lunes, 3 de mayo de 2010

La guerra de Cuba y Filipinas (1895 - 1905) (I)

ANTECEDENTES

El conflicto de ultramar, en España y América. Arranca sin duda alguna de nuestra desastrosa guerra de independencia contra el invasor Napoleónico. En efecto, en 1805 se produce el desastre de Trafalgar. A continuación vendrán los (por todos conocidos) episodios de nuestra guerra contra la Francia Napoleónica entre 1808 y 1814.
¿Y en nuestras provincias de ultramar? A decir verdad, era conocido en Madrid, de las ansias autonomistas e independentistas de buena parte de los diferentes países regidos desde Madrid. Ansias, que fielmente registro nuestro malogrado navegante Malaespina, en su pretendido viaje científico (que no fue más que una encuesta encubierta para conocer el estado de la monarquía en sus lugares más lejanos).
En 1808 habían aparecido las primeras instituciones de auto – gobierno (juntas) en México y Montevideo, motivadas tanto por los deseos de las clases dominantes de estos territorios de ejercer su dominio sin interferencias desde la península y acabar con las restricciones impuestas a su comercio, como por ideología política propia: liberalismo – rechazo del absolutismo – republicanismo – ilustración.
Por otra parte, el siglo XIX, sustituía las ideas ilustradas del siglo anterior por una idea nacional que caracterizaría todo el siglo entrante. En España se manifestaría con virulencia primero en los lugares más lejanos a principios de siglo y luego dentro de la propia península.
Muchos habitantes de las naciones americanas, habían acudido a Europa para incrementar su formación académica (formación que no recibían a consecuencia de la rígida censura política, moral y religiosa impuesta por nuestra inquisición). Participando en diversos movimientos y sociedades (logias masónicas) que las nuevas ideas iban creando, llegando incluso a tomar parte (ya como testigos, ya como participantes activos) en las diferentes revoluciones que acontecían (la revolución industrial, americana, francesa y el levantamiento contra Napoleón.)
A su retorno a casa, traían un gran bagaje cultural y sobre todo una nueva visión del mundo. Visión (yo no entraré en la discusión si era una visión egoísta o una visión política) que entre otras cosas contemplaba la idea de crear un nuevo tipo de estado en una nueva nación.
Sus descendientes, tanto políticos como desgraciadamente familiares, recogerían el testigo y transformarían esa visión en realidad, creando entre 1808 y 1829 diversos estados, que a su vez se fragmentarían en estados – naciones mucho más pequeñas, que se extendería una generación posterior hasta 1841 (excluyendo la República Dominicana, que empezaría su propio proceso de independencia en 1844), creando [con pocas variaciones] el mapa moderno de Hispanoamérica.
Del resultado de este proceso, nacieron una serie de repúblicas independientes, que el Rey Fernando VII de España se negó a reconocer. Y que su viuda regente y posteriores descendientes acabarían por reconocer entre 1836 y 1894.
Toda América se había perdido y con ella, todo el imperio, ... ¿Ó no? Por una extraña razón los territorios de: Las Antillas Españolas (Capitanía General de la Isla de Cuba e Isla de Puerto Rico) y La Capitanía General de las Islas Filipinas (más los territorios insulares del Pacífico Español) parecían, aparentemente, libres de ideas independentistas – libertadoras. ¿Por qué esta diferencia?
Bueno, la verdad es difícil de explicar en conjunto, pero más entendible por separado, que es lo que voy a hacer, junto con su evolución:

(a)La Capitanía General de la Isla de Cuba =>

A parte que era de los pocos reinos de América que recibían regularmente inmigrantes peninsulares. (Lo que suponía una renovación de regular de leales súbditos de la monarquía), la economía de este territorio se basaba en la explotación latifundista de la tierra mediante el uso de mano de obra esclava.
Basta con contemplar unas pocas cifras para entender este hecho: en 1774, la población de Cuba era de 172.620 habitantes: 96.440 blancos, 31.847 negros libres y 44.333 negros esclavos que trabajaban en mas de 500 ingenios (molinos de caña de azúcar y barriles para la decantación de zumo de caña).
La producción de azúcar llegó para el año 1795 a las 14.000 toneladas. (Aunque hay que decir que la explotación de la tierra estaba más orientado al cultivo de cacao y tabaco que de azúcar y café).
Con motivo del inicio de la independencia de las diferentes naciones de América, se incrementó el cultivo de azúcar y tabaco (plantas más resistentes a los ocasionales huracanes y sobretodo muy apreciadas en Europa y Estados Unidos, como forma de obtener las tan necesarias divisas). Para 1805, la producción de azúcar se elevaba a las 34.000 Tm.
En 1827 el censo arrojó una población de 704.000 habitantes: 311.000 blancos (la mayoría soldados), 286.000 negros esclavos y 106.000 negros libres y mestizos. También había en ese momento en la isla: 1.000 ingenios (fábricas de azúcar), 30.090 ranchos, 5.534 vegas (granjas y secadores) de tabaco y 2.067 plantaciones de café. La isla era una de las más ricas regiones del planeta. En este momento empezaran los primeros conflictos con los negros esclavos, (las ideas de Haití y del resto de América, empezaban a llegar) y entre criollos - supuestos originarios nativos de las islas y peninsulares – supuestos leales al Rey y a la Patria Española.
Para el año 1842 el Censo Oficial reportaba una población de 1.037.624 de habitantes: 448.291 blancos, 152.838 negros libres y 436.495 esclavos negros.
En esta época las exportaciones cubanas a Estados Unidos eran el doble que a España y las grandes haciendas azucareras se habían incrementado hasta llegar a las 800 desde unas 400 en 1790.
En 1848 el Presidente de los Estados Unidos, Polk, le ofrece a España 100 millones de USD por Cuba, pero España se niega a vender la isla. (Puesto que es nuestro principal socio comercial y nuestra principal fuente de obtención de divisas).

Si tenemos en cuenta estos dos hechos, población y economía obtenemos la siguiente situación:

1 – España no desea perder la Isla de cuba, por motivos económicos (creo que sobran más explicaciones). Por motivos estratégicos (hasta bien entrada la década de los años 50 del siglo XIX, todavía existe el sueño de algún día organizar una gran expedición militar y poder reconquistar los reinos de América. Pero planes reales o nunca se elaboraron o no han llegado hasta nuestros días) y por motivos de prestigio internacional (España, a pesar de sus penurias, atrasos y conflictos internos, es todavía la 5ª nación más rica de Europa. Por lo que la mejor manifestación es preservar un imperio colonial por raquítico que sea este). En su lugar optará por intervenir cada vez más en África.

2 – La Isla de Cuba, esta partida por (de momento) polémicas entre esclavistas y abolicionistas y por “patriotas” y “leales”. En general, a medida que Gran Bretaña, Francia y otras naciones van a ir aboliendo la esclavitud en sus territorios y obligan a las naciones donde tienen influencia a hacer lo mismo.
Por ello, para preservar la economía de la isla, los grandes plantadores (que monopolizan la economía de la isla) necesitan de una “potencia” (por menuda que sea esta) para asegurar la continuidad de esta institución (por rechazable que resulte, muchas personas la veían como una forma legítima de ganarse la vida). Especialmente, ante las intromisiones (en ocasiones violentas) de los Británicos – abolicionistas en los asuntos internos de la isla.
Y es hasta que finalmente se prohíba toda forma de esclavitud (incluido el sinónimo políticamente correcto del “patrocinio”) en 1886, cuando el sentimiento independentista prenda con más fuerza.
Por ambos motivos siempre habrá un gran ejército Español en la isla, tanto para evitar las intromisiones extranjeras, como para sofocar las revueltas de esclavos. Aunque esta también acabará luchando contra los secesionistas y contra los invasores extranjeros.

Sin embargo hay una serie de elementos que poco a poco a poco irán creando el caldo de cultivo para la independencia del territorio:

I – Los grandes hacendados de la Isla se ven obligados en contra su voluntad, a liberar a sus esclavos en 1886. Ya no necesitan de una potencia como España, para proteger esta institución de los abolicionistas propias y extranjeros.

II – Existe un monopolio obligatorio de cambiar, a precios establecidos por el gobierno militar de la isla, el azúcar insular por las harinas producidas peninsularmente. (Para los lectores de las regiones de Castilla y Cantabria, recordaremos que el “canal de Castilla” se construyó precisamente para recoger las cosechas de cereal de la zona norte de Castilla, bajarlas hasta Valladolid, donde las principales empresas harineras asentadas a las orillas del río Pisuerga – la famosa expresión: “...aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid...” – molían el grano de cereal y cargaban los sacos de harina de nuevo por el canal, hasta el puerto de Santander y de ahí se cargaban en barcos dirección Cuba, donde se intercambiaban por toneles llenos de azúcar de caña que se exportaban al resto del mundo. Como resultado, la península exportaba harina cara a Cuba y obtenía azúcar barato, que revendido a diferentes países producía unos beneficios bastante elevados a los intermediarios.)
Los grandes comerciantes y plantadores de la isla, sin embargo, pensaban que sin esta salvaguarda, la isla podría obtener harinas y/o maíz mucho más baratos de Estados Unidos. Al tiempo que obtendría mejores mercados (y ganancias) exportando su azúcar, tabaco y ron a dicha nación.
Esto creaba el primer (y probablemente principal) motivo de secesión entre la península y la isla del caribe.

III – En tanto y cuanto los Estados Unidos de América, era legal la esclavitud. Los principales estados esclavistas estaban bastante interesados en que la esclavitud no desapareciera, por lo que los territorios y naciones esclavistas eran vistas como aliadas naturales contra el anti – abolicionismo liberal Francés y Británico.
Al desaparecer la confederación y la esclavitud, Estados Unidos se convertía en un nuevo activista contra la esclavitud. Al tiempo, que pervivía los viejos intereses comerciales americanos de obtener un suministro seguro de materias primas (azúcar en este caso) y un nuevo mercado a sus productos industriales.

IV – Las propias y tormentosas reacciones políticas dentro de España (golpismo de los Espadones, alzamientos carlistas y cantonalistas, sufragio censitario, pucherazo, encasillamiento de candidatos,... Que no voy a explicar por no alargar más.)

Si sumamos todos estos factores, obtenemos que existe una causa de fricción, que con el tiempo se convertirá en una guerra. En especial ante la intransigencia política de los sucesivos gobiernos de Madrid a levantar la salvaguarda de las harinas peninsular y otorgar una cierta autonomía al territorio insular.

El primer intento serio de independencia, fue la llamada “Guerra de los 10 años” cuando el hacendado Céspedes, liberó a sus esclavos (otras biografías menos generosas con el personaje, dicen que simplemente les encomendó una nueva tarea) y les lanzó al monte para librar una guerra de guerrillas contra el ejército Español.
En 1866, se produjo una pequeña crisis económica que sin embargo no se tradujo en una menor fiscalidad de las autoridades (sobre todo militares) en la isla.
Al año siguiente, se creó el primer “Comité Revolucionario de Bayamo” con intenciones claramente secesionistas. Al que primero se uniría y luego acabaría por liderar el sr. Céspedes. (Teniendo como resultado el encarcelamiento y posterior ejecución de su hijo Oscar).

Sin embargo, las intenciones de Céspedes eran dos:

a)Liberar a los esclavos y unirse al resto de naciones civilizadas del mundo (como recogen los libros de historia Cubana).
b)Anexionar la Isla a los Estados Unidos (Cosa que los libros de historia de Cuba, suelen pasar por alto).

Por ambos motivos la popularidad de su movimiento fue más bien escasa entre las clases dominantes e intelectuales de la isla.
Tras unos primeros fracasos, la columna de Céspedes alcanzó los 12.000 hombres (en su mayor parte negros esclavos evadidos. [Ó prestados por sus amos, según otras fuentes biográficas]). Practicando una guerra de guerrillas mediante cargas a caballo armados con machetes (mucho más útiles en la selva que los sables de caballería europeos), que sin embargo no fue ni mucho menos preocupante para los soldados españoles mucho peor maltratados por la falta de alimentos y las enfermedades tropicales.
La guerra se extendió a las provincias orientales de la isla, en 1868 y para 1869 alcanzaba el centro de la isla (pero sin controlar ninguna ciudad importante). Sin embargo y a pesar de los sucesivos intentos, la guerra nunca llegó al occidente de la isla, mucho más poblado por emigrantes peninsulares leales a la corona y al ejército de España.
La respuesta militar Española, fue doble, por un lado traer más y más soldados de la península y reclutar más y más voluntarios isleños (llenando los bolsillos de los propietarios de la Compañía Trasatlántica de Navegación, una antigua empresa dedicada al comercio de esclavos primero; luego al transporte de emigrantes Españoles a América y finalmente al de soldados, cuyo accionista mayoritario fue el señor Marqués de Comillas) hasta alcanzar los más de 100.000 soldados y guardias civiles.
Pero por otro lado, el comandante en jefe de la guarnición general Blas Villate, Conde de Valmaceda, ordenó represalias masivas contra las familias de los supuestos insurgentes. (sic):
Todos los dirigentes detenidos y colaboradores serían ejecutados en el lugar.
Los buques que transporten armas serán confiscados y todos a bordo ejecutados.
Los hombres mayores de 15 años, capturados fuera de sus plantaciones o lugares de residencia sin justificación serán sumariamente ejecutados.
Todos los pueblos levantarán una bandera blanca, de lo contrario serán arrasados por fuego.
Cualquier mujer encontrada fuera de su finca o lugar de residencia, será concentrada forzosamente en las ciudades.
De esta lucha aparecerían dos personas que marcarían la siguiente campaña, el futuro general español Valeriano Weyler y el futuro líder Cubano José Martí.
Los insurgentes, llamados por los Españoles, Mambises (un apodo despectivo para referirse a los negros rebeldes) o Guajiros (a su vez apodo despectivo para campesinos rebeldes. Originario de una antigua tribu existente entre Colombia y Venezuela). Intentaran crear sus primeras instituciones de auto – gobierno a mediados de 1869, consagrando la separación entre el mando político y el militar de la independencia.
Sin embargo, la rebelión aislada políticamente y con escasos apoyos fuera de la isla (salvo alguna simpatía de particulares norteamericanos) empezó a decaer al año siguiente. Por un lado las represalias masivas contra sospechosos de sedición y filibusterismo, aplacaron los espíritus más inquietos tanto en Estados Unidos como en la isla de Cuba. Por otro lado, la deportación en masa de las familias de los guerrilleros muertos o capturados a las ciudades o a prisiones en ultramar, empezó a minar la resistencia Cubana.
En 1873 cayó abatido el jefe militar de la guerrilla, provocando fuertes desacuerdos entre las distintas facciones de los insurgentes (más por asuntos personales que por discrepancias ideológicas).
Hacia 1875, la economía se había recuperado y los dueños de los esclavos volvían a necesitarlos para cosechar el azúcar así que uno a uno fueron pasándose en banda al bando de los “leales” y recogiendo sus esclavos negros para devolverlos a la cautividad (en ocasiones con la ayuda de la guardia civil, previa denuncia de estos).
En 1876, acabó la última guerra carlista y el gobierno de la restauración en lugar de desmovilizar al ejército, envió más soldados (hasta alcanzar los 250.000 hombres, tanto ex – carlistas como ex – cristinos) hasta sofocar la revolución. Al tiempo que el alto mando Español, empezó a explotar las distensiones existentes dentro de las diferentes partidas guerrilleras. En especial cuando empezaron a ofrecer amnistía a los guerrilleros que se entregasen y devolver los esclavos capturados (en ocasiones negros libres, capturados con las armas) a los dueños y plantadores que abandonasen el campo rebelde y entregasen columnas guerrilleras.
En 1877, el nuevo jefe militar fue capturado y en 1878, se disolvieron los diferentes órganos de auto – gobierno. Iniciándose inmediatamente las negociaciones de paz con el general Martinez Campos. Firmándose ese mismo año la “Paz de Zanjón” que intercambiaba la amnistía general a cambio de la rendición. (Salvo una pequeña facción, encabezada por José Martí que escogió el exilio antes que someterse a España). En total morirían 300.000 insulares y unos 50.000 soldados Españoles.

El siguiente episodio, fue “La Guerrilla”. Desarrollada entre 1879 y 1880; cuando uno de los líderes revolucionarios, Calixto García, viajó a Nueva York y organizó el “Comité Revolucionario Cubano”, con otros revolucionarios. En 1878, publicó un manifiesto contra el dominio Español de Cuba, que fue aprobado por el resto de líderes revolucionarios en el exilio.
Comenzando las hostilidades el 26 de agosto de 1879. Pero de nuevo, la falta de aliados extranjeros, armas y material, junto con las diferencias entre los líderes de las diferentes facciones guerrilleras y el cansancio de la población civil reacia a una nueva aventura. Acabaron por llevar al desastre a este movimiento y en menos de un año todos sus líderes habían sido arrestados por las autoridades Españolas (previa denuncia de los naturales de la isla).

En 1881, se hicieron las primeras reformas democráticas en la isla, según los rígidos parámetros de la constitución de la restauración de 1876 y aunque Cuba enviaba representantes a las Cortes Generales – Parlamento español. En la práctica los representantes (obra y gracia del caciquismo y el innoble arte del pucherazo) salían invariablemente de las filas del partido Conservador.
La falta de una verdadera reforma dio lugar a otro levantamiento 15 años después, que llegó a ser conocido como la “Guerra del 95”.
Durante los siguientes 17 años de paz desde el último conflicto, la abolición definitiva de toda forma existente de la esclavitud en 1886 había sido el principal acontecimiento sucedido en la isla. Por lo que el número de proletariado urbano y rural se incrementaba, al mismo tiempo que muchas medianas y pequeñas explotaciones se arruinaban al aparecer ingenios (molinos azucareros) mucho más eficientes (impulsados por máquinas de vapor en lugar de los tradicionales accionados por animales o esclavos).
Para evitar que la ruina se extendiera (sobre todo en las de por si empobrecidas provincias orientales de la isla), las autoridades de la isla, permitieron la entrada de capitales extranjeros (sobre todo norteamericanos) par explotar nuevos negocios (tabaco y minería) así como re – impulsar la industria del azúcar (sobre todo de cara a la elaboración industrial de bebidas dulces, como la naciente Coca – Cola, y caramelos diversos). Por lo que la población insular empezó a detectar una doble dependencia (política de España y económica de Estados Unidos), por lo que tarde o temprano se verían abocados a apoyar una de estas opciones.
Las nuevas factorías creadas, en especial para la elaboración artesanal del tabaco, implicaron necesariamente la aparición de los primeros sindicatos, clandestinos, de obreros. A parte muchos cubanos, empezaron a dirigirse a los Estados Unidos a probar fortuna, empujados muchas veces por la llegada de emigrantes peninsulares, preferidos por las autoridades españolas para desempeñar cargos de responsabilidad, en detrimento de los nativos insulares.
Estos isleños afincados en Estados Unidos empezaron a entrar en contacto con los líderes exiliados de la anterior intentona (sobre todo con José Martí, pero no era el único) y empezaron a empaparse de ideas independentistas.
Creando el “Partido Revolucionario Cubano” el 10 de Abril de 1892 en Estados Unidos. (Con relativamente pocos apoyos, debido quizás a que entre su ideario no solo estaba la oposición al régimen colonial con la península, sino también una oposición frontal a la idea de anexionarse a los Estados Unidos).
La guerra empezó, formalmente cuando 3 barcos (el Lagonda, el Almadis y el Baracoa) que se movían a vela, zarparon de Estados Unidos, el 25 de Diciembre de 1894. Sin embargo a principios de Enero de 1895, dos de los barcos fueron interceptados por las corbetas de la Hacienda de Estados Unidos, cuando comprobaron que estaban llenos de armas. El tercer barco llegó y el 25 de Marzo de 1895, José Martí hizo público su “Proclama de Montecristi”. Que se puede resumir en:
La guerra va a ser llevada a cabo por negros y blancos por igual => Negros y Blancos son iguales.
La participación de todos los negros era crucial para la victoria => Que por cierto negros y mestizos suponen (cifras oficiales) el 33% de la población total del país.
La población de origen Español (peninsular) que no se una a la causa será expulsada de la isla. => Sin comentarios.
No se dañará la población privada rural => No crearse enemigos entre los grandes plantadores de las islas.
La revolución debe traer nueva vida económica de Cuba. => Una vaga promesa de reforma agraria, desarrollo industrial y lo que fuese necesario para prometer ventajas a las diferentes partes interesadas.

Aunque encontronazos armados se habían producido en la mayoría de las provincias orientales de la isla, desde el 25 de Febrero. Es a partir de esta proclamación cuando se desencadena la guerra en toda la isla. Aunque desde el principio hubo varios fallos, tanto por falta de organización como diferencias internas por motivaciones diversas y los principales líderes del levantamiento en las zonas occidentales y centrales de la isla fueron capturados ó debieron escapar.
Durante los primeros meses de abril de 1895, las fuerzas guerrilleras agrupadas, se dividieron en dos columnas, una mandada por Maceo y otra mandada por el propio Martí. Sumando unos 30 hombres. Mientras que en la isla había una guarnición de 80.000 hombres entre peninsulares e insulares.
Al conocerse la noticia de una nueva guerra y al llegar el mes Diciembre, sin ser capaces de sofocar el levantamiento, comenzaron a llegar refuerzos de la península (de nuevo llenando los bolsillos los dueños de la compañía Española Transatlántica), al tiempo que se reclutaban más voluntarios insulares; hasta sumar los primeros unos 98.000 hombres y los segundos unos 60.000 (dedicados principalmente a guarnecer las grandes haciendas y las propiedades, así como las ciudades y pueblos importantes).
Para diciembre de 1897, serian en el bando español unos 240.000 hombres contra 60.000 guerrilleros. De nuevo los términos despectivos de “Mambí /ses” y “Guajira /o /os” volvieron a surgir.
Durante el año 1896, el único suministro con que contaban los guerrilleros, fueron las partidas de armas introducidas de contrabando, volviendo a recurrir como táctica predilecta de actuación la carga a caballo a machete por sorpresa.
Solamente los barcos con bandera Británica, en estos dos años, pudieron romper el bloqueo.
Otros 28 barcos no pudieron partir desde Estados Unidos, al ser interceptada su carga. 5 Fueron interceptados por la Marina de EE.UU. 4 Por la Armada Española, 2 fueron destruidos. Y de la última expedición de dos buques; uno tuvo que regresar a puerto por la tormenta, mientras que el otro se perdió a consecuencia de la misma.
Respecto a las operaciones de combate, diremos que la muerte de Martí el 19 de Mayo de 1895, fue un golpe más psicológico que real, puesto que Macedo era quien de verdad dirigía las operaciones. A mediados de septiembre, se aprobó la llamada “Constitución de Jimaguayú”, donde se reunían los tres poderes públicos en un solo organismo hasta el fin de las hostilidades.
Finalmente lograron cruzar las líneas defensivas (la popular “Trocha” una barrera de 80 Km de largo por 200 metros de ancho, formada por puestos fuertes cada 12 metros y tramos alambrados cada 400) creadas por el Capitán General Martínez Campos.
A consecuencia de este fracaso, Campos seria relevado de su mando por el mucho más enérgico Valeriano Weyler a principios de 1896. El cual puso en práctica, pero a mayor escala todos los métodos empleados en la pasada contienda:
Uso del terror como arma de guerra.
Ejecuciones periódicas de sospechosos de apoyar a la guerrilla.
Exilio masivo de familiares de guerrilleros identificados.
Destrucción de granjas y cultivos, sospechosos de haber dado (tanto si era de buena gano como forzados a ello) alimentos a los guerrilleros.
Sin embargo la medida más impopular de la guerra, fue tomada el 21 de octubre de 1896, cuando se ordenó a todos los residentes del campo y su ganado a reunirse en distintas zonas y pueblos fortificados. (La llamada “Reconcentración”) en un plazo de 8 días.
Cientos de miles de personas tuvieron que abandonar sus hogares, creando condiciones deplorables e inhumanas en los atestados e insalubres “campos de reconcentración”. Situados generalmente a las afueras de las ciudades. Se estima que esta medida provocó la muerte de al menos un tercio de la población rural de Cuba.
Los resultados sin embargo fueron, para los Españoles bastante positivos, pues se redujo notablemente la actividad guerrillera (simplemente, los guerrilleros se morían de hambre). El propio Maceo caería abatido en Diciembre de 1896.
Para 1897, se enviaron 71 expediciones (casi todas de un barco) desde Estados Unidos, de las que solo 27 llegaron a su destino (5 fueron detenidas por la armada Española y 33 por Estados Unidos => Así que la idea de un apoyo del gobierno americano a la independencia Cubana, es sencillamente falsa.)
El 10 de octubre se redactó una segunda constitución en Camagüey, dando como resultado la creación de un poder civil al que se subordinaría el poder militar y confirmaba en el cargo de presidente al nuevo jefe de los insurrectos, Bartolomé Masó.
El nuevo gobierno liberal, tras el asesinato de Cánovas del Castillo, buscando una paz negociada, destituyó ese mismo año a Weyler y redactó una constitución colonial para Cuba y Puerto Rico, instalado un nuevo gobierno en La Habana. Si bien los esfuerzos conciliadores no tuvieron éxito alguno.
En enero de 1898, se produjo un motín de cubanos leales a España contra el nuevo gobierno autónomo. Estallando en La Habana una serie de disturbios. Durante los cuales, fueron destruidas las máquinas de impresión de cuatro periódicos locales que habían publicado artículos críticos e informaciones sobre diversas atrocidades cometidas por el ejército español.
El Cónsul General de EE.UU. telegrafió a Washington preocupado por la vida y las propiedades de los estadounidenses que residentes en La Habana. En respuesta, se envió al “USS Maine” a La Habana en la última semana de enero. El 15 de febrero de 1898, el barco fue sacudido por una explosión.
Tratando de apaciguar a los EE.UU., el gobierno colonial tomó dos medidas que habían sido exigidas por el Presidente McKinley:
Poner fin a la reconcentración forzosa de los sospechosos de independentismo.
Iniciar con estos unas negociaciones de Paz.
Pero los independentistas se negaron en redondo a cualquier acuerdo, fuera de los términos marcados por ellos.
En contra de lo que siempre se ha defendido, no fue la explosión lo que provocó la guerra (que ya se había larvado desde hacía décadas). Si no una serie de políticas y actuaciones alimentadas a su vez por una serie de intereses.
El acontecimiento decisivo fue, probablemente, el discurso del Senador Redfield Proctor, emitido el 17 de marzo de 1898, que analizaba la situación y concluía que la guerra era la única respuesta.
El 11 de abril, McKinley solicitó al Congreso la autorización legislativa para enviar tropas estadounidenses a Cuba con el propósito de poner fin a la guerra civil.
El 19 de abril, el Congreso aprobó dos resoluciones conjuntas (con 311 a favor y 6 en contra, en la Cámara de Representantes. 42 a favor y 35 en contra, en el Senado).

Apoyando la independencia de Cuba.
Renunciando cualquier intención de anexionarse Cuba.
Exigiendo la retirada española.
Autoriza al presidente a utilizar la fuerza militar como él crea conveniente para ayudar a los patriotas Cubanos a lograr la independencia de España.

Esta votación y resolución, pasará a la historia con el nombre de “Enmienda Teller”. La enmienda rechazó cualquier intención por parte de Estados Unidos, para ejercer su jurisdicción o control sobre Cuba, por cualquier motivo diferente a la pacificación. Y confirmó que las fuerzas armadas se retirarían una vez que la guerra hubiese terminado. (Esta era la única forma de evitar la negativa de los anti – imperialistas en ambas cámaras y obtener a su vez el permiso de los insurgentes para actuar en su nombre).
Si bien, esta no incluía Puerto Rico, Guam, las islas Filipinas o la propia Península Ibérica, tampoco excluía las operaciones necesarias en ultra mar para hacer cumplir este objetivo.
El Senado y el Congreso aprobaron la enmienda 19 de abril y McKinley firmó la Resolución Conjunta el 20 de Abril (dándola validez de ley).
El ultimátum fue enviado inmediatamente a España. Y al no obtener respuesta, la guerra se declaró el 21 de Abril de 1898.
El Congreso a su vez declaró formalmente la guerra el 25 de Abril.
(Aquí detengo la narración de la historia que describiré en los apartados posteriores).

La Isla de Puerto Rico

A parte de Cuba, el otro gran territorio Español en América que quedaba, era de nuevo una gran isla llena de latifundios explotados con mano de obra esclava y de nuevo, la amenaza Británica de anexión, había forzado a sus habitantes (o mejor dicho a sus élites) a abrazar la causa Española en lugar del independentismo que sacudía el resto del continente.
Por otra parte entre sus habitantes blancos había Españoles principalmente, pero también algunos ingleses y muchos de los descendientes Franceses refugiados de la antigua colonia de Haití. Por lo que las tres lenguas se escuchaban en las calles y el miedo a una insurrección de negros armados, acentuaba la necesidad de la presencia del ejército (y la guardia civil) español.
En efecto, se trataba de una provincia bajo gobierno militar (dependiente jerárquicamente del capitán general de Cuba). Pero dependiente, directamente, del gobierno de Madrid.
Entre 1815, que permitía la libre emigración hacia la isla gracias a la Real Célula de Gracia de ese mismo año, a cambio de lealtad a la corona y a la religión Católica Romana y 1897 en que aceptó un estatuto de autonomía dentro del reino de España, los únicos dignos de mención fueron:

a)El grito de Lares => Primer y único intento de secesión del Reino acontecido el 23 Septiembre de 1868. En general coincidió con la revolución de 1868 que destronó por primera vez a los Borbones de España y tiene más que ver con los levantamientos Cantonalistas que con el proceso de emancipación Americana.
De un total de 582 mil habitantes con que contaba la isla, unos 300.000 eran blancos y 282.000 negros (incluidos mestizos).
En la hacienda del doctor Ramón Emérito Betances, se reunieron entre 500 y 1.000 partidarios de la independencia que proclamaron el “Comité Revolucionario de Puerto Rico”, al tiempo que solicitaban el apoyo político de la República Dominicana.
Sin embargo, a pesar de la debilidad del gobierno de Madrid, tras la caída de la monarquía, logró la negativa del gobierno Dominicano al proyecto secesionista. Al tiempo que este entregaba una completa relación de los líderes secesionistas que pronto fueron encarcelados por el ejército Español.
Ante estos acontecimientos, los rebeldes que no fueron arrestados, partieron de la hacienda y se dirigieron a la ciudad de Pezuela, saqueando tiendas y propiedades de supuestos peninsulares; posteriormente tomaron el ayuntamiento y arrestaron a su vez a cuantas autoridades y peninsulares cayeron en sus manos.
Desde el ayuntamiento, proclamaron la independencia y se procedió a “abolir” tanto la esclavitud como la servidumbre de los jornaleros +/- libres. (Momento en que perdieron la poca popularidad que tenían entre los grandes hacendados).
El día 24, marcharon dirección San Sebastián de Puerto Rico. Sin embargo, fueron interceptados por tropas Españolas y milicias voluntarias Puerto Riqueñas, siendo rápidamente rodeados. Rindiéndose pocas horas después (se quedaron sin agua y muchos desertaron aprovechando la confusión) unos 475 rebeldes.
Aunque todos fueron juzgados y sentenciados a muerte, se decidió desde Madrid dictar una amnistía general, en aras de lograr un acuerdo de paz.

b)La abolición de la esclavitud => El proceso fue mucho más largo y con más pasos que en el caso de Cuba, en 1845 se había prohibido la trata desde África (medida que raramente fue respetada). Desde 1870 los hijos de mujeres esclavas nacían libres y desde 1873 se creo una restricción a la esclavitud por la que los esclavos Puerto Riqueños, solo eran esclavos dentro de los límites insulares.
Finalmente, en 1873 se declaró definitivamente abolida la esclavitud en este territorio.
Entre 1870 y la ocupación Norteamericana, la política estuvo monopolizada por dos partidos: por un lado el Partido Liberal (que en acuerdo con los conservadores les correspondía esta isla, en tanto que a ellos les correspondía Cuba). Por otro el Partido Liberal Reformista (de ideología autonomista – independentista; desde 1887 cambia de nombre por el de Partido Autonomista Puertorriqueño).
Con motivo de la guerra de Cuba y de los intentos por poner fin a esta, se aplica la “Carta Autonómica” que concedía la autonomía administrativa y ciertas libertades políticas. Entrando en vigor, el 9 de Febrero de 1898, quedando la isla bajo autoridad del general Manuel Macías.
Sin embargo, desde el 10 de Marzo de 1898, los autonomistas Puertorriqueños empezaron a mantener correspondencia con los independentistas Cubanos y con el gobierno de Estados Unidos.
Poco después estalló la guerra entre España y Estados Unidos.

Capitanía General de las Islas Filipinas

En contra de lo que defienden los Filipinos, o por lo menos su gobierno, la nación Filipina está compuesta por diferentes etnias: (Repartidas de menor a mayor peso político, en la escala social, en la época).
Itas => Diferentes pueblos nativos, con un nivel de civilización a medio camino entre los caníbales y los cortadores de cabezas. Antiguamente eran los dueños de todo el archipiélago. Pero a medida que los pueblos del continente, más civilizados y mejor armados, se fueron asentando en el territorio, debieron ir abandonando la costa y las fértiles tierras de las llanuras, para asentarse y sobrevivir como pudiesen en las montañosas selvas del interior.
Indonesios => Se asentaron después que los Malayos, por lo que llegaron tarde al reparto de tierras y debieron de quedarse con la parte más pobre del territorio, en el norte. Al ser de religión musulmana, fueron discriminados por los diferentes conquistadores de la isla y los Españoles les motejaron con el apelativo despectivo de “Moros”. Que sigue hasta nuestros días.
Malayos => También llamados Tagalos, constituyen la gran mayoría de la población y fueron cristianizados por los Españoles. Tradicionalmente han formado la base social que ha dominado el territorio.
Mestizos => Los numerosos contactos entre Españoles y Filipinos, a parte de Isabel Preysler, dejaron una casta intermedia de líderes. Muchos de los cuales serian a su vez los líderes independentistas de las islas, como José Rizal.
Chinos y Japoneses => Asentados en las islas casi al mismo tiempo que los Españoles, formaron una casta privilegiada y separada del resto de asiáticos, monopolizando el comercio, la banca y la mayoría de los negocios.
Criollos => Españoles asentados desde hace siglos y obsesionados con mantener la pureza racial y dejar claro al resto de miembros de su casta su limpieza de sangre. En los tiempos de la colonia, monopolizaban los cargos públicos y eclesiásticos.
Españoles => Militares, marinos y sacerdotes destinados a servir en el territorio, una veces voluntariamente, otras como castigo. Eran el tope de la escala social, política y administrativa.

Esta variedad social era fruto de los diferentes orígenes étnicos y de la configuración geográfica del territorio, pues se trataba de un archipiélago de más de 7.000 islas e islotes (aunque solamente unas 2.000 tienen nombre y de las mismas; las islas de Luzón en el norte, Bisayas en el centro y Mindanao en el sur forman el 90% de la superficie sobre el nivel del mar).
Respecto a la colonización Española, hay que destacar que la llegada de los Españoles en el siglo XVI, respondía a la definitiva búsqueda de las especias de oriente sin pasar por tierras y hemisferios Portugueses.
A diferencia de las tierras de la América Española, los Españolas nunca tuvieron especial interés en conquistar estas tierras y simplemente las usaron como base logística para tres actuaciones:

A – llegar hasta las islas de las especias, para adquirir, durante unas pocas décadas, las semillas de aquellas especies que todavía no se cultivaban en las diferentes tierras de América.
B – llegar hasta China y hasta Japón (el Cipango que buscaba originalmente Cristóbal Colon). Con la apreciada plata Mexicana, se adquirían porcelanas (cuyo peso se pagaban al peso en oro en todas las cortes de Europa) finas obras de marquetería oriental (que también cotizaban a iguales precios) el té (que se reclamaba como medicina en todas las farmacopeas) el opio (otra medicina igualmente apreciada) y sobre todo las sedas (o más concretamente las huevas del gusano de la seda, tanto Chinas como las consideradas mucho más exóticas y caras Japonesas.
Puesto que la seda era conocida en Europa desde la época de los Romanos, el arte de su cría y reproducción, estaban mucho menos perfeccionadas y había que importar ejemplares nuevos casi cada año. Aunque las sedas tejidas y teñidas de oriente eran también muy apreciadas; sobre todos los famosos mantones de Manila).
C – Servir de base a expediciones militares, que entre otros éxitos alcanzaron Japón, conquistaron Taiwan, limpiaron las aguas de piratas e incluso llegaron a planificar la conquista de China y del Japón.

Por todo esto, las autoridades civiles Españolas nunca pensaron seriamente en ocupar todo el territorio y en colonizarlo. A diferencia de América, lo que explica que la lengua Española solo fuese hablada por unas pocas élites. Dejando la responsabilidad de colonizar estas tierras a la iglesia católica y a sus órdenes misioneras, siempre en busca de almas que salvar y tierras que explotar.
Efectivamente, al llegar al siglo XIX, de unos 300.000 Españoles de pura cepa residente en el territorio, aproximadamente unos 150.000 eran religiosos.
Además, de evangelizar a los asiáticos que aceptaron la conversión al catolicismo (principalmente los Malayos: Por lo que fueron premiados con un estatuto superior al del resto de la población y con el derecho a cultivar las mejores tierras lo que explica por sí solo que acabasen convirtiéndose en el grupo étnico principal y con ello la religión católica se convirtió en la más practicada en las islas. En la actualidad más del 80% de la población).
Hasta la independencia de América, las cosas cambian poco. Pero a partir de ella, las autoridades Españolas cambiaron sustancialmente el régimen territorial:

1º) Las viejas encomiendas que abastecen a las iglesias y monasterios misioneros, se convierten en propiedades inmobiliarias y bienes raíces de los comendadores, generalmente las órdenes religiosas. Por lo que la explotación de la tierra que los asiáticos hacían de forma comunal y compartida se transforma en un sistema de jornaleros. Mucho menos ventajoso para ellos y mucho más beneficioso para los nuevos dueños, que obtienen ganancias millonarias.
(A la larga creará un problema que durará hasta nuestros días. Puesto que menos de un 20% de la población es propietaria de más del 85% de la superficie cultivable).

2º) Las nuevas autoridades, tanto civiles como militares, desean abarcar su autoridad a todo el territorio insular y no solamente a unos pocos puertos. Por lo que las guerras serán constantes y los levantamientos, tanto sociales como políticos, durarán hasta la independencia y posteriormente a ella.

3º) A pesar de estos importantes cambios, nunca hubo un intento serio de cambiar el sistema de casta étnico – político – religioso – social. Por lo que las generalmente clases sociales más preparadas y ambiciosas (generalmente los arribistas mestizos, nativos enriquecidos, chinos con estudios superiores,...) eran claramente discriminadas a favor de personal con preparación académica igual o inferior pero con un pedigrí racial mucho más adecuado.
La no – existencia de una clase nativa favorecida por la potencia ocupante y por tanto colaboracionista, será la base de la que saldrán los líderes de todos y cada uno de los movimientos secesionistas.

El gobierno directo de las islas por España empezará en 1821, y con la llegada de refugiados de la independencia de América y con ellos muchas de las ideas emancipadoras, empezará a formarse el caldo de cultivo para la aparición de las primeras ideas independentistas.
A partir de 1863, se inicia la construcción de la primera red de escuelas públicas, lo que creará una primera red de nativos educados, no por la iglesia sino de forma autónoma. A partir de la llegada de la máquina de vapor en la navegación y la apertura del canal de Suez se reduce considerablemente el tiempo para llegar desde España y por tanto decenas de funcionarios, militares y sacerdotes arrimaran a la colonia (ya no lo podemos calificar con otro nombre) y ocuparan los buenos puestos de trabajo del sector público y privado a costa de los nativos igual preparados (mestizos o no).
A fin de incrementar el control de las islas, se hizo en 1878, el primer censo oficial. Dando como resultado un total de 5 millones de habitantes de todas las castas.
Las críticas contra la administración de la isla (claramente racista) y contra la llamada “frailocracia” en lugar de democracia.
En lo económico, la agricultura tradicional filipina de subsistencia, fue sustituida por una agricultura industrial, basada en la producción de arroz a gran escala (a pesar del empobrecimiento general de la sociedad nativa, nunca hubo hambre en las islas.) Y sobre todo en plantaciones de Tabaco; de calidad media pero precios muy competitivos en todo el mundo.

El proceso independentista, está íntimamente a la creación de las primeras sociedades de ilustrados Filipinos y en la conversión de estas sociedades, clubes y círculos en sociedades secretas y logias masónicas. Y estos en movimientos políticos autonomistas e independentistas.
En 1872 tres religiosos fueron ejecutados por las autoridades por propagar ideas rebeldes. En respuesta, ese mismo año se creó la primera asociación cultural de carácter político: el “Movimiento de Propaganda” que se constituyó como organización literaria y cultural, de emigrantes y estudiantes universitarios filipinos asentados en Europa. De ideología liberal, pretendían concienciar a España de sus necesidades, al tiempo que propagaban una relación más estrecha entre la colonia y España. Su miembro más prominente fue el futuro líder independentista D. José Rizal.
El movimiento, además editaba en Filipinas un periódico, “La Solidaridad”. Donde trabajaría a su regreso a las islas José Rizal, quien además creó el primer partido reformista – autonomista: “La Liga Filipina”. Que no tardaría en ser prohibido y su creador desterrado del territorio por actividades subversivas.
Sin embargo, su segundo el Sr. Andrés Bonifacio, crearía en 1892 la sociedad secreta “Katipunan” (literalmente, la sociedad, a su vez el acrónimo de: “Suprema y Venerable Sociedad de los Hijos de la Nación ” o “del pueblo” según traducciones. Su representación escrita era K.K.K. lo que ha dado como resultado ríos de tinta de conspiranoicos tratando de buscar una relación con el Ku Klux Klan.)
Articulado como una sociedad secreta y logia masónica. Sus miembros estaban organizados por niveles jerárquicos, tanto hombres como colaboradores femeninos. Disponían de un boletín secreto: “Kalayaan” – “Libertad” de ideología revolucionaria.
En la planificación de la revolución, Bonifacio contactó con Rizal. Quien apoyará al Katipunan a cambio de rescatarle del exilio.
En mayo de 1896, se envió una delegación al emperador de Japón para obtener fondos y armas militares. Pero la existencia del Katipunan se reveló a las autoridades Españolas después que un miembro, Teodoro Patiño, confesó sus actividades ilegales a su hermana, quien a su vez trabajaba de portera en el orfanato de Coyoacán. Rebelando dicho secreto a una de las monjas que regentaban el establecimiento.
Siete días después, las autoridades españolas descubrieron públicamente la existencia de dicha sociedad, el 26 de agosto de 1896. Momento en el cual Bonifacio y sus hombres desarticularon sus cédulas y proclamaron sus intenciones públicamente con el llamado Grito de Balintawak, con el que comenzó la revolución Filipina.
En este momento el movimiento contaba con un número de afiliados entre los 10.000 y los 30.000 (según fuentes).
Contra unos 14.000 soldados, carabineros y Guardias civiles españoles. Más 3.000 marineros de la armada Española presentes en las Islas durante todo el conflicto.
La respuesta de las autoridades Españoles, fue la usual: arrestos de conocidos disidentes, sin embargo Andrés Bonifacio, abandonará documentos con firmas falsificadas que implican a los miembros más importantes de la sociedad nativa para que no les quede otra solución que unirse al movimiento y pasar a la clandestinidad.
Sin embargo, las agresiones gratuitas contra comerciantes chinos y Japoneses, les forzaran a estos a apoyar a los Españoles. (En especial a la Guardia Civil.)
Pocos días después de la proclama, tratarán de marchar contra la capital, Manila, pero antes debían pasar por Pasing defendida por un pequeño puesto de la Guardia Civil y por San Juan del Monte, donde había una guarnición del ejército, un polvorín y la estación de bombeo de agua potable. Los Españoles, aunque escasos en número estaban fuertemente armados. Así que contuvieron el ataque hasta que llegaron los refuerzos desde Manila y pusieron en fuga a los rebeldes.
Columnas menores de rebeldes atacaron docenas de pequeños pueblos al sur y al este de la capital, pero la totalidad de puestos de la guardia civil aguantaron las escaramuzas y al llegar la noche estaban todos en fuga.
El propio Bonifacio quedó herido después de San Juan del Monte y se batió en retirada. Mientras que en el norte de Manila, levantamientos similares acabaron siendo rechazados al fracasar sus asaltos a puestos de la Guardia Civil y cuarteles del Ejército.
Para el día 30 de agosto, la revuelta afectaba a 8 provincias y el gobernador militar, general Blanco proclamó la ley marcial.
(Antes de seguir, debemos aclarar, que mientras que los Españoles disponían de rifles de repetición máuser y abundantes municiones, los rebeldes solamente tenían algunas carabinas de caza, lanzas de bambú y los llamados cuchillos bolo. Lo que quizás explique la sucesión de éxitos Españoles.)
A consecuencia de este fracaso, muchos rebeldes empezaron a dudar de sus líderes y en consecuencia a pensar de forma autónoma.
Por su parte, el principal revés de los españoles fue la deserción de 500 soldados nativos que servían en el Regimiento Marawi acantonado en Mindanao.
Las principal reacción Española, fue mandar arrestar a José Rizal (que cumplía destierro en Dapitan), cuyos escritos aparecían una y otra vez en cualquier documento capturado a los rebeldes.
En un principio, se pensó llevarlo a Cuba o a Barcelona. En su lugar fue encerrado en el Fuerte Santiago en Manila, juzgado y ejecutado el 30 de Diciembre de 1896.

Al empezar el año 1897, los rebeldes adoptaron una estrategia guerrillera. Centrada en 3 provincias. Al tiempo que se discutieron en la zona de Cavite, las diferencias políticas (en general se debían más a motivos personales, choques de personalidad – léase egos -, ambiciones y sobre todo las sempiternas cuestiones étnicas – religiosas que a motivos ideológicos); Creándose un gobierno provisional, y creando dos consejos de defensa (donde se daba el mismo grado a los principales cabecillas: Emilio Aguinaldo y Andrés Bonifacio, con la esperanza de al menos coordinar su respectivas fuerzas. Cosa que nunca ocurrió). Por su parte las autoridades Españoles destinaron al Capitán General Camilo de Polavieja, a sofocar el levantamiento.
El 22 de marzo de 1897, en Tejeros se trató otra vez de volver a tratar, en el campo rebelde, la cuestión de un mando unificado. Para lo cual se convocó unas elecciones que ganó Aguinaldo y que Bonifació se negó a reconocer, creando en su lugar el llamado “acuerdo militar de NAIC” como gobierno opuesto al dirigido por Aguinaldo.
Este, mandó inmediatamente arrestar a Bonifacio, posteriormente un consejo de guerra rebelde juzgó y sentenció a muerte a Bonidacio el 10 de mayo de 1897. Siendo ejecutado junto a su hermano.
Desde mediados de año, habían llegado nuevos reclutas Españoles, aproximadamente unos 23.000 hombres; quienes lograron valiéndose de las diferencias existentes entre los rebeldes y superioridad en armamento reconquistar todo el territorio y poner en fuga a los rebeldes a las selvas más remotas, donde el hambre y las enfermedades diezmaron a sus filas.
Poco después, Aguinaldo se desplazó al norte, fundando sobre la marcha la “República de Biak – na – Bato”, con una constitución redactada por Isabelo Artacho, y Félix Ferrer, basada en la primera Constitución Cubana.
Por su parte Polavieja, fue relevado del cargo y sustituido por Primo de Ribera, quien afirmaba que podía destruir la “República”, pero no a la rebelión. Por lo que obtuvo de Madrid el permiso para negociar un armisticio y entre el 14 diciembre de 1897 y el 15 diciembre 1897, se firmó el “Pacto de Biak – na – Bato”. Por el cual:

1º Aguinaldo y el resto de cuadros de mando se entregarían a las autoridades Españolas. Siendo exiliados a Hong – Kong. En total unos 26 hombres.
2º Amnistía general para todos los revolucionarios (sumaban ahora unos 80.000 hombres y mujeres).
3º Pago de un total de 400.000 Pesos Mexicanos en monedas de plata. (200.000 al abandonar el país los exiliados, 100.000 al entregar las armas de fuego [unas 700] entre todos los que abandonaron las armas y 100.000 al aceptar la amnistía; que nunca fue pagado, pues algunas facciones siguieron en lucha).

Poco después, el general Francisco Makabulos, estableció el llamado “Comité Ejecutivo Central” para servir de gobierno interino hasta que un nuevo gobierno provisional fuese creado.
Los conflictos armados se reanudaron, en casi todas las provincias Filipinas. Por lo que las autoridades coloniales, continuaron con las detenciones y torturas de sospechosos de actos de bandidaje. (Que así se calificaron, pues oficialmente no tenían un movimiento político que lo respaldase).
El “Pacto de Biak – na – Bato” había fracasado. Aguinaldo y sus hombres estaban convencidos que los Españoles nunca les darían el resto del dinero prometido.
Además, concluyeron que España no había cumplido con la promesa de amnistía. Por lo que los independentistas Filipinos renovaron su compromiso de independencia. Y ellos compraron más armas y municiones (esta vez Estadounidenses) para prepararse para otro asalto.
Al empezar el año de 1898, llegaron las noticias de la explosión del “USS Maine” al archipiélago, y el comandante de la Flota Norteamericana de Extremo Oriente, el comodoro Dewey, con una flota de 7 barcos recibió ordenes de atacar la flota Española.

El Pacífico Español

Se componían de los archipiélagos de:

Islas Marianas: Descubiertas por Magallanes en el siglo XVI, no fueron colonizadas hasta el siglo XVII, cuando se convirtieron en un fondeadero seguro para las flotas Españolas que comerciaban entre México y China.
Durante el siglo XVIII, fueron visitadas y ocupadas por la armada Inglesa, que al poco tiempo abandonaron al no encontrar ninguna utilidad en su conquista.
La isla más importante de todas, Guam, fue segregada y puesta bajo jurisdicción directa del Capitán General de las Islas Filipinas en 1898, (que entre otros usos, la empleó como colonia penal para los condenados a largas sentencias y para deportar a leprosos, mendigos, enfermos mentales,...)
Al producirse la ocupación norteamericana de Guam, seguido de la pérdida de las Filipinas y del tratado de París de 1899. El gobierno Español las vendió a la única potencia interesadas en ellas, Alemania que abonó la suma de 837.500 Marcos en monedas de oro (unos 4 millones de dólares de la época).
Durante la I Guerra mundial, fueron ocupadas por Japón en 1914 y de acuerdo a lo dispuesto por la sociedad de naciones, se asignaron al Japón como colonias.
Durante la II Guerra Mundial, serian conquistadas por los Estados Unidos, en guerra contra el Japón.
Desde entonces y hasta 1978 permanecieron bajo ocupación militar. Hasta que se convirtieron en estado libre asociado.
Islas Palaos: Al igual que las anteriores fueron descubiertas en el siglo XVI, e inmediatamente incorporadas a la capitanía general de las Islas Filipinas.
Sin embargo, no fue hasta finales del siglo XVIII, cuando se hizo efectiva la presencia Española. Para evitar la ocupación por los Británicos.
En 1885, aprovechando el vacío de poder en el Pacífico los Alemanes desembarcaran y tratarán de ocuparlas, pero nunca llegan a plantar su bandera (oficialmente) hasta que después de la guerra con Estados Unidos, también fueron vendidas a Alemania.
Conquistadas por Japón en 1914, acabaran siendo colonia suya después de la I Guerra Mundial, para ser a su vez conquistadas por Estados Unidos durante la II Guerra mundial.
En 1978, empezaron las negociaciones para una autonomía, que se hizo efectiva en 1981. En 1994, la población votó en contra de integrarse en cualquier federación de islas del Pacífico, por lo que las Naciones Unidas acabarán por reconocerla como estado independiente.
Islas Carolinas: A lo largo del siglo XVI, diversos navegantes Españoles y portugueses las van a “descubrir” y abandonar. De ahí que en los libros de historia aparezcan diferentes fechas y diferentes nombres de descubridores.
En general, nunca fueron demasiado interesantes ni para Españoles ni para Ingleses, hasta el siglo XIX.
En 1885, los Alemanes montaron un puesto comercial, levantaron una bandera y proclamaron su soberanía sobre el territorio. Por lo que estalló un escándalo internacional, hasta que medio entre ambos países el papa León XIII, que declaró la soberanía Española.
Tras la guerra con Estados Unidos, fueron vendidas por 20 millones de pesetas (en equivalentes a duros de plata) a Alemania, quien las retuvo hasta 1914, en que fueron ocupadas por Japón.
En 1920, se transformaron en mandato de la Sociedad de Naciones, a beneficio de Japón, que las retuvo en su poder hasta la II Guerra Mundial, en que fueron ocupadas y administradas militarmente por Estados Unidos.
Entre 1947 y 1986 hubo una administración civil del gobierno Estadounidense, hasta que fueron declaradas autónomas ese mismo año, en que se transformaron en Estados Federados de Micronesia.
(En general, el incidente de las Carolinas y de las Palaos, ha sido considerado por muchos como el detonante de la intervención Norteamericana en las Filipinas y en Cuba, en tanto comprobaron la incapacidad militar de España para defender sus territorios más lejanos, como el aislamiento internacional en que nos habíamos sumido).
Isla de Guam: Descubiertas por Magallanes en 1521 y conquistadas por Legazpi en 1565. No fueron colonizadas efectivamente hasta el siglo XVII, para asegurar una base segura al galeón de Manila.
Con la independencia de México en 1820, decayeron notablemente y estuvieron varias veces a unto de ser abandonadas.
En 1898, fueron administradas por las Filipinas Españolas y usadas como colonia penal y colonia de aislamiento de cuantos indeseables sociales, clínicos y demás había en las islas.
Sin embargo, la pérdida de este territorio, a manos de la armada americana es quizás el episodio más recordado de su historia: Tomada de: http://empollonintegrista.wordpress.com/2009/08/05/la-conquista-de-guam/
El 20 de Junio de 1898 divisaron a lo lejos un buque americano de última generación, el “USS Charleston.” Según llegó a la isla, el “Charleston” disparó todos sus modernos cañones contra el fuerte, pero no obtuvo respuesta alguna. Poco después, una pequeña barca zarpó del puerto en dirección al “Charleston.” En ella viajaba el gobernador de la isla, acompañado por un puñado de oficiales. Les subieron al buque de guerra, y allí, el gobernador español pidió al capitán americano que le prestase un poco de pólvora.
Lo que había sucedido era una auténtica cadena de ridículos vergonzantes. En primer lugar, el gobierno de la metrópoli no había comunicado a Guam que se encontraban en guerra (a pesar de que ya se había inventado la radio, y de que la guerra había empezado dos meses atrás). En segundo lugar, ni uno sólo de los cañonazos americanos había alcanzado al fuerte, haciendo que los españoles tomasen la salva por un afectuosísimo saludo, al que no pudieron responder por carecer de pólvora.
Los oficiales fueron hechos prisioneros, y así Guam se tomó sin baja alguna. El capitán americano decidió destruir las fortificaciones españolas en la isla ante el riesgo de que fuese recuperada por España, ya que el destino del “Charleston” eran las Filipinas; pero tras ver el lamentable estado de deterioro de las mismas decidió respetarlas -.
Y es que a veces la realidad supera a la ficción. Ó una muestra de la guerra de Gila. Sin embargo, el oficial americano no se percató de la administración diferente de Guam y de las Marianas. Por lo que España, tras el tratado de Paz pudo hacer valer su soberanía sobre estas últimas y vendérselas a Alemania. Todo porque el capitán del “Charleston” con las prisas no envió un bote a alguna otra isla y tomarla en su conjunto para el gobierno de Estados Unidos.
Después del conflicto; los Estados Unidos, transformaron esta Isla, junto con Wake y las Hawaii en una auténtica autopista para que su armada navegara desde San Francisco hasta las Filipinas con un puerto seguro en cada jornada.
Ocupada por Japón en 1941 y liberada en 1944, en 1950 se cambió el gobierno militar por una administración civil, transformando la isla en Territorio sin incorporar desde entonces.

No hay comentarios: