Consecuencias para Filipinas.
La larga y desconocida guerra filipino-estadounidense (1898 - 1905)
Lejos de poder disfrutar de la paz y la independencia, el territorio insular filipino se vio sacudido por una de las guerras más feroces y desconocidas de la historia de Estados Unidos.
En efecto, el proclamado presidente de Filipinas Emilio Aguinaldo mantenía (junto con el resto de miembros del ex – ejército independentistas) unas diferencias cada vez más grandes con las autoridades militares Estadounidenses.
El 1 de Enero de 1899 se había proclamado presidente de una nación independiente y convocó inmediatamente un congreso en Bulacan, para redactar una constitución.
(Entre los puntos más conflictivos era si se debía mantener la lengua Española como idioma oficial o el tagalo. Ganó el tagalo, pero se hizo obligatorio en la enseñanza el idioma Español hasta los años 60 del siglo XX).
El 4 de Febrero de 1899 (todavía quedaban Españoles pendientes de transporte para regresar a España) un soldado Norteamericano efectuó un disparo contra un Filipino armado, con el resultado de muerte de este último, sería el inicio de las hostilidades entre Estados Unidos y Filipinas. Entre el 4 y el 5 de Febrero de 1899, se libró la batalla de Manila, entre Norteamericanos y Filipinos. Ganando los Norteamericanos y causando fuertes pérdidas a los Filipinos. Y declarando la guerra (oficialmente) el congreso de Bulacan, el 2 de Junio de 1899.
Aguinaldo, fue declarado en rebeldía y se ordenó al ejército norteamericano su captura. Mientras que para Enero de 1900 el primer embajador de Filipinas en Estados Unidos hubo de huir a Canadá.
El 16 de Marzo de 1900, Willian Howard Taft, asumió en nombre de los Estados Unidos, el gobierno efectivo de las islas, con instrucciones de crear un cuerpo legislativo y judicial, sumido a los intereses de Estados Unidos. (Para 1902, con 499 leyes redactadas y creada una corte suprema, se puede decir que cumplió este cometido con absoluta eficiencia).
Durante el conflicto (entre 1899 y 1902) principalmente una guerra de guerrillas), pasaron por las islas un total de 127.000 soldados Norteamericanos (de los que caerían en combate unos 5.000, de ellos 1.000 en combate y el resto por enfermedad. A los que hubo que añadir 1.000 Condestables y Exploradores Filipinos.) En el momento más álgido de la guerra llegó haber hasta 74.000 soldados (y nunca siendo inferior a los 44.000 soldados).
Enfrentándose a unos 100.000 Filipinos (de ellos 80.000 eran guerrilleros / soldados); de nuevo una base social basada en campesinos, nativos y proletariados urbanos trataron de causar fuertes pérdidas a los Norteamericanos, para forzarles a retirarse de las islas. Sin embargo, los Estadounidenses, a diferencia de los Españoles en Filipinas y al igual que estos en Cuba, recurrieron a tácticas de tierra quemada y represalias contra la población insurgente.
Relatos de aldeas quemadas, ejecuciones de prisioneros y civiles, hicieron declinar el apoyo a las guerrillas. Más tarde, se adoptarían otras medidas favorables a crear una base social que apoyara a los norteamericanos:
a)Se crea un ejército nativo – mercenario, al servicio de los Estadounidenses: Los Exploradores Filipinos.
b)Se crea una policía colaboracionista, para controlar a la oblación civil: Los Condestables Filipinos.
c)Se reparte los grandes latifundios anteriormente propiedad de las misiones Católicos (los misioneros españoles, fueron cargados en barcos y devueltos a España, adjudicándose ellos en concepto de indemnización por las propiedades perdidas, la mayor parte de los 20 millones de dólares abonados por los Estados Unidos a España por la cesión de las Islas filipinas).
Creándose una clase terrateniente nativa, que se convirtió en el más fuerte apoyo a la presencia Norteamericana en las islas.
El ejército insurgente fue obligado a retirarse al norte (26 de los 30 generales y altos mandos que habían librado las “guerras indias” fueron transferidos a este teatro de operaciones)
El 28 de Marzo de 1901, Aguinaldo, tras una persecución imparable fue capturado por tropas Norteamericanas y exploradores Filipinos. Pero en lugar de ejecutarlo, como hacían con cualquier desgraciado que caía en sus manos, lograron que colaborara con los Estados Unidos (El motivo nunca se supo, pero parece ser que se le prometió todo el poder a cambio de su sumisión, así como una buena suma de dinero).
El 1 de Abril de 1901, en el Palacio de Malacañang de Manila, Aguinaldo juró aceptar la autoridad de los Estados Unidos sobre las Islas Filipinas y su lealtad al gobierno Americano.
Tres semanas más tarde ordenaría a sus seguidores deponer las armas y abandonar la lucha: “Que el derramamiento de sangre deje de correr, poner fin a las lágrimas y la desolación, la lección que encierra la guerra y de la que no me di cuenta hasta hace poco, me lleva a la firme convicción que el completo fin de las hostilidades, junto con una paz duradera no sólo son deseables, sino absolutamente esenciales para el bienestar de las Filipinas”.
Sin embargo, el general Miguel Malvar asumió el liderazgo del gobierno independentista Filipino. (Ó mejor dicho lo que quedaba de este). Tratando de lanzar una ofensiva que expulsara a los Americanos de la región de Batangas. Al igual que lo intentaba el general Vincente Lukban, en la región de Samar.
Por su parte los norteamericanos, dirigidos por el general J. Franklin Bell, adoptaron otra táctica Española: la reconcentración de la población civil en campos de concentración y alejadas de las guerrillas. Además se introdujo la tortura sistemática de cuantos sospechosos de ser miembros o apoyos de la guerrilla eran capturados (los métodos favoritos eran el ahogamiento simulado; introducir bajo el agua a los guerrilleros hasta que estaban apunto de ahogarse y el forzar a los sospechosos a beber agua hasta casi ahogarse. Métodos que hoy en día recogen diversos manuales de interrogatorio de la CIA, para el tratamiento de sospechosos de Al – Qaeda) y la destrucción sistemática de cuantas aldeas y tierras cultivables existían en zonas controladas por la guerrilla.
Finalmente, Malvar se rendiría, tras soportar importantes pérdidas y deserciones de hombres, entregándose el 13 de Abril de 1902, con un buen número de mujeres, niños y enfermos.
Antes de acabara el mes, la mayoría de los 3.000 hombres que formaban sus fuerzas se habían rendido o fueron capturados.
En Julio de 1902, se aprobó la Ley Orgánica de Filipinas (un sustitutivo de constitución). Por lo que el 2 de Julio de 1902, el secretario de guerra de Estados Unidos, tras analizar la situación de las Filipinas, envió un telegrama a la Casa Blanca, anunciando formalmente el fin de la guerra.
El 4 de Julio de 1902, el presidente Theodore Roosvelt, proclamó una amnistía total y completa a todos los habitantes del archipiélago que hubiesen participado en el conflicto.
En 1902, Macario Sakay miembro veterano del Katipunan y auto – proclamado Generalísimo, intentó formar su propia república: Katagalugan, al sur de Luzón. Después de años de resistencia fue capturado y ejecutado en 1907, tras aceptar una oferta de amnistía.
Para Enero de 1903, la mayor parte del ejército Americano, fue devuelto a los cuarteles, encargando, el señor Taft, la tarea de mantener la ley y el orden a los Condestables Filipinos. Quienes, el 25 de Septiembre de 1903, recibieron la rendición del último general insurrecto de Filipinas, Simeon Ola, en la región de Bicol.
Sin embargo, durante más de una década, siguieron existiendo los llamados: “Irreconciliables” que incluían restos del Katipunan y otros grupos de resistencia (muchos simples bandidos que al ser arrestados esperaban obtener mejor trato, proclamándose independentistas).
Buena parte de los actuales terroristas Maoístas de Filipinas son descendientes (en muchos casos sanguíneos) de los antiguos insurgentes.
+ Bajas Filipinas: Entre guerrilleros y civiles, se estima que caerían unos 20.000 o 34.000 de los primeros y un número variable (y politizado) entre los 200.000 y los 510.000 de los segundos. (Principalmente por las periódicas epidemias de cólera en los campos de concentración donde los Norteamericanos encerraron a los civiles capturados en áreas de la guerrilla, mal nutrición generalizada por destrucción de cosechas y ganados.
+ Oposición guerrillera a la guerra y atrocidades cometidas: Debido a la visión que daba la prensa Norteamericana de este conflicto (solamente se criticaba de las sucias tácticas que empleaba la guerrilla Filipina, al tiempo que ensalzaba la labor “civilizadora” de Estados Unidos y solo nombraba los testimonios de nativos leales a Estados Unidos), junto con el hecho que las tropas enviadas eran profesionales pagados. Acallaron cualquier crítica pública a la intervención.
Sin embargo a nivel más elitista, algunos intelectuales (como Mark Twain) crearon la liga anti – imperialista (en general más orientada a evitar la anexión forzada de las Filipinas que otra cosa, aunque también hicieron públicas varias denuncias sobre las atrocidades cometidas).
También se les unieron algunos racistas, que se oponían a la anexión temerosos de infiltrar en la nación Americana, un pueblo de raza Asiática.
Respecto a las atrocidades cometidas por los Norteamericanos, se saben principalmente gracias a la recopilación de cartas personales que escribieron los soldados a sus parientes y amigos informando de los campos de concentración, las torturas con agua, las operaciones de tierra quemada y las ejecuciones sumarias.
Así como el hambre y enfermedades provocadas a consecuencia de la guerra. (El departamento de guerra, prometió una y otra vez que investigaría los “abusos”, pero los soldados lo único que indicaron al volver a casa fue la creación de un cierto e ineficaz intento de censura de las cartas escritas a casa. Junto con una serie de regalos a los periodistas que mandaban crónicas edulcoradas a sus periódicos – en una ocasión, se comenta que a alguno le llegaron a regalar una isla entera – ).
También se acusó a los insurgentes Filipinos de torturar a prisioneros Americanos mediante: enterramiento vivo, enterramiento hasta el cuello en hormigueros, amputación de los genitales y embutido de los mismos en la boca para posteriormente ejecutarlos por asfixia o desangrarlos hasta la muerte, amputación de orejas y nariz, maltrato a prisioneros, crucifixión,...
Se informó que se había infectado deliberadamente a militares de permiso con lepra y otras enfermedades (¿venéreas?). Así como del asesinato sistemático de sacerdotes católicos y partidarios del gobierno, quema de aldeas, profanación de cadáveres,...
(A decir verdad, los guerrilleros Filipinos, sin negar la existencia de algún hecho puntual y aislado, trataron de desmentir estas acusaciones tratando de invitar a periodistas neutrales a sus campamentos.
Así como a la Cruz Roja Internacional, que lejos de criticar a los Filipinos, denunció que el sucesor del general Otis, el general Arthur McArthur había instaurado la política de asesinar a 15 Filipinos por cada Americano herido y una aldea entera por cada muerto Estadounidense.
Al tiempo que empezó a tratar el tema del genocidio. Momento en que McArthur fue relevado de su puesto).
Los Pulajanes y la Rebelión Mora:
Si la guerra entre 1899 y 1902 fue dura, la campaña de sometimiento de las minorías religiosas al gobierno de Manila (entre 1903 y 1913) fue salvaje.
+ Los Pulajanes => Eran varias sectas, llamada así por el color rojo de sus ropajes, estaban compuestos en su mayoría por agricultores y personas pobres de oficios diversos y generalmente marginales.
Dirigidos por líderes mesiánicos, que predicaban una mezcla de catolicismo y creencias paganas. (Como el uso amuletos, agimat ó anting – Anting, que suponían y vendían a prueba de balas.)
Uno de esos dirigentes fue Dionisio Seguela, apodado Papá Isio / Papa Isio. Perseguidos por las autoridades Norteamericanas más por bandolerismo, robo de ganado y práctica fanática de su religión más que por sus escasas manifestaciones políticas independentistas. Forzados a volver al seno de alguna iglesia cristiana, acabaron por extinguirse. El último de estos grupos fue eliminado o rendido en 1913.
+ Los Moros => Los Españoles importaron de la península este término despectivo para los Musulmanes y los Filipinos a su vez se lo enseñaron a los Norteamericanos.
Decididos los Norteamericanos, a extender su autoridad hasta el último rincón de las Filipinas, se encontraron que los musulmanes del archipiélago, que nunca habían sido el todo controlados por los Españoles y que habían tratado de formar sus propios y primitivos estados (el sultanato de Sulu era el mejor representado. Siendo reconocido formalmente por los Españoles desde 1878 tras un tratado mutuo de no agresión).
Durante el año 1899, los Norteamericanos se limitaron a ocupar las guarniciones abandonadas por los Españoles y a reconstruirlas. Y a finales de ese año, el brigadier John C. Bates recibió el encargo de renegociar los estatutos con las autoridades musulmanas. (Por un lado los sultanes Filipinos deseaban que se les reconociera su autonomía o independencia. Mientras que los Norteamericanos, deseaban su neutralidad en el conflicto contra los independentistas Filipinos).
Firmando el tratado de Bates (que se redacto en Inglés [donde solo se mencionaba la completa dependencia] y Tausung [aquí aparecía el término protectorado autónomo]; además se reconocía el derecho de los “Moros” a practicar la esclavitud).
Los Norteamericanos, solo reconocieron (momentáneamente) la autoridad del Sultán de Sulu, sobre todo el territorio “Moro”, sin tener en cuenta la existencia de otras autoridades como el sultanato de Maguindanao (que era independiente y autónomo en lo político. Aunque reconocía la autoridad del de Sulu en asuntos religiosos e internacionales.) En realidad, el Sultán de Sulu tenía menos poder en sus manos que cualquiera de los otros estados importantes y, al no incluirlos en las negociaciones del tratado, se sintieron menospreciados. Resistiéndose a reconocer el tratado.
En Mindanao era imposible negociar con más de 200 estados diferentes y enfrentados. Mientras que en Cotabato, existían 32 sultanes.
El 20 de marzo de 1900, el brigadier Bates fue reemplazado por el brigadier William A. Kobbe y los distritos de Mindanao, Joló, y demás de mayoría musulmana, pasaron a ser un departamento único. Las fuerzas Estadounidenses en Mindanao pasaron de dos a tres regimientos de infantería. Estableciendo guarniciones nueva en Jolo y al menos otras trece ciudades costeras de Sulu y construyendo nuevas bases navales en diversos lugares de la costa de Mindanao.
Durante el invierno entre 1900 y 1901, la hostilidad de los “Moros” disminuyó, y las fuerzas Filipinas enviadas a su territorio, fueron desplegadas en las colinas.
Con muchos Americanos desplegados por ciudades y pueblos, más sus auxiliares Filipinos, el comercio experimentó un auge, pero a su vez atrajo a muchos indeseables (piratas y cazadores de esclavos). Por lo que el conflicto (que de todas formas Bates ya había indicado como inevitable) acabó por estallar pasando de los intercambios de disparos entre norteamericanos y delincuentes “Moros” a ataques de represalia de familiares y amigos de estos contra los puestos Norteamericanos donde se castigaban los delitos y finalmente a un conflicto abierto entre el Ejército (y la Marina) de los Estados Unidos y los diferentes estados “Moros”.
El primer jefe de los rebeldes musulmanes – Filipinos se llamaba Capistrano, se rindió el 27 de marzo de 1901. (Unos días más tarde, la rendición del general Emilio Aguinaldo en Luzón señaló el principio del final de la Guerra Filipino – Americana.) Por lo que un buen número de regulares veteranos Norteamericanos (y sus auxiliares Filipinos) fueron destinados a este nuevo conflicto.
El 31 de Agosto de 1901, se hizo cargo de las operaciones el brigadier George Whitefield Davis, intentará una política de conciliación, (realizando exploraciones, retirándose de los poblados donde no son invitados y no confiscando las armas de los “Moros” amigos). Sin embargo no tardó en chocar con el tema de la esclavitud.
Su subordinado, el capitán John J. Pershing, hizo lo propio con el sultanato de Maguindanao. Logrando abrir el lago Lanao a la navegación (y transportando los suministros necesarios para la posterior campaña) a la flota Americana. Pero si estos dos eran la zanahoria, el palo lo constituyeron los veteranos de las guerra indias (y su lema “el indio bueno, el indio muerto” o “civilizar con el Kragg”).
El 13 de abril de 1902, el mayor general Adna R. Chaffee (gobernador militar de Filipinas) emitió una declaración exigiendo a los sultanes la entrega de cualquier asesino de soldados Estadounidenses y la devolución de cualquier propiedad del gobierno que hubiese sido robada. Como no obtuvo ni lo uno ni lo otro, envió una expedición (bajo el mando del coronel Frank Baldwin) hacia el pueblo fortificado de Bayan. El 2 Mayo de 1902, lanzó un asalto frontal pero fue rechazado tras 18 bajas Estadounidenses, así que dos días después, con escaleras y pasarelas improvisadas, cruzaron el foso y superaron el muro defensivo, masacrando a cuantos hombres mujeres y niños encontraron.
Más tarde levantaran el Campamento Vickers, un par de kilómetros al sur, desde allí (después de que Davis asignara a Pershing como oficial de inteligencia y asuntos “Moros” a la columna de Baldwin. Con derecho de veto sobre las operaciones) marcharon a Bacalod (que fue el lugar donde los supervivientes de Bayan se habían atrincherado) con intención de repetir la operación, pero Pershing se arguyó que se estaba formando una alianza contra los Estadounidenses. Logrando evitar el asalto.
Pershing (con el rango de mayor) quedaría al cargo del Campamento Vickers y Baldwin volvería a Malabang.
El 4 de Julio de 1902, Theodore Roosevelt, aclaró que la proclama del fin de las hostilidades en Filipinas, no se aplicaría a las tribus “Moras” en rebeldía. Pocas semanas después Davis sustituiría a Chaffee en el cargo. Mientras que él fue sustituido por el brigadier Samuel S. Sumner.
Desde su nuevo cargo, Pershing inició negociaciones diplomáticas atrayéndose a los dueños “Moros” de explotaciones agrarias. Al tiempo que en Septiembre de 1902, lograba una nueva victoria al llevar una expedición a Macui.
El 10 de Febrero de 1903, Pershing partió hacia el sur del lago Lanao y lanzó una serie de expediciones logrando (tanto con diplomacia como librando varias pequeñas batallas campales) el control de la región y el reconocimiento de sus habitantes.
Mientras y por el norte del lago, el mayor Robert Lee Bullard, iniciaba los trabajos de construcción de una carretera de Iligan a Marahui.
El 1 de junio de 1903, la Provincia “Mora” se creó e incluía “la totalidad del territorio Filipino existente desde el sur del paralelo ocho de latitud, con excepción de la isla de Palawan y la parte oriental de la península al noroeste de Mindanao.”
La provincia tenía un gobierno civil, pero muchos puestos del mismo, incluyendo gobernadores de distrito y sus suplentes, fueron detentados por miembros de las fuerzas armadas Estadounidenses.
El gobernador de la provincia además era jefe del Departamento de Mindanao – Joló. (Este sistema combinado de civiles y militares se escogió por los siguientes motivos:
1 – La continuación de las hostilidades contra los “Moros”.
2 – La experiencia del ejército durante las guerras indias, cuando entró en conflicto con la oficina, civil, de Asuntos Indios.
3 – Los “Moros”, cuyo estilo feudal de gobierno personalista, no respetaban a ningún líder que no fuese militar.)
El 6 de agosto de 1903, el general Leonard Wood asumió su cargo como gobernador de la provincia de Moro y el comandante del Departamento de Mindanao – Joló. (Siendo una mala elección, pues no entendía la propensión de los “Moros” a las venganzas familiares / tribales y la práctica de la poligamia. Junto con su desprecio racial hacia los nativos en general y a los musulmanes en particular. Su gobierno seria el más duro y sangriento). Sus acciones más memorables fueron:
Abolir el tratado de Bates. (Aduciendo a los ataques piratas que padecían las embarcaciones Norteamericanas).
Degradar al sultán de Sulu, a un papel puramente religioso, sin más poder que cualquier otro sultán (Aunque se le proporcionó un pequeño sueldo).
Asumir en nombre de los Estados Unidos el control directo sobre las provincias “Moras”.
La esclavitud fue abolida y castigado el comercio de esclavos y el saqueo para obtenerlos. Sin embargo, los esclavos se quedarían con sus propietarios, aunque tendrían libertad para ir a donde quisieran y derecho a construir viviendas donde desearan. Prometió protección militar a cualquier antiguos esclavo que lo solicitase.
En 1903, creó un impuesto específico para los “Moros” que deseasen registrarse y hasta su reforma en 1933, el número de electores musulmanes fue minúsculo.
Reformar el código legal “Moro”, para las disputas entre musulmanes y cristianos. Pasándose de un sistema consuetudinario (que solía beneficiar más a los musulmanes) a un sistema de derecho positivo, que beneficiaba a los cristianos (por ejemplo matar a un cristiano, suponía la muerte [o la cadena perpetua en caso de atenuante] a un musulmán. Pero matar a otro musulmán se castigaba con una multa de 150 pesos).
Establecer la propiedad privada, sobre las tierras y el ganado explotado comunalmente, cada familia recibió 40 acres (16 hectáreas) de tierra, más tierras adicionales si era una familia con estatuto elevado sobre sus vecinos. La venta de tierras tenían que ser aprobados por los gobiernos de distrito, a fin de evitar el fraude.
Establecer una red de escuelas públicas, en junio de 1904, había 50 escuelas de 30 alumnos cada una. Estableciendo la educación en lengua Inglesa.
Fomentar el comercio con el fin de dar a los “Moros” una alternativa al bandidaje, la piratería y los conflictos entre las tribus.
Además de estas acciones, entre 1903 y 1906, lanzó una serie de expediciones militares por todo el territorio, sofocando motines y obligando a las autoridades a someterse a su autoridad. Si bien tuvo éxito, los métodos que empleaba empezaron a ser criticados incluso dentro del propio ejército Americano (principalmente por el número elevado de civiles no combatientes pasados a cuchillo durante las campañas).
El 1 de Febrero de 1906, el mayor general Tasker H. Bliss reemplazó al general Wood como comandante del Departamento de Mindanao – Joló, y gobernador de la provincia de Moro.
Trató de volver a las negociaciones y a la diplomacia en lugar de los métodos expeditivos de su antecesor. Pero no tardó en surgir una cierta “anarquía”. Las tropas Norteamericanas fueron acuarteladas y sustituidas en el campo por los Condestables Filipinos, quienes (mayoritariamente cristianos) no sentían ningún respeto por sus convecinos. Odiados y despreciados, pronto se vieron superados en número y armamento por los musulmanes e incapaces de perseguir a los fugitivos que se refugiaban en sus estados, comenzaron a abandonar sus puestos.
Entre 1907 y 1908, de nuevo fue el ejército y los marines Americanos los encargados de perseguir a los fugitivos. Enfrentándose de forma masiva al llamado fenómeno de los Juramentado (era una contracción del verbo en Español mal conjugado por los tagalos jurar. Se referían a una serie de individuos que con la bendición religiosa – la Yihad – más costumbres locales como la ingesta de determinados alucinógenos, se lanzaban al ataque infiltrándose en alguna posición militar Norteamericana, y tratar de asesinar a algún oficial particularmente odiado, empleando algún arma blanca, como los machetes filipinos. Generalmente tras el atentado o durante el mismo, el susodicho moría víctima de los disparos Americanos o de exploradores Filipinos. Por lo que este fue el primer terrorismo suicida al que debió hacer frente las fuerzas armadas Estadounidenses.
En respuesta se adoptaron diversas medidas, para tratar de disuadir de lanzar estos ataques. Recurrieron a medidas extremas como envolver a los “Moros” muertos en la piel de un cerdo y rellenarles la boca con carne o grasa de cerdo, creando así una “contaminación” religiosa. Lo que disuadió a muchos de lanzar estos ataques.
Aun así, crearon tal estado de nerviosismo en las fuerzas armadas que entre otras medidas, adquirió para armar a los oficiales armas más potentes que sus revólveres reglamentarios de calibre 38. Adoptando primero el calibre 45 ACP y en 1911, la primera pistola automática [el modelo 1911] en ese calibre.)
El 11 de Noviembre de 1909, el General John J. Pershing, fue proclamado tercer y último gobernador militar de la provincia de Moro.
Su primera medida, para combatir la creciente inseguridad, fue introducir a los exploradores Filipinos, en pequeños destacamentos por todo el interior de territorio, haciendo efectiva la ocupación. Disminuyendo de esta forma la criminalidad y fomentando la agricultura y el comercio. A costa de reducir la eficacia militar y la formación de las tropas.
En segundo lugar, el sistema legal se racionalizó, ampliando la jurisdicción de los tribunales locales, presididas por los gobernadores y secretarios, tratando la mayoría de los casos civiles y la totalidad de los casos penales, salvo los delitos capitales.
Mandó construir templos musulmanes, administrados por el gobierno. Al tiempo que ofreció cambiar la esclavitud por un sistema de contratos de trabajo (Ley del contrato de trabajo de 1912) que garantizase los derechos de empleadores y empleados.
Para acabar de una vez de afianzar la economía local, se mandó crear oficinas bancarias y centros de comercio industrial regulando la compraventa de productos y servicios. A precios regulados por la ley de oferta y demanda. Igualando las oportunidades entre los diferentes competidores.
En 1911, mandó desarmar a la población, medida que no adoptó hasta tener un sistema seguro de carreteras, pudiendo de esta forma proteger a la población desarmada de las partidas armadas (la oposición a la medida fue fuerte y condujo a enfrentamientos armados, si bien ordenó evitar el asesinato de civiles no combatientes).
Finalmente, en 1913, Pershing redactó un memorándum, recomendando sustituir a los gobernadores militares, por un gobierno civil. Siendo reemplazado en Diciembre de ese año por el civil Frank Carpenter.
Aquí termina oficialmente la rebelión Musulmana, las perdidas fueron de 130 Americanos muertos en combate (más 500 por enfermedad), junto con 116 exploradores Filipinos muertos y unos 750 Condestables muertos.
Los “Moros” muertos se barajaron entre 10.000 y 20.000 tanto civiles como rebeldes. Pero a finales de siglo XX, muchos historiadores han clamado que fueron muchos más. (En especial, acudieron que tanto Pershing como sus predecesores en el cargo, emplearon métodos tan salvajes como los empleados en la guerra Filipino – Americana. Concretamente, hablaron de tortura con agua, campos de concentración, tierra quemada y demás a lo que hay que añadir las propias aportaciones de Pershing:
a)Ejecuciones de insurgentes sospechosos, empleando balas untadas en sangre y grasa de cerdo, obligando a los familiares y a los jefes de la aldea a contemplar la ejecución y exponiendo el cadáver envuelto en la piel del cerdo sin que se autorice su entierro según el rito musulmán. (De esta arma de terror [o terrorista], se aseguraba que el alma del difunto no acabara en el paraíso).
b)Dividiendo el territorio en áreas de responsabilidad de cada aldea, de forma que donde los norteamericanos sufriesen una emboscada, se castigaba a la aldea (quemando las casas si no había bajas Americanas o fusilando a todos los hombres si las había). (De esta forma, por puro miedo, se obtenían delaciones sobre partidas armadas o sobre emboscadas montadas).
c)Uso de perros de ataque para perseguir a los fugitivos en las junglas del país. Así como la introducción de escopetas de posta para operaciones en las junglas (el modelo Winchester 1897).
d)Deportaciones a islas cristianas (donde los musulmanes eran despreciados y maltratados) de cuantas familias tuviesen un pariente fugitivo y este no se entregase a las autoridades.
El número total de víctimas no puede establecerse con seguridad, aunque algunos hablan de entre uno y tres millones. Aunque es una cifra a todas luces exagerada, existe sin embargo un hecho objetivo: el último censo realizado por España, estimaba la población del archipiélago en 9 millones en 1895. El primer censo realizado por los Americanos, en 1908, estimaba esta población en 8 millones.
Muchos historiadores, consideran esta guerra, como la primera guerra imperialista de la historia de Estados Unidos, a pesar de ello, o quizás por ello, es un conflicto casi desconocido para el gran público. (Aunque se rodó una película al respecto: La jungla en armas, de 1939 protagonizada por Gary Cooper).
Además, la actual guerrilla musulmana de Filipinas, (el Frente Moro de Liberación Nacional) es una continuación de la antigua insurgencia musulmana. En ocasiones, los modernos yihadistas son parientes sanguíneos de los antiguos Juramentados.
Finalmente el auto – gobierno no llegaría hasta 1916 y la independencia definitiva en 1946. Si hay un país que salió perdiendo en esta guerra y sucesivas, ese fue Filipinas.
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