El avión:
En este conflicto, la aviación tuvo un papel más de espectáculo que de operación militar.
El motivo es fácil de entender, el invento de los hermanos Wright, de 1903, apenas había evolucionado desde entonces y muchos de los primeros aparatos que combatieron en el conflicto se parecían demasiado al frágil avión de los inventores norteamericanos.
En el caso concreto de Gran Bretaña, el arma de ingenieros, disponía de un batallón de globos aerostáticos desde finales de las guerras napoleónicas. Usando globos impulsados por aire caliente, empleándose en misiones de observación, puntería de artillería y meteorología.
Partiendo de este batallón, en 1912, se crea el Real Cuerpo Volante en el ejército. (Mientras que la Armada crea el Real Servicio Aéreo Naval). Con la intención de explotar el invento del avión.
El motivo que incluya a los aviones en este trabajo, se debe a que originalmente se consideraba una especialidad del ejército y como tal lo he considerado. La Real Fuerza Aérea, no aparecerá hasta el 1 de Abril de 1918, ya como arma independiente, al fusionarse los dos servicios (militar y naval).
Respecto a la guerra aérea como tal, diremos que durante esta guerra, ninguno de los dos bandos mostró un interés real de controlar el cielo y realmente ninguno de los dos bandos logró negar el cielo a su oponente.
El principal papel que tuvieron los aeroplanos en esta guerra, fue de cortina de humo ante sus opiniones públicas, para que los artículos periodísticos que cantaban las gestas cuasi medievales de los diferentes aviadores en sus encuentros personales con sus también gentiles rivales; acallando así a los agoreros que recordaban que las bajas se contaban por millones.
Evolución de las fuerzas:
A partir de 1912, el batallón aéreo de los Reales Ingenieros, es disuelto y en su lugar aparece en su lugar el Real Cuerpo Volante, como especialidad independiente. Siendo la escuela de vuelo de Upavon su primer edificio propio.
La idea era organizar batallones independientes (con 133 hombres, 12 globos y 36 aviones.) En un uso exclusivamente de observación y enlace (transporte de correo y despachos).
A partir de 1913, y debido a que la mayoría de los oficiales – observadores, provenían originalmente del arma de caballería, se cambia de nombre a los batallones pasando a denominarse “escuadrones”, con la idea de asignar un escuadrón a cada cuartel general de cuerpo de ejército. Aunque pronto el número de escuadrones creció hasta 150 al acabar la guerra.
Cada Escuadrón se asignaba en:
Mando: 1 Mayor.
“Vuelo” – A:
+ 1 Capitán. (Al mando).
+ 1 Teniente 1º. (Oficial de inteligencia).
+ 1 Teniente 2º. (Ayudante del capitán).
+ Sección Administrativa:
++ 1 Oficial asimilado.
++ Otros 2 Sargentos mayores (como segundos y terceros jefes de la sección.)
++ Unos 10 Soldados y Cabos.
+ Sección de vuelo:
++ Entre 6 y 10 Pilotos (Sargentos Mayores ascendidos a Tenientes 1º, según la antigüedad).
++ (Solo para los aparatos multiplaza). Entre 6 y 10 Observadores / Artilleros (Sargentos ascendidos a Tenientes 2º, según la antigüedad).
++ Sargento Mayor del Vuelo.
++ 36 Suboficiales y Soldados (Armeros, Herreros, Aparejadores, Chapistas y mecánicos).
++ Entre 4 y 6 aparatos por Vuelo.
+ Sección de equipamiento
++ 1 Teniente 1º (Oficial de despensero).
+ Sección de armamento:
++ 1 Teniente 1º (Maestro armero).
++ 5 Soldados – Armeros.
+ Sección de Transporte:
++ 1 Teniente 1º.
++ 22 Sargentos y Soldados.
Vuelo B.
Vuelo C.
A partir de 1914, los escuadrones empezaron a ser demasiados y se les segregó de los cuarteles generales de los cuerpos ejércitos, concentrándolos en los cuarteles generales de ejército en forma de “Alas”.
Cada Ala, tenía un número de escuadrones entorno a 3. Más un batallón de infantería del aire, para custodiar al ala y realizar tareas de construcción, logística y apoyo a la misma.
Era mandada por un Teniente Coronel ó por un Coronel (según antigüedad). Y disponía de un total de 1260 hombres sobre una base de 45 aparatos de vuelo, más unos 5 ó 6 aparatos de los jefes de vuelo.
El total de Alas fue, al acabar la guerra: 39.
La rápida expansión del número de escuadrones y alas. A partir de 1916, se tomó la decisión de agrupar las alas en grupos de 3 ó 4 llamados Brigadas (creándose un total de 11 Brigadas). Bajo el mando de un Brigadier General y unos 4.000 hombres cada una.
A parte se creó un mando independiente: Base Aérea, (30 bases británicas y 10 canadienses) mandadas por un coronel y encargadas de las tareas de alojamiento de hombres y máquinas, junto con la defensa de las mismas. No dependían de las Brigadas aéreas sino directamente del cuartel general de Ejército.
Durante la guerra, sus funciones empezaron por fotografiar más de 5.000 metros de película fotográfica de todo el frente; al acabar la contienda
Formación de más de 30.000 pilotos durante todo el conflicto (Sin incluir 8.000 pilotos accidentados durante el entrenamiento), disponiendo de un total de 22.000 aparatos al acabar la contienda.
9.000 muertos y 7.000 heridos. Junto con unos 6.000 aparatos derribados.
Realizando un total de 900.000 horas de vuelo.
7.000 Tm de bombas arrojadas en combate, matando 746 alemanes. + 7.054 aparatos enemigos derribados.
(*) Las cifras tan altas de máquinas, se deben a la poca duración de las máquinas, bien por su fragilidad, bien porque al ir quedándose anticuados, eran desguazados y sustituidos por las máquinas más modernas.
Formando pilotos:
Originalmente, se recurrió a personal de observación de los regimientos y unidades de reconocimiento (caballería, ciclistas, etc.), pero al incrementarse la necesidad de pilotos, se recurrió a suboficiales del propio cuerpo y otro personal de tierra voluntario. (Al ingresar como aeronauta percibía además de su paga una paga especial por ser piloto y recibía galones especiales por ser aeronauta.)
No existía ninguna formación específica para ser observador (salvo unas pocas clases teóricas, que daban derecho a una insignia consistente en una media ala) hasta 1917.
Teóricamente y hasta 1917, el observador tenía el mando de la misión, siendo el piloto responsable exclusivamente de manejar la máquina.
Con un número excesivo de bajas, se tomó la decisión de formar a los observadores como pilotos, con lo que desapareció su especialidad, para convertirse en pilotos y copilotos.
Los aspirantes a piloto, debían acudir a un depósito de personal en la Escuela Aeronáutica Militar de Upavon ó en la facultad apropiada en Oxford, para una formación teórica.
La siguiente fase era un escuadrón de entrenamiento, en el Reino Unido ó en la retaguardia de algún frente, donde aprendían a tripular una máquina voladora y e ahí al frente.
A partir de 1916, el programa de estudios se modificó, logrando reducir a la mitad las muertes en combate. Se basaba en un programa teórico junto con dos programas prácticos: Uno para formación básica (despegue, orientación – vuelo instrumental, aterrizaje) y otro para formación de combate (maniobras básicas, tiro, maniobras de evasión.) Así hasta completar un total de 10 ó 20 horas de vuelo. En nuevas escuelas de vuelo creadas en Turnberry, Marske, Sedgeforth, Feiston, East Fortune y Ayr.
Al menos el 45% de los candidatos no pasaba estas pruebas. El resto, debían luego acudir en la retaguardia a un escuadrón de transición, donde se les asignaría un instructor, pero irían en sus propios aparatos. (La idea, era que ese instructor se transformara en el jefe de vuelo de los nuevos pilotos al ser asignados todos juntos a un escuadrón de combate.)
A finales de 1917, se homologaron los estudios de piloto de Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña. (Canadá era parte de los dominios y los primeros pilotos Estadounidenses volaron en escuadrones británicos y franceses.)
La gran aportación técnica Británica, fueron el paracaídas (que no se adoptó definitivamente hasta 1918 en todos los aparatos) y los primeros estudios con aparatos de radio montados en aviones.
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