Al hablar de luchar en el Mediterráneo, debemos tener en cuenta el tipo e combates desarrollados en este viejo océano.
El Mar mediterráneo es un océano rodeado por tierra y cerrado salvo dos angostos estrechos y un canal artificial, las distancias además son relativamente pequeñas, por lo que el tipo de combates tienden a ser encuentros relativamente cortos y sangrientos, donde el vencedor es el que en menos tiempo descargue toda su artillería y logre más impactos acertados sobre su rival.
Por ello la arquitectura e ingeniería naval, aplicado al campo de la guerra en el mediterráneo, requiere de barcos de tamaño medio (plataformas donde quepan sin problemas los grandes cañones, pero que en caso de resultar hundidos no suponga una perdida notable en el conjunto del esfuerzo de guerra).
El submarino es un arma de capacidades militares discretas, ya que las cortas distancias reducen el tiempo de navegación en alta mar y existen multitud de pequeños estrechos y bahías de poca profundidad donde a un vehículo submarino le resulta complicado ó imposible ocultarse.
Finalmente una serie de pequeños golfos y los mencionados estrechos hacen de gran utilidad el uso de torpederas pequeñas pero rápidas (sobre todo en la oscuridad de la noche). Por lo que cualquier armada debe poseer medios para defender sus buques capitales incluso estando en puerto.
Definido el espacio para este enfrentamiento, pasamos a describir los grandes contrincantes (excluimos a la armada Real Británica y a la Nacional Francesa, que siempre consideraron este mar como un punto de paso, pero no como un objetivo a controlar).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario