exilio, fue el de negar la autenticidad de la historia de Anna Andersen).
Hijos:
Nicolás => Futuro Zar Nicolás II.
Gran Duque Alejandro Romanov (1869 – 1870): Muerto de meningitis.
Gran Duque Jorge Romanov (1871 – 1899): Muerto de tuberculosis.
Gran Duque (y zar por 24 horas) Miguel (1878 – 1918): Protagonizó un escándalo en la época, al casarse con una mujer plebeya (Natalia Cherementerskaya, hija de un rico abogado) en Viena en el año 1912.
Exiliado a Gran Bretaña, vuelve a Rusia al ser perdonado por su hermano (aunque trató que se divorciara varias veces de su esposa).
Durante la I Guerra Mundial, dirigió con valor pero poco éxito a los ejércitos rusos hasta ser relevado por su hermano (parece ser que por recomendación de Rasputin).
Con la revolución de 1917, Nicolás II abdica en él nombrándole Zar Miguel IV, pero él a su vez es obligado a abdicar y firmar la proclamación de la república. La llegada al poder de los Bolcheviques, supone para él primero el destierro a la ciudad de Pern y el fusilamiento en 1918.
Gran Duquesa Xenia (1875 – 1960): Casada en 1880 con el Gran Duque Alexander Mikhailovich. Del matrimonio nacieron: Irina que a su vez se casaría con el Príncipe Félix Yussupov (que así emparentaba con la familia imperial).
Y el resto de hijos del matrimonio: Andrei, Feodor, Nikita, Dimitri, Rostislav y Vasili.
Gran Duquesa Olga (1882 – 1960): Casada entre 1900 y 1916 con el Duque Pedro de Oldenburgo. Del que se divorcia para volver a casarse con el coronel Nicolás Kulikovsky en 1917.
Al producirse la revolución rusa, huyó con su madre en el buque británico H.M.S. Malbarough. Y al igual que ella es de las primeras en negar la veracidad de la historia de Anna Andersen.
Como podemos ver, había una serie de intereses enfrentados entre sí. Siendo los más importantes de ellos los privilegios que obtenían los tíos y la madre del Zar por serlo. Estos intereses quedarán en segundo plano, tan pronto la nueva Zarina entre en acción y tan pronto los tíos del Zar mueran.
Si la Zarina levanta recelos, tanto en su suegra como en sus tíos políticos (recelos que tienen que tragarse, pues ella es la mujer del Zar y la madre del heredero), la llegada de Rasputin y la influencia que gana a costa de sus antiguos privilegios, convierten estos recelos en odio puro y duro.
Así que si no pueden atacar (al menos verbalmente) a la Zarina, si que pueden atacar y mucho al confidente de la Zarina (máxime cuando se revelan los orígenes de este personaje).
Para realizar estos ataques, se valdrán de sus partidarios más acérrimos: La Extrema – Derecha Rusa, el Clero más reaccionario y la Nobleza más rancia. La forma de atacarle es: declaraciones en el parlamento, artículos en prensa, amenazas de muerte más ó menos velada y en ocasiones intentar asesinarle ó por lo menos asustarle para que abandone de una vez por todas la corte.
El problema, es que Rasputin que ha dormido al raso, pasado hambre y frío, abandonado a mujer e hijos, etc. No está dispuesto a dejarse amedrentar y recurre en todo momento a la protección del Zar. Protección lo suficientemente poderosa para hacerle creerse intocable (Primer error que le llevará a la tumba).
El segundo y fatídico error, sería el de jugar con fuerzas que no controlaba. Pero antes de seguir con la explicación, mencionaremos una reseña biográfica de los asesinos (al menos intelectuales):
El príncipe Félix Yussupov (1883 – 1967): Hijo del conde Félix Sumúrov (Gobernador civil de Moscú y amigo del Gobernador militar Sergei Romanov) y de la princesa Zinaida Yussúpova (el matrimonio fue una rareza para la época, pues la princesa a pesar de su título, era de religión musulmana y de origen Tártaro; aunque también era una de las mujeres más ricas del mundo, pues su familia tenía una de las redes de comercialización de piedras preciosas más importantes del mundo).
Félix era el segundo hijo (en contra de la costumbre, tomarán el apellido familiar de la madre para no perder el título), aunque se convirtió en el primogénito, cuando su hermano Nicolás murió en un duelo, convirtiéndose además en heredero único de la fortuna familiar (Basada en Tierras en Siberia, Minas, Comercio de Pieles y la propiedad del palacio de Moika).
Desde su juventud mostró un comportamiento “disipado” (Este es el aspecto menos estudiado de este personaje, pero demostrado con pruebas desde hace pocos años; le gustaba vestirse de mujer [más concretamente de mujer gitana] y también visitar campamentos de Gitanos [Respecto a esto último, la práctica entre los gitanos orientales de la prostitución femenina está totalmente prohibida y castigada con la muerte ó el extrañamiento. Pero la prostitución masculina es permitida si no queda otro remedio, siempre que sea practicada por los miembros más jóvenes y solteros de la comunidad para el mantenimiento de sus progenitores] lo que hace suponer que era un homosexual reprimido ó por lo menos bisexual. Y muy posiblemente amante del Gran Duque Dimitri).
Seguido de periodos de remordimiento y “Místico” (Realizando todo tipo de obras de caridad). Por lo que empezó a frecuentar la consulta de Rasputin, buscando la absolución a sus pecados.
Con Rasputin, también comenzó a compartir tertulias, juergas y cenas (que acababan convirtiéndose en banquetes alimentados con los productos más exquisitos regados con los mejores vinos y licores y que acababan a altas horas de la madrugada con visitas a todo tipo de establecimientos de prostitución de lujo).
Entre 1909 y 1912, acudió a la universidad de Oxford donde logró licenciarse. En 1914, se casa con una sobrina del Zar Irina Romanova, unión de la que nacería una hija Irina Yusupova. (Con lo que así logró entrar en la familia imperial y prosperar más socialmente).
En 1916, según declaración propia publicada en sus libros (“El final de Rasputín” publicado en 1927 y “Memorias” publicado en 1953), participó en el asesinato de Rasputín. (Hoy por hoy se supone que mintió. Tanto a la Zarina, pues en un principio negó tener conocimiento ó relación en el asesinato. Como después en los libros, pues se atribuyó la idea, la organización y la parte más importante de la realización del crimen).
Los motivos del crimen expuestos, han sido varios: En su libro defiende la tesis que mató a Rasputin por espía alemán y para evitar la revolución. Sin embargo, a parientes y amigos (mucho más al tanto que la Zarina, sobre su participación y responsabilidad en el crimen), les dijo que mató a Rasputin por una cuestión de honor personal, ya que temía que Rasputin se interesara por su esposa ó por su hija.
En todo caso, el Zar Nicolás II, informado del crimen optó por someterlo a arresto domiciliario en su finca de Kursk (más para echar tierra sobre el asunto, que para sancionar el crimen). Después de lo cual se llevó a su familia a unas vacaciones en Crimea, hasta que el estallido de la revolución le hace tomar una decisión muy arriesgada.
En 1917 vuelve a San Petersburgo a recuperar parte de su fortuna y todo el dinero de sus cuentas bancarias.
En 1918, huye con toda su familia desde Crimea en el buque Británico HMS Malbarough.
Se instalará finalmente en París, donde entre otras actividades se dedicará a ayudar a los refugiados rusos y a redactar sus libros.
El gran duque Dimitri (1891 – 1941): Segundo y único hijo del Gran Duque Pablo (Nieto de Alejandro II y primo del Zar Nicolás II) y de Alexandra de Grecia. Nació sietemesino y por su nacimiento causó la muerte de su madre durante el parto.
En 1905, presencia la muerte de su pariente Serguei Romanov (gobernador militar de Moscú) pues iba en el mismo carro que él.
A causa de la pérdida de su madre, se crió en la familia del Zar como un hijo más. Esto último no debemos interpretarlo como un gesto de cariño familiar, sino como un acto de estado; como indicamos anteriormente, la corona imperial solo es hereditaria entre hombres y al detectarse la hemofilia del heredero al trono imperial, el consejo de familia Romanov decidió que en caso de fallecimiento prematuro, y para evitar una crisis dinástica que desestabilizara a Rusia, el nuevo heredero sería Dimitri (ya que el resto de hijos de los Zares eran mujeres) y para legitimar esta herencia; Dimitri se casaría con su prima Olga (la mayor de las hijas de los Zares).
Mientras estos asuntos se pactaban y se preparaban con discreción de familia, él continuó su educación ingresando en el ejército y sirviendo como oficial en un regimiento de caballería de la Guardia.
En 1912, encabezó el equipo olímpico Ruso a las Olimpiadas de Estocolmo de ese año (quedando 7º en las pruebas hípicas a las que se presentó).
A su retorno propuso la idea de crear las primeras ligas profesionales deportivas de Rusia. (Idea que más tarde pondrían los Bolcheviques en práctica).
Como todos los jóvenes (y golfos) príncipes de Europa, se le suponía una multitud de amantes femeninas y escapadas de la corte a lugares de mala reputación (y eso con solo 16 años).
Pero Dimitri, no parecía demasiado interesado en el tema salvo para guardar las apariencias.
Por lo que afirman los historiadores más serios, en realidad tenía una relación afectiva – homosexual con el Príncipe Yussupov (si bien algunos sostienen que en realidad era bisexual).
En todo caso, la noticia del escándalo llegó a oídos de la Zarina durante el invierno de 1912 / 1913 (Casi seguro que se chivó Rasputín). Quien inmediatamente suspendió el enlace (Suponemos que lo hizo tanto por escandalizarse de las tendencias sexuales de su posible Yerno, como para buscar un marido a su hija que la cuidase).
Podemos comprender ahora las ganas que tenían los dos de matar al chivato y apartar de su camino a la Zarina, máxime cuando la salud del Zarevich volvía a recaer (y Rasputín volvía a intervenir, junto con los médicos de la corte).
En todo caso, en declaraciones muchos años después del crimen, él alegó que toda la responsabilidad del asesinato fue de Yussupov y que él se limitó a poner un automóvil de su propiedad. También alegó que el Zar Nicolás II como mínimo estaba al tanto de los planes de Yussupov, cuando no lo ordenó él mismo. (Por lo que al igual que el anterior estaba mintiendo).
Antes de continuar, entendamos la situación:
1916, Rusia está en plena crisis y al borde de la derrota y la revolución.
Los Romanov pueden perder el trono, tanto por la incapacidad del Zar de ganar esta guerra, como la impopularidad de la Zarina.
El Zarevich es demasiado joven para suceder a su padre y es demasiado débil y enfermizo como para ponerse al frente de la familia Romanov. La cual, siempre pensó que “La Alemana y el Monje tarado” eran dos advenedizos. Mientras que Dimitri poseía la fortaleza y los apoyos necesarios para asegurar el trono de la Dinastía Romanov.
Si desaparece Rasputin, la Zarina es dejada de lado. Y si Dimitri se casa con Olga, entonces toda la corte podrá forzar de una vez la abdicación de Nicolás II en Dimitri.
Y finalmente lo más importante: Dimitri podía llegar a ser Zar y, sobre todo, quería ser Zar. (Y sí, como suponemos Yussupov era algo más que un pariente y un amigo muy íntimo, entonces su ambición se vería colmada de verse en el escalón más íntimo y por ende más influyente del nuevo emperador).
Y está es la verdadera causa de la muerte de Rasputín. Él había estado engañando a unos y otros para prevalecer el mismo y se creía invencible. Pero al chivarse a la Zarina del defecto del futuro yerno y del amigo del yerno, se acababa de poner la soga al cuello.
Lo curioso es que Rasputín, que acababa de destronar las aspiraciones de un miembro de la familia imperial al trono, no era consciente del enemigo que se estaba buscando (y eso que se suponía que tenía poderes adivinatorios). Ni que este haría lo que fuera para recuperar el camino que le condujera al trono.
Cometido el crimen, el Zar se enfadó bastante con Dimitri (no era tan tonto y sabía perfectamente quien ó quienes eran los grandes beneficiados de la muerte de Rasputín), pero para evitar un escándalo más ordenó a las autoridades proceder con cautela, al tiempo que discretamente mandó a Dimitri a una especie de exilio nombrándole agregado militar en la embajada Rusa de Teherán.
Con la llegada a Persia de las noticias sobre la revolución y la muerte de la familia imperial, partió al exilio a Londres.
En 1919, en Londres junto a Yussupov y en declaraciones a los periódicos Británicos, Yussupov se auto inculpó de la autoría material e intelectual del crimen. Exclusivamente para despejar las sospechas de Dimitri, en caso de una intervención militar internacional que restaurara la monarquía en Rusia.
Sin embargo, para 1921 ambos se habían distanciado, ya que Dimitri consideraba inviable el retorno de la monarquía a Rusia. Supuestamente, una de sus ex – amantes Gabriel “Cocó” Chanel, le sacó de cualquier apuro económico que pudiese tener al sub contratar la producción de la ropa de su firma a la fábrica propiedad de su esposa, al tiempo que comercializaba un antiguo perfume exclusivo de la realeza rusa, cuya fórmula había podido salvar. El producto se vendió con el nombre de Chanel Nº5.
Para el año 1927, estaba divorciado y se casó con una rica heredera norteamericana Audrey Emery (obteniendo ella un título nobiliario y él una cuantiosa fortuna). Para 1931 la pareja se había divorciado.
Durante los años 30, se le relacionó con una organización de extrema derecha formada entre los exiliados Rusos, las Juventudes Fascistas Rusas de Kazembek Alexander (sin embargo no se implicó demasiado, ya que sospechaba que en realidad era un agente provocador de la inteligencia Soviética ).
Con educación y diplomacia se negó a aceptar las proposiciones de Hitler de trasladarse a vivir a Berlín y unirse a la causa Nazi, aduciendo ciertas diferencias políticas y sobre todo su edad y pobre salud. (No sabemos si decía la verdad ó se oponía a los designios de Hitler de esclavizar a los pueblos eslavos).
A finales de los años 30, se trasladó a vivir a Suiza, concretamente a una clínica y residencia en la ciudad de Davos, pues padecía tuberculosis. Muriendo de esa enfermedad en el año 1941 (algunos han supuesto, sin pruebas ni fundamento alguno que fue envenenado bien por Hitler por venganza por no adherirse a sus planes, bien por Stalin que temía se convirtiera en un gobernante títere de Hitler una vez hubiese este conquistado la Unión Soviética).
Con esto damos por concluido el estudio de los planificadores y colaboradores necesarios para el asesinato de Rasputin (que de todos los participantes en el crimen eran los que más tenían que ganar con su muerte), analicemos a continuación los hechos y las demás personas que intervienen en la muerte.
De lo que estamos seguros es que Rasputin fue invitado a una cena en el palacio del conde Yussupov, fijada para la noche del 29 al 30 de Diciembre de 1916. Además del propio Rasputín y de los dos nobles invitados acudieron las siguientes personas:
Diputado de la Duma Estatal Vladimir Purishkévich (1870 – 1920): Su familia pertenecía a la baja nobleza de Besarabia (La actual república de Moldavia). Estudió y se doctoró en Filosofía en la Universidad de Odessa. En su época estudiantil, es cuando empieza a interesarse por la política, afiliándose a cuantos movimientos relacionados con la extrema derecha y antisemitas se daban a conocer.
En 1905, funda su propio partido: Unión del Pueblo Ruso (Un compendio de ideas Reaccionarias, Autocráticas, Rusificación forzada, Antisemitas...) Solicitando, a las autoridades, ese mismo año el derecho a portar armas y organizar milicias de “auto – defensa”. Sin embargo temiendo actos violentos, las autoridades civiles y militares les prohiben terminante el acceso a las armas y la creación de milicias.
Esto último y el hecho que el partido acabara fragmentado en grupos minúsculos, le fuerzan a dimitir de sus cargos y a dejar momentáneamente la política.
Sin embargo, con motivo de la revolución de 1905, vuelve de nuevo a las arenas políticas fundando una milicia (esta vez tolerada por las autoridades) auto – denominada: Milicia de las Centenas Negras (por estar organizada en Compañías más ó menos uniformadas de negro y armadas con palos y en ocasiones algunas armas de fuego) empleándose a fondo contra las organizaciones tachadas de Izquierdistas (radicales) y Renovadoras (moderados).
Al año siguiente volvería a publicar el ideario de la milicia; de nuevo se exige la rusificación forzada de todos los pueblos del imperio ruso, legalización y puesta en práctica de un programa nacional antisemita (des – judaizar la economía y las instituciones públicas, académicas y privadas de Rusia, extrañar a la población hebrea del resto de la sociedad Rusa y finalmente establecer un calendario para la completa deportación de la población hebrea de todo el imperio Ruso), conversión forzada de toda la población residente en el imperio ruso a la religión Cristiana Ortodoxa ó aceptar la deportación de la totalidad de pueblos que no acaten tal medida y finalmente establecimiento de un ideario político nacional ultra – nacionalista en lugar de una constitución y un régimen nacionalista.
Parece ser que este ideario levantó ciertas simpatías en determinados miembros de la corte y las altas jerarquías de la Iglesia Ortodoxa, por lo que discretamente empezó a recibir apoyo financiero para transformar su milicia en un partido político más con la esperanza que algún Zar (pero posiblemente, Nicolás II no) le llegase a nombrar Ministro Principal.
En 1908, presenta su nuevo partido político: Unión del Arcángel San Miguel, manteniendo intacto su ideario político.
Fue elegido Diputado durante 3 legislaturas seguidas, destacando siempre sus emotivos discursos como el más firma partidario de la monarquía y antisemita militante.
La prensa, la oposición le acusó no tanto por su ideario político (en general si salía elegido con un número de diputados minúsculo, era por el propio sistema electoral del Imperio que le beneficiaba en demasía. Y en general su apoyo social era minúsculo) como por unos supuestos (y nunca investigados) comportamientos privados “extravagantes y escandalosos”.
Esto último, según los estudiosos rusos eran prácticas homosexuales, orgías sexuales en grupo y posible travestido. Posiblemente tenía relaciones con el príncipe Yussupov ó el Gran Duque Dimitri ó con ambos. Al tiempo que compartían amantes masculinos jóvenes.
Por declaraciones y testimonios se sabe que la noche del asesinato e Rasputin estuvo presente en el crimen, pero su grado de implicación parece ser que fue solo de testigo y que no sabía de los planes de los otros dos para cometer el crimen.
En 1917, triunfada la revolución, se unió a una facción política partidaria de abolir los Soviets (asambleas). Fundando justo después de la revolución de octubre, el auto – denominado: “Comité para la Salvación de la Patria” contando en sus filas con un buen número de militares y cadetes de las escuelas militares (fuertemente ideologizados en ideas reaccionarias y ultra – nacionalistas). Que seria la base de muchos de los futuros ejércitos blancos.
Con la llegada al poder del partido Bolchevique (revolucionarios radicales), en Noviembre de 1917, fue arrestado en Petrogrado y posteriormente juzgado y condenado por el contra – revolucionario (sin embargo no se le conocía participación en crimen alguno) por lo que seria puesto en libertad después de un año encarcelado, por mala salud.
Escapó inmediatamente de la ciudad y se unió al ejército blanco del general Denikin, donde fue puesto al cargo de la sección política de su estado mayor y se encargó de editar un periódico monárquico y anti – revolucionario: el “Blagovest”.
En 1920, murió a consecuencia de su pobre salud y de una epidemia de tifus que se propagó por todo el ejército.
Otros participantes rusos no han llegado hasta nosotros, pero parece ser que no debieron ser figuras relevantes y algunos mancebos para la “fiesta” de esa noche.
Por sorpresa, también vinieron unos invitados muy poco esperados, se trataba de militares y diplomáticos Británicos:
Teniente Oswald Rayner de la Inteligencia Británica: (sin fecha exacta de nacimiento – 1961). Era agente secreto antes de la guerra, al militarizarse el servicio secreto se le dio el grado de teniente.
Destinado en San Petersburgo (los detalles exactos de su misión son todavía desconocidos) actuaba con la tapadera de ser corresponsal del Daily Telegraph. Sobre su participación en el crimen contra Rasputin, se sabe por declaraciones del Chofer William Compton que fue él quien remató a este con su propia arma.
A su regreso a Inglaterra, Oswald Rayner no sólo confió a su prima, Rose Jones, que había estado presente en el asesinato de Rasputin, sino que enseñó a su familia una bala que, según él provenía de la escena del crimen. Pruebas concluyentes de todas formas son inviables.
Después de la guerra, se retiró tanto del servicio secreto como de las fuerzas armadas convirtiéndose en Procurador de los Tribunales en el condado de Oxford.
Murió en 1961, no sin antes quemar todos los documentos de su propiedad. Curiosamente su hijo moriría 4 años después (Lo que desató muchos rumores al respecto y teorías conspirativas varias sin que se pueda demostrar nada).
(El hecho de no conocer el año de nacimiento y la poca información existente hasta nuestros tiempos de sus actividades en Rusia antes, durante y después del conflicto mundial han hecho suponer que el nombre es falso para proteger una identidad mucho más importante).
Capitán John Scale de la Inteligencia Británica: Este es el personaje más extraño, puesto que apenas tengo información de él. Aunque estaba, por graduación, por encima de Rayner, parece ser que siempre actuó bajo las órdenes de su teórico subordinado. Según el diario de Compton, le acompañó en el automóvil a la famosa cena y puede que también tomara parte en el crimen.
Su papel después del asesinato fue el de hacer desaparecer cualquier prueba que implicara al Gobierno Británico en el crimen. Incluido deshacerse de los revólveres empleados.
Sargento / Chofer William Comptom: Este personaje es también bastante curioso, pues no tengo mayor información que trabajaba de chofer personal y guardaespaldas del agregado militar Británico en la embajada de San Petersburgo.
Se encargó de llevar a los dos hombres mencionados anteriormente, desde la embajada hasta el palacio de Yussupov y permanecer toda la noche dentro del vehículo preparado por si había que salir corriendo. Después del crimen volvió a llevar a ambos personajes a la embajada y luego se fue el mismo a la cama.
Gracias a su diario personal, sabemos de la participación Británica en el crimen.
Embajador plenipotenciario de la Gran Bretaña ante la Corte y el Imperio Ruso Sir George Buchanan: (1854 – 1924). Era diplomático de carrera e hijo de diplomáticos de carrera.
En 1908, logró su primer destino como embajador en Europa, en la embajada de la Haya en Holanda. Los estudiosos de la participación Británica en el asesinato de Rasputin, sospechan que Buchanan era colaborador del servicio secreto y que en Holanda estaba investigando la tendencia política de Holanda en caso de una guerra y si respetaría su neutralidad.
En 1910, es destinado a Rusia, con el encargo de aliar los intereses británicos con los políticos liberal – reformistas (que se percibían como fuerza hegemónica en ese momento en el parlamento y en el gobierno ruso).
También y según el mandato del gobierno al que representaba, se encargó de convencer al Zar Nicolás II, para que se aliase en contra de Alemania. Como forma de ganarse la confianza del Zar, apoya públicamente y garantiza el apoyo del gobierno Británico a sus reformas de tipo democráticas.
Esta alianza supuso un enfrentamiento personal entre él y la Zarina Alejandra (por lo que es en este momento cuando empiezan las indagaciones Británicas sobre la Zarina y la gente de su entorno y es cuando reconoce personalmente que es cuando oye hablar por primera vez de Rasputín y su extraña influencia obre la Zarina. Referente a Rasputin, se refiere a él con términos poco amistosos aunque indica que la opinión política de Rasputin es exclusivamente repetir lo que le dice la Zarina).
Durante la guerra y ante las noticias de una revolución inminente; trata de avisar al Zar de este peligro, pero el Zar no cree que el pueblo Ruso pueda a llegar a concebir cualquier forma de gobierno diferente de una monarquía (sea esta constitucional, parlamentaria, democrática, etc.)
Con la revolución triunfante, Trata de buscar una nueva alianza con el gobierno de Kerensky (aunque no se hace ilusiones sobre su capacidad de seguir en el poder si sigue en la guerra).
La llegada al poder de los Bolcheviques, supone el fin de las buenas relaciones con el gobierno ruso. Por lo que es llamado a Gran Bretaña en 1919.
De vuelta a casa, es fuerte (e injustamente) criticado por no haber tratado de salvar las vidas del Zar y su familia.
Entre 1920 y 1921 es enviado como embajador ante la Santa Sede. Siendo de nuevo llamado a casa al ascender, por antigüedad, a un cargo más alto en el Foreign Office.
En 1923, se retira y comienza a escribir sus memorias. Dejando claro eso sí que ha practicado la auto – censura sobre aquellos aspectos que en ese momento tienen consideración de secreto (como todo lo referente a la muerte de Rasputin).
Su participación en el crimen, no está clara, pero si su presencia en la escena. Pero puede que se encargara de certificar (¿Para quién?) la muerte de Rasputin.
Una vez visto los participantes más importantes a esa cena, diéremos que para atraer a Rasputin a esa trampa, Yussupov le invitó personalmente con la promesa de todo tipo de manjares exquisitos.
Algunos historiadores han sugerido que Yussupov (ó incluso Dimitri) estaban enamorados de Rasputin (por eso le revelaron su condición de homosexuales a él y este a su vez a la Zarina) ó bien, practicando la prostitución como practicaba Rasputin, este vendía su cuerpo no solo a mujeres sino también a homosexuales muy ricos (sin embargo, no hay noticia alguna que Rasputin hubiese mantenido relación homosexual alguna anteriormente) ó incluso que Rasputin chantajeaba en secreto a ambos bajo la amenaza del escándalo (de ahí que fueran ellos dos los que organizaran el crimen y convencieran a la corte y a los Británicos de la necesidad de eliminarle). Pero no hay pruebas que avalen cualquiera de las dos afirmaciones.
Sobre los Británicos, no hay información exacta de su interés en ver muerto a Rasputin. Pero de todo lo que hemos expuesto anteriormente podemos entresacar (con la debida cautela) los posibles motivos de su participación en el crimen:
Puede que fueran engañados por los rusos y creyeran de verdad que Rasputin espiaba para los alemanes.
Puede que viendo inviable la continuidad de Nicolás II en el trono, así que amenazada la posición de influencia de Gran Bretaña en Rusia, era necesario buscar un partido que fuese de total fiabilidad para los intereses de Gran Bretaña. Por ello participaron en el crimen, así el nuevo Zar Dimitri II estaría en deuda con Gran Bretaña y tendrían así un arma para chantajearle en caso de no someterse a estos intereses.
(Lo que explicaría la presencia del embajador).
Puede que los británicos fuesen solo simples matones contratados por Yussupov y que solo actuasen por una más que generosa suma de dinero.
Puede que los británicos estuvieran muy preocupados por Rasputín y por su decisión de desplazar a los ministros pro – británico del gobierno ruso. Y, más importante aún, su aparente insistencia en la salida de las tropas rusas de la Primera Guerra Mundial I.
Esta retirada habría permitido a los alemanes a trasladar sus tropas del Frente Oriental al Occidental, dando lugar a una ofensiva en masa contra los Aliados y su posterior derrota.
Si esta era realmente la intención de Rasputín ó si, simplemente, estaba preocupado por el enorme número de bajas (como las cartas de la Zarina indican) está en disputa, pero está claro que los británicos le ven como un peligro real.
En todo caso, reunidos en un sótano del palacio de Yussupov, el banquete se desarrolló sin más contratiempos, hasta llegar a los postres. Estos estaban envenenados con cianuro que había proporcionado a otro de los invitados rusos al banquete, Vasily Maklakov (1869 – 1957); abogado y parlamentario por el partido liberal, hijo de un profesor de oftalmología de la Universidad de Moscú. Había escrito varios artículos afirmando la mala situación de Rusia y la falta de un gobierno coherente, al tiempo que atacaba la pésima influencia que ejercía un “chofer loco” refiriéndose a Rasputin en la dirección de Rusia. En el crimen contra este último, parece ser que fue él el que organizó el plan y suministró el veneno prescrito por su padre.
Por sus servicios, y por su silencio, obtuvo una plaza de embajador en Francia, lo que le permitió escapar de la revolución. A partir de entonces vivió exiliado en Francia, hasta su fallecimiento, desarrollando actividades relacionadas con el bienestar de los refugiados rusos y apoyo a los ejércitos blancos durante la guerra civil. La segunda guerra mundial, significó el arresto de la gestapo y deportación a un campo de concentración por actividades con la resistencia. Después de la guerra, fue parte del gobierno francés de ocupación en Alemania hasta su muerte).
(Sobre el tema del cianuro y en contra de las afirmaciones sobre la eutanasia; a principios de siglo cuando un paciente estaba muy enfermo y no tenía curación ó esta resultaba demasiado dolorosa ó denigrante, el médico le firmaba una receta y en cualquier farmacia se hacía entrega de cianuro en ampollas de cristal, siendo decisión del cliente ingerirlas ó no).
Sin embargo, existe la leyenda que el veneno no hizo mella en Rasputin. Sobre esto los investigadores serios han dado tres posibles respuestas lógicas:
Al hornear los dulces, el cianuro se evaporó.
A causa del ataque intento de asesinato que padeció a manos de una ex - prostituta, Khionia Guseva, pagada por Illiodor, requirió una profunda cirugía y un tratamiento con opio para el dolor, al tiempo que sufría problemas respiratorios. Por lo que los médicos le recomendaron vigilar su dieta y en especial el consumo de dulces, lo cierto es que nadie los tomó, para no afectar el opio que ingería para los dolores.
Rasputin, gran goloso y bebedor empedernido durante décadas (y a pesar de su juventud), padecía problemas de salud por sus excesos. Por lo que el médico le había recetado no ingerir más azúcar por problemas de hígado e hiperglucemia.
Acabo el banquete y después de vaciar las últimas copas, Rasputin como de costumbre estaba tan borracho que acabó profundamente dormido. (Eso sí, según acostumbraba, para no preocupar a sus hijas, dejaba una nota indicándoles que esa noche la iba a pasar fuera y que no cerraran la puerta por dentro, pues volvería hacia el medio día ó después).
El resto de invitados, estaban preocupados, viendo a su víctima dormir plácidamente y roncando con un ruido atronador. Finalmente (según el testimonio de Yussupov) entre varios de los invitados envolvieron el corpachón de Rasputin con una de las lujosas alfombras de su casa, parece ser que Yussupov que se encargó de sostener la cabeza y el corpachón de Rasputin, vio a este dirigirse hacia él balbuceando y diciéndole al oído algo así como: - “Tú eres un chico malo” -. Al tiempo que trataba de pasar el brazo encima del cuello de Yussupov (no sabemos si para estrangularle ó simplemente para incorporarse) pero ya estaba aprisionado dentro de la alfombra.
Una vez envuelto en la alfombra, los dos príncipes pensaron en acuchillar el cuerpo con sus espadas (ambos servían en el cuerpo imperial de correos, una rama militarizada de los correos postales, como Miguel Strogov) pero se echaron atrás: ó bien no tenían estómago para usar armas blancas ó bien temían despertar a este gigantón y, no lo olvidemos, campesino siberiano bastante fuerte. Por lo que procedieron a usar sus armas reglamentarias.
Tres rusos, Dimitri, Yussupov y posiblemente el diputado Purishkévich, usaron sus revólveres Nagant M1895, calibre 7’62 * 38 R. Efectuando unos diez disparos de los que solo tres alcanzaron a Rasputin. Pero parece que no lo mataron (bien porque la pobre puntería no tocaron órganos vitales ó bien porque la gruesa alfombra y los gruesos ropajes de Rasputin amortiguaron los disparos).
Por lo que se sabe, al día siguiente de rescatar el cuerpo del agua, se procedió a realizar la autopsia por el Profesor Kossorotov; quien confirmó que no había trazas de veneno en su organismo. Otro mito a desterrar, es que estaba vivo cuando lo arrojaron al agua y su muerte final vino por su ahogamiento, ya que no se encontró agua en sus pulmones. Pero lo que si se encontró fueron 4 balas incrustadas en su cuerpo, tres eran rusas del tipo indicado pero la que mató a Rasputin de necesidad, era un bala del calibre 0’455 que salió de un revólver Webley (reglamentario en todo el imperio británico).
Fue un disparo a quema - ropa efectuado en la frente de Rasputin, desde muy poca distancia (se sabe por las quemaduras en el rostro).
Por el testimonio del Chófer Comptom; el único que llevaba un revolver Webley esa noche era el teniente Rayner. Por lo que fue él que de verdad mató a Rasputin y sin compasión alguna.
(Quien cuenta con el apoyo del gobierno británico. Durante una audiencia entre el embajador británico sir George Buchanan, y el Zar Nicolás. Cuando Nicolás dijo que sospechaba de un joven inglés que había sido un viejo amigo de la escuela Yusupov. Rayner y Yussupov ciertamente se habían conocido en Oxford.)
Hubo, sin embargo, otro funcionario del Servicio de Inteligencia Británico en San Petersburgo y en esa fecha, a saber, el capitán Stephen Alley, que había nacido en el Palacio Yussupov en 1876. Ambas familias tenían vínculos muy fuertes, así que es difícil llegar a ninguna conclusión acerca de a quién responsabilizar. Sin embargo de nuevo el diario de Compton, indica que solo los británicos nombrados participan en el crimen.
Con Rasputin muerto, y su cuerpo lanzado al río Neva para que las aguas lo hicieran desaparecer, este apareció flotando. A pesar de las pruebas registradas anteriormente, una mano misteriosa, declaró en el informe final remitido a los tribunales (pero no en la autopsia) que la causa de la muerte fue el ahogamiento, que estaba vivo al ser arrojado al río.
Por decisión de la Zarina, su cuerpo fue sepultado rápidamente, cerca del palacio imperial, (un raro honor para un hombre de su condición).
Después de la revolución, sus restos fueron desenterrados y quemados con maderas de los bosques cercanos.
Aquí acaba la historia de Rasputin pero no su leyenda.
Cuestiones finales:
El espíritu de Rasputin, sus profecias y lo que vino después:
Como indicamos antes, la hija de Rasputin, María, trató de vivir del recuerdo de su padre tanto como pudo. De modo que fue ella la creadora del Rasputin que todos conocemos. Osea: Rasputin milagroso (que creo que ya esta más que demostrado sus muchos engaños), Rasputin adivino (es importante recordar que las supuestas profecías que se le atribuyen a Rasputin, aparecen exclusivamente en las memorias redactadas décadas después de su muerte, pero en vida nadie recuerda las supuestas predicciones realizadas) y la maldición de Rasputin (muy extraña pues solo tocó a sus protectores, pero los asesinos son de los pocos de la familia imperial que se libraron de la matanza.)
Y es aquí de donde procede la visión transmitida sobre Rasputin, imagen difundida en libros, películas, dibujos animados etc.
La verdadera relación de Rasputin con el poder:
Rasputin logró tener ciertas influencias y cierto acceso a los hombres más poderosos de la Rusia del momento. Pero para nada tuvo una influencia verdadera y duradera (esto último, fue determinante para que cayera en la trampa tendida por sus enemigos. En general puede que pensara que era poderoso, y así lo vendía a los incautos, pero desconocía de verdad quien mandaba y sobre todo quien era capaz de mandar en ausencia del jefe.)
El miembro y el nombre de Rasputin:
En el museo erótico de San Petersburgo, se conserva guardado en formol, un miembro viril, de grandes dimensiones (más de 28 cm de largo). Que la tradición ha atribuido a Rasputin. Los historiadores modernos dudan de su autenticidad, puesto que en la autopsia realizada nunca se indica la extirpación del miembro del cuerpo. Tampoco cuando se profanó el cadáver y se incineró en público, nadie registró la extirpación. Por lo que es más que probable que se trate de una falsificación histórica más.
Del nombre de pila de Rasputin, han corrido ríos de tinta, muchos han dicho que Rasputin era solo un mote (basándose en una deformación de una palabra rusa, que significa “libertino”). Se han dado diferentes identidades a nuestro personaje, pero en general podemos afirmar que son todas falsas, máxime desde que se encontró la partida de nacimiento de la iglesia de su aldea.
Sin embargo, durante generaciones, en la zona de San Petersburgo, existía la costumbre de designar a cualquier persona con tendencia a la juerga y el desenfreno, con el término de “Rasputin”. Aunque hoy en día está en desuso.
¿Tuvo algo que ver Rasputin con la revolución Rusa?
Absolutamente nada de nada, ni en vida ni mucho menos en espíritu (como sugiere el film de la Disney. “Anastasia”.) Para demostrar esto, no hay más que investigar en los libros y testimonios de diferentes protagonistas de la revolución que normalmente no mencionan más que de pasada la figura de Rasputin.
En la historiografía oficial Soviética, sobre la revolución rusa, ni si quiera se le mencionaba y en la historia moderna de Rusia, solo se le trata como un pie de página y como una figura anecdótica.
FIN
BIBLIOGRAFÍA:
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http://forum.alexanderpalace.org/index.php?topic=1364.90;wap2
lunes, 6 de abril de 2009
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