Sobre los inicios, desarrollo y final de la flota del imperio Alemán caven destacar dos nombres importantes: el gran almirante von Tirpitz y el káiser Guillermo II. Pocas veces en la historia ha existido una conjunción de intereses entre el poder político y el militar; ahora bien, si el káiser siempre apoyó a su almirante favorito, hay que reconocer que el músculo y el cerebro que impulsó la creación de la gran flota alemana desde la nada fueron un mérito exclusivo del gran almirante.
Para poder comprender mejor la titánica labor realizada por Tirpitz, es necesario recordar que Prusia era un estado militarista, pero que carecía de una armada digna de tal nombre y lo que es peor, una falta de interés por el mar y carente de una tradición naval.
Hay varias razones que explican esta actitud: Por una parte, tenemos las causas estrictamente geográficas: la mayor salida al mar del estado prusiano correspondía al Báltico, un mar cerrado y poco profundo, dominado sucesivamente por las flotas suecas o rusas.
Luego tenemos a las necesidades estratégicas de Prusia, al estar rodeada de grandes estados dotados de potentes ejércitos como el ruso, el austríaco o el francés hacía que el presupuesto se destinase principalmente a un gran ejército de tierra disciplinado y bien armado, dejando los restos para una armada básicamente costera y sin más pretensiones fuera del Báltico.
A esto se unió una alianza firmada con Gran Bretaña durante la guerra de los siete años, que si bien no aportaba la presencia de grandes contingentes británicos en el continente, si aseguraba el apoyo de la poderosa flota británica al comercio prusiano y a los escasos intereses prusianos fuera del Báltico.
Esta situación va cambiando poco a poco a lo largo del siglo XIX. Con anterioridad, las escasas necesidades navales prusianas se pueden resumir en:
a) misiones diplomáticas para mostrar por el mundo su bandera blanca y negra.
b) misiones policiales, para las pequeñas unidades de la flota, con intención de luchar contra el sempiterno problema de los piratas del báltico (principalmente finlandeses), que se dedicaban a saquear a los pescadores del arenque. Así como contra los contrabandistas del ámbar (un monopolio tradicional de la orden de caballería teutónica y después de los monarcas prusianos).
Esto caracterizará la tradición naval Alemana y posiblemente afectará al subconsciente de planificadores y diseñadores de la armada y de los propios barcos. Pero no adelantaremos acontecimientos. Hacia 1860 y especialmente tras 1866 con la derrota de Austria que permite a Prusia librarse de la influencia danuviana en Europa central y en la zona del Rhin. En este punto se puede decir que surge de facto el imperio alemán. Con la expansión hacia el oeste, surge un nuevo escenario, Prusia ya dispone de puertos en el Mar del Norte y por tanto es necesario que el país disponga de una flota más poderosa, pero sin olvidar que el ejército tiene prioridad absoluta.
Curiosamente esta primera flota alemana fue construida íntegramente fuera de Alemania, especialmente sus unidades más importantes: los buques acorazados. Así en los astilleros británicos de Samuda se construyen el “Kronprinz” Navío de línea acorazado y las fragatas acorazadas “Kaiser” y “Deutschland”.
En el francés de La Seyne (cerca de Tolón) el navío acorazado “Friedrich Karl”. Y Finalmente el Navío acorazado “Köning Wilhelm” en Blackwall, Londres.
Todos son buques de propulsión mixta (Veleros con máquinas de vapor), construidos enteramente en acero con estructura de madera y dotados de cintura acorazada y cojín de madera como blindaje.
El armamento se componía de armamento primario y secundario (usual en aquella época) formado por baterías de cañones de avancarga pero realizados en acero fundido, con cureñas montadas sobre raíles casi todos situados en los costados del buque. Dotados con una mezcla de granadas perforantes realizadas en hierro macizo fundido y proyectiles explosivos rellenos de nitroglicerina.
La propulsión a máquina se realizada con una sola máquina de vapor conectada a una sola hélice y un número variable de calderas alimentadas con carbón.
Se trataba de barcos en general marineros, con muy poca autonomía (pues en principio no variaban mucho sus misiones que las de sus predecesores). Por ello, no disponían de camarotes amplios para la marinería ya que no deberían estar fuera del puerto más que unas pocas semanas. Y sus provisiones de alimentos, munición y carbón son igualmente escasas. Aunque dejaron un buen recuerdo, detectan una serie de problemas, el principal es que un origen tan heterodoxo, impiden en muchas situaciones intercambiar piezas, componentes e incluso tripulaciones entrenadas.
Por ejemplo se detectan que los barcos construidos en Gran Bretaña, han sido diseñados usando el sistema imperial de medidas, (Libras, Pulgadas, etc.) Mientras que los construidos según el sistema métrico internacional no pueden intercambiar ni la munición ni las tuberías de las máquinas por diferencias de calibres. Por ello y a partir de la década de 1870, comienzan a fabricar sus propios buques.
Con anterioridad muchos principados Alemanes se han industrializado: explotan minas de carbón, fundiciones de acero y con apoyo público, se construyen los primeros astilleros nacionales: Vulkan en Stettin. El arsenal de Wilhelmshaven, público y Block und Boss, en Hamburgo.
Las primeras construcciones netamente alemanas son: La fragata acorazada (reclasificado más tarde como acorazado) “Preussen” (gemelos: “Friedrich der Grosse” y “Grosser Kurfürst”). Se trata del primer buque equipado con torres giratorias artilladas. Armado con:
4 Cañones, en dos torres dobles, de 260 mm. De avancarda.
2 Cañones sencillos de 170 mm. Situados cada uno de ellos en los extremos del barco.
4 cañones sencillos de 80 mm. Situadas en los costados del barco.
Tenía una propulsión mixta de vela y vapor mediante una máquina de vapor alimentada con seis calderas pero su dotación de carbón era mucho mayor que sus predecesores, lo que le permitía una autonomía oceánica. (por ejemplo navegar de un tirón hasta los Estados Unidos).
Estaba construido enteramente en acero y su blindaje consistía en un cinturón en torno al barco de espesor 330 mm. en el centro del barco. Que se reducía a 105 mm. en cada extremo. Y con una altura de 2.800 mm.
La cubierta del barco se le dotó de una placa protectora de 16 mm. de espesor, única en Alemania en ese momento. A parte, las torres estaban construidos en torno a plataformas giratorias donde se colocaban las dos cureñas y rodeando todo el montaje, una caja circular de 210 mm de espesor. Cubierto con un tapa (fundida en una sola pieza) de 130 mm de espesor.
Como novedades incluía una máquina de vapor para elevar las anclas, cabrestantes, ventiladores, etc. y otra para mover las torres. (Las primeras en Alemania). Junto con lavabos dotados de agua caliente y calefacción (mediante tuberías) para toda la tripulación.
Por esa época se construyó la corbeta acorazada “Shachen” (gemelos: “Bayern”, “Württemberg” y “Badem”). (Y posteriormente reclasificada como Crucero, Crucero Acorazado ó Crucero Pesado. Según la traducción técnica).
Disponía de un armamento mixto compuesto por:
6 cañones de 260 mm. De avancarga, dos en una torre doble y cuatro en montajes sencillos en los costados del barco.
8 cañones sencillos de 88 mm. En afustes rodeando el castillo central del buque.
2 tubos lanzatorpedos de 450 mm.
El blindaje era un sistema bastante novedoso, se trataba de:
1º) por encima de la línea de flotación: un cinturón de 1.400 mm. de altura compuesto a su vez de un sistema, adosado al casco del barco de placas de 150 mm. Un cojín realizado en madera de 200 mm. Y otro sistema, en el exterior, de placas de 260 mm.
2º) por debajo de la línea de flotación y como defensa contra minas y torpedos, un segundo cinturón de altura 1.200 mm. Compuesto por un sistema adosado al casco de placas metálicas de 50 mm. Un cojín realizado en corcho de 1.000 mm de espesor y un sistema exterior de placas de 75 mm.
3º) todo el interior del barco se dividió (de proa a popa) en 186 compartimentos estancos autosellantes, para en caso de inundarse alguno, el agua no penetrara en los contiguos.
A parte de una cubierta de 30 mm. Mientras que la torre estaba embutía en una caja redonda de 260 mm de espesor con una tapa de 150 mm.
La propulsión era a máquina exclusivamente, pero mantuvo un solo palo con capacidad para una sola vela. Que se guardaba desmontada y solo se izaba en caso de avería. Disponía, por contra, de 2 hélices con 2 máquinas alimentadas con un total de 8 calderas. Su autonomía era mucho menor.
Ya que su misión era exclusivamente la protección de puertos y costas, así como actuar de batería flotante en sitios y asedios. Junto con las tradicionales misiones policiales y guardapesca.
En general, hay que destacar que estos barcos eran modestos en comparación con sus homólogos franceses y británicos. Pero hay que entender, que las mayores potencias constructoras de barcos se negaban en redondo a vender su tecnología naval si no iba acompañado de contratos para fabricar los barcos. A consecuencia de ello, Alemania buscará un nuevo socio que es Suecia, y los trabajos de la compañía del señor Nobel.
En primer lugar se proyectan unos métodos de fundición y cañones nuevos (260 mm, 280 mm y 150 mm, 88 mm. Para las baterías primarias y secundarias). Que, aunque son inferiores a sus rivales tienen el mismo alcance (mediante el alargamiento de las cañas de los cañones). Con lo que las naciones de recursos económicos más modestos pueden disponer de grandes navíos.
Se trataban de diseños de barcos para las características del Báltico: escasos recorridos, por lo que alimentos, acomodamientos y combustibles tienen una necesidad relativa.
Poco calado, mucha velocidad y sobretodo blindaje para resistir las granadas más poderosas de sus enemigos.
La marina Bismarckiana será una armada defensiva. Dejando eso sí una buena experiencia para marinos, constructores y planificadores navales. Que a su vez influiría en las siguientes generaciones. Quizá el legado más importante de este período no es tanto los nuevos barcos (que rápidamente se van a quedar anticuados) como la construcción de unos grandes astilleros especializados en la construcción naval, y lo que es más importante: unos obreros e ingenieros conocedores del oficio.
miércoles, 11 de febrero de 2009
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