A modo de Introducción (2): Austria

1.2. El caso de Austria – Hungría:

La nación surgida en 1867 de la firma del Compromiso Austro – Húngaro, por el que el emperador de Austria se comprometía a cambio de ser reconocido rey de Hungría, daría la equiparación entre los reinos de Austria y Hungría, respetando la autonomía de su parlamento para todos los asuntos internos excepto economía, exteriores y defensa. Creándose de esta forma el Imperio y Reino de Austria – Hungría, que nacía como un intento de solución a los continuos fracasos militares (Cerdeña en 1859, Guerra Austro – Prusiana de 1866) así como a la revolución de 1848 (La primavera de los pueblos) y una concesión mínima a los diferentes nacionalismos existentes dentro de la nación.

Los siguientes cuarenta años transcurrirían con relativamente pocos cambios, salvo la adopción en la parte Austríaca del Imperio del sufragio universal en 1907 (la parte húngara mantendría el censitario hasta el fin del imperio).
La anexión, en 1908 de Bosnia – Herzegovina (a costa de las aspiraciones de Italia y Serbia) marcarán los primeros focos de tensión. Junto con frecuentes roces diplomáticos con Turquía, Rusia, Francia, Rumania y Bulgaria.

La economía se veía lastrada tanto por las fuertes diferencias sociales (falta de consumo interno) como por las diferencias regionales. Y a lo anterior se le unía la burocratización excesiva por parte del estado (más los impuestos necesarios para pagar a esta burocracia.)
Dos focos industriales, creados alrededor de Viena y de Bohemia, junto con la creación de grandes consorcios públicos habían mejorado enormemente la economía del imperio, en especial el tendido de miles de kilómetros de vías férreas. Aunque solo mejoró la parte occidental (curiosamente la más democrática) mientras que la oriental seguía sumida en un feudalismo agrario.
Entre 1854 y 1879, se privatizaron parte de los grandes consorcios (especialmente los ferrocarriles) si bien se volvieron a nacionalizar parte de ellos para hacer frente a las inversiones necesarias para incrementar los tendidos en Hungría, Galitzia y Bosnia.

Los mayores conflictos, sin embargo eran los étnico – sociales, fruto sobre todo de la escasa representatividad de las etnias no germánicas en los centros de poder. En especial por la imposición de los idiomas Alemán y Húngaro a toda la población residente dentro de los territorios de las respectivas coronas.

En el exterior, el emperador Francisco José I, decidido como fuera a atornillarse la corona a su cabeza, optó por una alianza a ultranza con Alemania, a la que se le uniría poco tiempo después el Reino de Italia.

A principios de siglo XX, pocos territorios estaban libres para la colonización, por lo que para una nación de las características de la monarquía dual, los Balcanes eran su única posibilidad de expandirse hacia fuera.
Por ello, en 1908 marchó sobre Bosnia, desestabilizando completamente un orden creado por el Imperio Ruso en 1870 al desmembrar las diferentes naciones conquistadas y sometidas por el Imperio Otomano. (Consecuencia de ello sería la desaparición del Reino de Macedonia en 1910 y las sucesivas guerras de Balcánicas de 1912 y 1913).
La ocupación de Bosnia, además allanó el camino para la alianza entre Serbia y Rusia; así como la proclamación de los principios pan – Eslavos y el papel del Zar de Rusia como protector de la fe Ortodoxa.

En Austria, la salud del viejo emperador era motivo de preocupación, se negaba a ceder muchos de sus poderes y la muerte de su hijo y heredero Rudolf, de su hermano Maximiliano, dejaban el trono a su sobrino Francisco Fernando.
El asesinato de este a manos de supuestos ultra – nacionalistas Serbios y a pesar que el gobierno Serbio negó, y sigue negando hasta nuestros días, su participación (junto con la emisión de la repulsa) en el crimen. Fue acusado, sobre todo desde el estado mayor Austríaco.
Instigados por Alemania, Austria – Hungría declarará la guerra a Serbia e inmediatamente recibirá la declaración de guerra de Rusia (momento en que el conflicto alcanzó la cota de mundial).

En 1915, Italia rompería la alianza con Alemania y Austria para pasarse al lado de los Aliados Occidentales.