lunes, 17 de noviembre de 2008

Ametralladoras

Ametralladoras:

Los británicos importaron el invento del señor Glating en 1862 y lo perfeccionaron en 1879 de las manos del señor Gadner (incrementaron la velocidad de disparo de los 308 a los 370 disparos por minuto, aunque manteniendo el disparo por accionamiento manual a manivela). Pero el mayor avance lo harían en 1881 al comprar la patente de la ametralladora automática Maxim (quien hizo un negocio redondo, pues vendió la misma patente en Alemania, Estados Unidos, Rusia, Japón, Suecia...). Fue la primera ametralladora completamente automática de la historia. Y aunque sería sustituida por armas más evolucionadas, todas seguirían el mismo patrón.

Ametralladora Maxim: Esta arma apareció en 1879, para sustituir a los modelos anteriores de manivela ó palanca. Por lo que desplazó a un producto de diseño y fabricación nacional (el cañón Nordenfelt). Sus ventajas eran su sistema de disparo automático y el empleo de cintas de munición, de mayor capacidad que los cargadores empleados anteriormente.
Descripción: Estaba realizada en acero, bronce y normalmente montada en un armón de madera de artillería ó a partir de 1908 de un trípode metálico. Para las unidades de caballería existía una calesa especial propulsada por un tiro de dos caballos y dos plazas, con la máquina apuntando hacia atrás en un montaje siempre listo para hacer fuego.

Fabricante: Vickers Ltd. Longitud: 1.000 mm. Peso: 50,00 Kg. Descargado. Calibre: 0,303 pulgadas = 8,00 mm. Con cartuchos SAA con pestaña en la base de 8 mm. (A diferencia de los rifles, las ametralladoras no están pensadas para un tiro de precisión, sino que mantienen una diferencia entre el calibre del arma y de la munición mucho menor, pues así se evita un prematuro recalentamiento.) Cadencia de disparo: 450 disparos / minuto. Alcance: 4.100 m. Puntería: mira y alza de horquilla, regladas para disparar a 300, 750, 1.200, 1.400, 1.700, 2.100, 2.500, 3.000 y 4.000 m. Carga: cinta – canana de lona con 250 balas cada una, normalmente guardadas en cajas metálicas. Cuando se acababa la canana, se reciclaba junto con su caja. Enviándolas a retaguardia, donde unidades de trabajadoras específicas se encargaban de recargar, remendarlas y volverlas a enviar al frente. La ordenanza exigía que una bala de cada seis fuese trazadora, pero esto dependía de las existencias de estas municiones.
Mecanismo del arma: un sistema de manivela, idéntico a un reloj de cuerda, enrollaba una lengüeta metálica. Esta al accionar el arma mantenía tensa la aguja del percutor, mientras que el impulso de cada disparo desplazaba hacia atrás a la misma. Una transmisión mecánica (una rueda dentada) contra solidaria al disparador empujaba la cinta con las balas, situando estas dentro de la recámara y evacuaba a los cartuchos usados que permanecían dentro de la cinta.
Mecanismo de refrigeración: El cañón era fijo, pero estaba encerrado en un cilindro hueco el cual se llenaba con agua (aumentando en otros diez kilos el peso del arma. Algunas versiones se probaron con enfriamiento al aire libre, pero no fueron muy eficaces.)
El accionamiento del arma era simple, una vez puesta en batería (ya sea en armón, en trípode ó cuadripode, en calesa, en un montaje fijo [barcos ó fortalezas] se disponía el equipo, un tirador justo detrás del arma y un cargador a su izquierda. El primero comenzaba por accionar la manivela hasta enrollar completamente la lengüeta en su interior. El cargador, comprobaba el refrigerante del cañón, añadiendo agua nueva si fuera necesario, levantaba la tapa de la recámara y ponía la cinta con las balas nuevas entre los dientes de la transmisión y al volver a bajar la tapa el arma quedaba lista para disparar.
Un tercer hombre, el apuntador indicaba el objetivo a batir y la distancia, momento en que el apuntador dirigía el arma en la posición (eje de altura y eje de dirección) correctos, y comenzaba a disparar. El disparo se hacía apoyando los cuatro dedos de cada mano a dos mangos fijos justo detrás del arma mientras que con los pulgares libres, empujaban hacia abajo un embolo con forma de mariposa, el cual liberaba la lengüeta torsionada y esta a su vez el disparador.
Historial: Introducida en 1893 y declarada reglamentaria ese mismo año, pues cuando se decidió enviar la expedición de conquista y sometimiento de la población de Matabele (la actual Zimbabwe), Cecil Rhodes no quiso valerse de cualquier otra arma y hubo que importarlas de urgencia desde Alemania, con uso importante en todas las campañas coloniales de las potencias europeas en África y Asia.
En 1912; fue oficialmente dada de baja a favor de la máquina Vickers. Que además de ser un diseño británico, incluía al final de un brocal apaga llamas, ya que la terminación simple de la Maxim, lanzaba una bocanada de fuego con cada disparo. (Aunque asustaba a los nativos, delataba la posición del arma en un enfrentamiento contra fuerzas regulares.)
Uso en combate: El batallón de infantería ó el escuadrón de caballería, desplegaba sus dos máquinas, cada una en un extremo de la formación realizando un fuego concentrado contra las formaciones nativas. En Omdurman, sin embargo se situaron todas las máquinas en el centro de la formación y abrieron fuego a la vez hasta que simplemente acabaron con todos los nativos que avanzaban contra los británicos.
En 1914, el arma estaba fuera de servicio, pero restricciones presupuestarias impidieron sustituir todas las máquinas, que siguieron en uso por lo menos hasta enero de 1915.
Después de ser complemente sustituidas, se quedaron en Gran Bretaña, donde sirvieron en servicio para entrenar al personal de infantería en ejercicios de avanzar pegados al suelo mientras una ametralladora hacía fuego. Se cree que algunas todavía seguían en esta función hasta el principio de la segunda guerra mundial.

Ametralladora Vickers: Esta arma apareció en 1912, para sustituir a la anterior, el motivo era sencillo, la ametralladora era un arma especial y no debía ponerse en manos nativas bajo ningún concepto. Por lo que se fabricaron pocas.
El problema, es que los mecanismos mecánicos eran complicados y difíciles de fabricar (básicamente igual al mecanismo de un reloj de cuerda). Y por ello nunca hubo un número de técnicos muy elevado.
En 1912, el estado mayor imperial predijo que una guerra en el continente era solo cuestión de tiempo. Por lo que había que producir más ametralladoras lo más rápidamente posible. Para ello se adoptaron dos medidas: (1) Llamar a filas a todos los relojeros de la nación, para en caso de movilización dedicarse a fabricar en sus talleres y fábricas los mecanismos de disparo mecánicos. (2) Realizar un diseño de ametralladora adaptado a los estándares de fabricación y herramientas británicas.
La compañía Vickers Ltd. Ganó el concurso para dotar al ejercito Británico de cuantas ametralladoras fueran necesarias, así como de organizar los equipos femeninos de recarga de cintas de ametralladora.
Descripción: Estaba realizado totalmente en acero troquelado y estaba montado en un trípode metálico. Para las unidades de caballería usaba las mismas calesas que el modelo anterior.
Fabricante: Vickers Ltd. Longitud: 1.100 mm. Pesos: arma 13,00 Kg. Descargado y trípode: 23,00 Kg. Calibre: 0,303 pulgadas = 8,00 mm. Con cartuchos SAA con pestaña en la base de 8 mm. Cadencia: 650 disparos / minuto. Alcance: 4.100 m. Puntería: mira y alza de horquilla, regladas para disparar a 300, 750, 1.200, 1.400 también disponía de una mira para tiro des – enfilado con un goniometro, para disparar a 1.700, 2.100, 2.500, 3.000 y 4.000 m. Carga: cinta – canana de lona con 250 balas cada una, normalmente guardadas en cajas metálicas. Cuando se acababa la canana, se reciclaba junto con su caja. Enviándolas a retaguardia, donde unidades de trabajadoras específicas se encargaban de recargar, remendarlas y volverlas a enviar al frente. La ordenanza exigía que una bala de cada seis fuese trazadora, pero esto dependía de las existencias de estas municiones.
Mecanismo del arma: un sistema de manivela, idéntico a un reloj de cuerda, enrollaba una lengüeta metálica. Esta al accionar el arma mantenía tensa la aguja del percutor, mientras que el impulso de cada disparo desplazaba hacia atrás a la misma. Una transmisión mecánica (una rueda dentada) contra solidaria al disparador empujaba la cinta con las balas, situando estas dentro de la recámara y evacuaba a los cartuchos usados que permanecían dentro de la cinta.
Mecanismo de refrigeración: El cañón era fijo, pero estaba encerrado en un cilindro hueco el cual se llenaba con agua (aumentando en otros diez quilos el peso del arma.)
El accionamiento del arma era simple, una vez puesta en batería (ya sea en trípode, en calesa, en un montaje fijo [barcos ó fortalezas] se disponía el equipo, un tirador justo detrás del arma y un cargador a su izquierda. El primero comenzaba por accionar la manivela hasta enrollar completamente la lengüeta en su interior. El cargador, comprobaba el refrigerante del cañón, añadiendo agua nueva si fuera necesario, levantaba la tapa de la recámara y ponía la cinta con las balas nuevas entre los dientes de la transmisión y al volver a bajar la tapa el arma quedaba lista para disparar.
Un tercer hombre, el apuntador indicaba el objetivo a batir y la distancia, momento en que el apuntador dirigía el arma en la posición (eje de altura y eje de dirección) correctos, y comenzaba a disparar. El disparo se hacía apoyando los cuatro dedos de cada mano a dos mangos fijos justo detrás del arma mientras que con los pulgares libres, empujaban hacia abajo un embolo con forma de mariposa, el cual liberaba la lengüeta torsionada y esta a su vez el disparador.
Historial: Se desplegó en grupos de dos máquinas en cada batallón ó regimiento, más tarde a partir de 1916 se aumento a 4 y luego 6 máquinas por unidad. Su uso durante la primera guerra mundial fue una autentica pesadilla, ya que su fuego concentrado era suficiente para barrer las ofensivas alemanas contra trincheras enemigas.
El tiro, originariamente se ajustaba de la siguiente forma, un soldado y un ordenanza llevaban unas estacas (ó testigos) con marcas y contando los pasos se clavaban en el suelo para indicar las distancias. Más tarde un señalero con un semáforo de banderas comunicaba las distancias a las que disparar al cuartel general del batallón, quienes a su vez transmitían al resto de fusileros las distancias para ajustar las alzas de los rifles.
Antes de la guerra, el sistema se sustituyó por el de dotar a cada máquina de un apuntador dotado de un distanciometro – telémetro. Quien calculaba las distancias desde una posición segura.
En la guerra de trincheras, se dotó a los trípodes de un mecanismo de bloqueo el cual permitía disparar el arma puntos fijos (lo que era muy útil para ataques nocturnos, pues se dejaba el arma apuntando a lugares de aproximación probables y se disparaba hasta que cesaba el ataque.) Durante la guerra, también se entregó a Francia, Italia, Japón, Holanda, Bélgica, Suiza, Rusia, Estados Unidos y después de la guerra se exportó a muchos otros países. Así como a los batallones de combate de todo el imperio Británico. En Gran Bretaña, permaneció en servicio hasta 1963. Se montó en buques y aviones.

Ametralladora Hotchkiss modelo 1909: Antes las continuas necesidades de incrementar la potencia de fuego de las divisiones y de los batallones, se tomó la decisión de aumentar el número de máquinas ametralladoras. Pero, ¿dónde meter estas armas? El cuerpo de ametralladoras, no daba más de sí y dotar con ametralladoras Vickers las plantillas de las compañías significaba un mínimo de tres fusileros menos por compañía. Por ello se decidió dotar, a partir de 1916, de un arma automática a los pelotones, pero que solo restara un fusilero a dicho pelotón. ¿De donde, en plena guerra, [diseñar un arma, construirla, probarla, corregirla, fabricarla en serie, enseñarla a utilizar y desplegarla] y a tiempo, obtener un arma así? Solución: comprarla fuera. Y para ello se escogió inicialmente un modelo Francés de pre – guerra que había sido probado con éxito.
Por lo que se cogió el modelo Hotchkiss de 1909, del que se contaban maravillas durante su uso en la expedición contra Pancho Villa de 1916.
Descripción: Estaba realizado totalmente en acero troquelado, culata de madera y cantonera, disparador y cubierta inferior de la culata en bronce pulido. Se apoyaba en el suelo gracias a un bípode.
Fabricante: Hotckiss et Cie. Longitud: 950 mm. Peso del arma: 12,00 Kg. Descargado. Calibre: 0,303 pulgadas = 8,00 mm. Con cartuchos SAA con pestaña en la base de 8 mm. (Originalmente se construyó para un cartucho Francés, pero al ser adoptada por Estados Unidos y Gran Bretaña, se fabricó en Francia adaptados a la munición de esos dos paises). Cadencia: 700 disparos / minuto. Alcance: 4.000 m. Puntería: mira y alza, regladas para disparar a 300, 750, 1.200, 1.400, 1.700, 2.100 y 3.800. Carga: Peine – cargador de 30 disparos. La ordenanza exigía que una bala de cada seis fuese trazadora, pero esto dependía de las existencias de estas municiones.
Mecanismo del arma: una palanca manual amartillaba el disparador, el cual al ser liberado al accionar el gatillo, provocaba el primer disparo, los gases del mismo se canalizaban dentro del arma, desplazando de nuevo el disparador del arma, al mismo tiempo que: empujaba al cargador a introducir una nueva bala y expulsaba el cartucho usado de la recámara. Se basaba en un diseño adaptado de la pistola alemana mauser C – 96, pero con mayor velocidad de disparo y alimentación lateral.
Mecanismo de refrigeración: el arma disponía de dos tubos, el primero era el del cañón, que también era fijo, mientras que el inferior disponía de un mecanismo de émbolos que canalizaba los gases. Aunque carecía de líquido refrigerante en su interior, era más ligero y móvil. Se recalentaba más que los modelos anteriores, aunque como usaba cargadores más pequeños, el tiempo empleado en cambiar de cargador servia para re – enfriar el arma.
Historial: No se desplegaron muchas armas, ya que solamente se fabricaba en Francia, quienes adoptaron en su lugar un modelo más pesado (el 1914). Sin embargo sirvió para crear tácticas de disparo con ametralladora al nivel de sección.

Ametralladora Lewis: Fue un arma de origen Norteamericano, surgida y adoptada ante la imposibilidad de la francesa Hotchiss de producir más armas.
Descripción: Estaba realizado totalmente en acero troquelado, culata de madera de roble. Se apoyaba en el suelo gracias a un bípode.
Fabricante: Originalmente Browing Co, en Gran Bretaña producido bajo licencia por Birmiham Small Arms Co. Longitud: 955 mm. Peso del arma: 12,70 Kg. Descargado. Calibre: 0,303 pulgadas = 8,00 mm. Con cartuchos SAA con pestaña en la base de 8 mm. Cadencia: 550 disparos / minuto. Alcance: 1.700 m. Puntería: mira y alza, regladas para disparar a 300, 750, 1.200 y 1.400 m. Carga: Tambor - cargador de 47 ó de 97 disparos. La ordenanza exigía que una bala de cada seis fuese trazadora, pero esto dependía de las existencias de estas municiones.
Mecanismo del arma: una palanca manual amartillaba el disparador, el cual al ser liberado al accionar el gatillo, provocaba el primer disparo, los gases del mismo se canalizaban dentro del arma, desplazando de nuevo el disparador del arma, al mismo tiempo que recogía una nueva bala del tambor, la cual caía empujada por una lengüeta metálica enrollada. Mecanismo de refrigeración: el arma disponía de tres tubos, el primero era el del cañón, que también era fijo, mientras que el inferior disponía de un mecanismo de émbolos que canalizaba los gases. Un tercer cilindro envolvía los dos tubos para protegerlos de daños. Se uso también montado en lanchas rápidas, buques, tanques, vehículos blindados, aviones y fortificaciones. Tanto con el cilindro de protección como sin él.
Historial: El ejército británico lo adoptó de manos de Estados Unidos, en 1916, aunque hasta finales de 1917, no estuvo completamente desplegados en todos los batallones del imperio británico. Su uso en combate era en el ámbito de sección, de forma que cada batallón disponía de un mínimo de 16 máquinas.
También fue adoptado y empleado por Rusos, Norteamericanos, Belgas y hay constancia que muchas unidades capturadas, fueron re – utilizadas por los Alemanes.

(*) Táctica Británica de ametralladoras: Existían dos tácticas, una para defensa y otra para el ataque. En defensa, con las compañías desplegadas, se situaban las ametralladoras “pesadas” (Vickers ó Maxims) en puestos elevados, en baterías de 2 ó 4 ó 6 unidades. De forma que creaban un fuego permanente y de cobertura del batallón. Las ametralladoras “ligeras” (Hotchkiss ó Lewis); situadas en vanguardia junto a las líneas de fusileros solamente abrían fuego a la par que estos.
En ataque, se desplazaban las armas “pesadas” a hombros de sus ocupantes, siempre en los costados, en caso de localizar al enemigo, se montaban y comenzaban a disparar formando un cono de fuego invertido. Mientras que las “ligeras” se utilizarían para cubrir las secciones en caso de emboscada, dando tiempo a estas a formar una línea defensiva ó cubrir su retirada si no era posible lo anterior.
Las armas “ligeras” solamente abrían fuego directo, con un alcance operativo de 700 m. Y uno normalizado a 300 m con precisión. Mientras que las “pesadas” abrían dos tipos de fuego, uno el llamado “fuego graneado” consistía en disparar en ángulo oblicuo de 45 grados para aprovechar el alcance máximo del arma 3.000 ó 4.000 metros; lo que implicaba entre otras cosas que el arma se apuntara no por sus miras sino siguiendo las instrucciones de los distanciometros – telémetros. Este fuego, era el primero que tenían que sufrir los que asaltaban una trinchera enemiga y si los artilleros de las ametralladoras eran buenos, podían neutralizar un asalto antes de que el enemigo avanzara 100 metros.
El segundo era el “fuego directo” donde se disparaba hacia delante usando las miras y alzas de las ametralladoras (tanto pesadas como ligeras) en conjunción con el fuego de fusil. Era con diferencia el más mortífero, pues era el que iba mejor apuntado.
Por último en afustes fijos improvisados, se construyeron puestos anti – aéreos, usando estas armas en defensa de posibles ataques en vuelo rasante.
Con respecto a sus homólogos enemigos y alemanes, no hay mucho más que decir, puesto que exceptuando a los franceses y sus Hotchkiss, todos usaban la misma adaptación de la máquina de Maxim adaptada a sus necesidades y munición. Y básicamente todos seguían el mismo patrón de conducta, a falta de armas más diferenciadas.

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