La guerrilla árabe y la posguerra (1916 – 1919):
Para Thomas E. Lawrence, la revuelta empieza oficialmente el día 5 de Junio de 1916, cuando el Califa de la Meca Hussayn Ibn Ali proclama la guerra santa contra el Imperio Otomano.
Inciso => Biografía de Hussayn Ibn Ali (Califa de la Meca, Emir de los Santos Lugares del Islam y Rey del Hejaj).
Nacido en Estambul 1865, era miembro del CLAN DE LOS HACHEMIES. (Que eran Califas de La Meca desde el siglo X, por lo cual también eran emires – guardianes de las ciudades santas del Islam [La Meca y Medina] y su autoridad y prestigio se extendía por todo el Hejaj. Enfrentados desde siempre a los Sultanes Otomanos, el padre de Hussayn había mantenido un tira y afloja con el penúltimo sultán Abdul Hamid II, por lo que toda la familia incluido el propio Hussayn permanecieron retenidos en Estambul durante 18 años, hasta 1908).
Al estallar el conflicto mundial, contactó con Kitchener y el Alto Comisario / Embajador del Reino Unido en Egipto McMahon, dando lugar a las CARTAS HUSSAYN – McMAHON (Son una serie de correos intercambiados entre ambos entre 1915 y 1916. Iniciando la correspondencia el propio Hussayn; básicamente Kitchener intercambia la colaboración de Hussayn por una alianza con el Imperio Británico.
El 24 de Octubre de 1915, se acepta que todos los territorios propuestos por Hussayn, salvo los distritos de Mersen – Alejandreta - parte de la provincia de Basora - y el oeste de Siria, acaben bajo su autoridad. Sin especificar expresamente el futuro de Palestina y la ciudad de Jerusalén.) En virtud de estos acuerdos de facto (que no-de jure) inicia la rebelión. (Aunque nunca se le comunicó formalmente que desde Mayo de 1916, existían los acuerdos Sykes – Picot, por los cuales los gobiernos de Francia y Gran Bretaña se habían repartido sus respectivas áreas de influencia en el Oriente Medio.
Como tampoco tubo noticia de la Declaración Balfour de 1917, para el establecimiento del hogar nacional judío.
Tampoco se le comunicó formalmente, se hubo de enterar por la prensa de la resolución de la Sociedad de Naciones, donde se distribuyó el Oriente Medio en mandatos.
Y para cúmulo de desgracias, los Británicos acabaron por apoyar a los Al – Saud contra los Hachemies, por lo que los primeros acabaron por anexionarse el Hejaj.)
En 1916, estalla la rebelión árabe, liderada por el mismo. Siendo las primeras acciones armadas en:
La Meca => Liberada del yugo Otomano.
Medina => Conquistada a los Turcos y su guarnición entera pasada a cuchillo.
Cortar la línea de ferrocarril del Hejaj.
Por motivos de edad, decidió que los fuerzas en armas fuesen puestas bajo el mando directo de sus hijos más capaces, los príncipes Faysal y Abdallah. Mientras que el mismo se auto proclamó Rey del Hejaj y de los Países Árabes (lo que le valió entrar en conflicto con Ibn Saud [a su vez Sultán del Nejd, quien soñaba con anexionarse el Hejaj y controlar y fiscalizar todas las rutas existentes de peregrinos musulmanes] y la secta Wahhabi.
Al terminar la guerra, en 1920. Las tropas de Francia y Gran Bretaña ponen en práctica el reparto de las áreas de influencia de cada potencia. (Por iniciativa Británica, Faysal acabará como Rey [títere] de Iraq y Abdallah acabará como Rey [títere] de la Transjordania). Mientras que Alí debía ser el sucesor al trono del Hejaj.
Inciso=> Biografía de Ibn Saud (Sultán del Dejd).
Nacido, aproximadamente hacia 1880, era miembro de la familia gobernante del Dejd. En 1902, al conquistar la ciudad histórica de Riad, se convirtió en el cabeza de todo el Clan de los Bin Saud. Desde la ciudad reconvertida en la nueva capital reconquistará todo el Dejd y gobernará su parte de la península arábiga SIEMPRE en vasallaje al Sultán Otomano.
En 1915, con apoyo Británico, se someterá un régimen de protectorado con estos pero sin entrar en conflicto directo con los Turcos. Aunque se enfrentará al clan de Ibn Rashid (que se escora mucho más hacia la causa Otomana).
En 1922, derrota definitivamente a Ibn Rashid.
En 1925, Conquista La Meca y derrota definitivamente a los Hashemitas.
El 10 de Enero de 1926, se corona Rey del Hejaj y del Dejd.
El 20 de Mayo de 1927, firma con el Imperio Británico el Tratado de Jedda y se convierte en soberano independiente.
Entre 1927 y 1932, somete al resto de la península de Arabia Saudí a su control personal.
El 22 de Septiembre de 1932, se proclama Rey de Arabia Saudí.
Desde 1938 y hasta su muerte en 1953, se declara además propietario personal de todo el petróleo existente dentro de las fronteras del país.
En 1919, Ibn Saud conquista más de 20 Oasis, para disponer de agua para el asalto final contra La Meca y Medina. Como Hussayn se niega a someterse a las condiciones de Gran Bretaña, ésta rechaza ayudar a quien tanto luchó por ella en la guerra contra los Turcos, mientras que en secreto apoya a quienes no hicieron absolutamente nada durante el conflicto.
El 3 de Marzo de 1924, Turquía declara formalmente la república y declara abolido el Califato y el Sultanato). Por lo que Hussayn se declara inmediatamente califa. (Fue un error, pues para los fundamentalistas musulmanes [= Wahhabies] constituye una blasfemia, que alguien sin consultar a un consejo de Ulemas y doctores en religión Coránica tome por sí solo dicha medida). E inmediatamente vuelven a apoyar a Ibn Saud.
Después de ser derrotado por este, Hussayn debe exiliarse a Ammán, donde es protegido por su hijo Abdallah, hasta su muerte en 1931. Si bien retendrá todos sus títulos, estos no tendrán más valor que el papel en los que están redactados.
De sus cuatro esposas nacieron:
Por matrimonio con Abdillah bin Abdullah:
+ Príncipe Alí.
+ Príncipe Abdullah.
+ Princesa Fátima (casada con un Francés Musulmán hombre de negocios).
+ Príncipe Faysal.
Por matrimonio con Madiha:
+ Princesa Saleha (casada con Abdullah bin Muhammed).
c) Por matrimonio con Adila Khanmun
+ Princesa Sara (casada con Mohamed Atta Amin).
+ Príncipe Zayd.
Sin embargo, y en contra de lo que cuenta en su libro, la rebelión árabe empezó al poco de iniciarse el conflicto mundial, cuando el Califa de la Meca, declaró una guerra santa (la popularmente conocida como “Yihad”) contra el Imperio Otomano. Con la idea de crear un Estado Árabe UNIFICADO, desde Alepo (en la actual Siria) hasta Adén (en el actual Yemén).
La idea de esta guerra no es nueva, ya que al empezar el siglo XX los Otomanos han perdido la mayor parte de su imperio Europeo y Africano. En reacción a este fracaso, el llamado movimiento de “Los Jóvenes Turcos” de ideología modernizadora pero ultra - nacionalista, proponen en 1908 (además de recuperar la constitución de 1876) que las diferentes etnias musulmanas de su Imperio se alíen con ellos, según la base religiosa común, para proteger esta fe de los pueblos cristianos conquistadores.
Por su parte, los musulmanes de todo el mundo de etnia árabe estaban en plena:
Toma de conciencia nacional (La llamada “Baas” o “Resurrección”, décadas después todos los regímenes nacionalistas árabes estarían gobernados por Partidos Baas). Ya que desde 1821, se vienen publicando toa una serie de artículos y tesis que llaman a la independencia política y nacional.
Renacimiento cultural (“Nahda”, reclamando los logros de la edad de oro del Islam de la edad media y la expansión sobre Al – Andalus).
Renovación Religiosa (Se produjo una escisión, que dura hasta nuestros días entre Laicos Nacionalistas y Teocráticos Fundamentalistas).
En relación con lo anterior, el mayor acontecimiento de la época fue el Congreso Pan – Árabe celebrado en París en 1913 (que pasó desapercibido entre tantos pueblos oprimidos que reclamaban su independencia de los diferentes regímenes colonialistas). Autentico antecedente de la Liga Árabe donde se expresó el primer deseo de independencia tanto del Imperio Otomano (y sus aliados) como de los diferentes Imperios Europeos Occidentales.
Sus peticiones en general eran, al principio, más bien modestas y estaban basadas en:
+ Reformas de tipo político => Autonomía que no la independencia.
+ Reformas educativas de cara a preservar la lengua árabe y su escritura.
+ Reforma militar => Se pedía de cara a la conscripción para prestar el servicio militar que los reclutas de etnia árabe disfrutaran de las mismas prerrogativas y derechos que los reclutas de etnia turca (en especial prestar servicio en unidades cercanas a sus hogares).
Para obtener estas reformas ofrecieron a las nuevas autoridades Turcas:
Lealtad Religiosa (sin que se tradujera en que abandonaran sus prácticas más tradicionales propias de su etnia, tribu, clan y secta religiosa).
Lealtad de todas las Tribus y Clanes al gobierno de Estambul.
Apoyar las tesis Pan – Islamistas (defender la expansión del Islam por el mundo, según la tradición establecida por Mahoma) y Otomanistas (preservar la integridad del imperio Otomano y sus fronteras).
Apoyar al nuevo sultán frente al depuesto Abdul Hamid II.
Por su parte, los árabes de la península se manifestaron (muy discretamente), por primera vez en la historia, contra las decisiones del gobierno Otomano en forma de oposición al trazado del Ferrocarril del Hejaj (La línea ferroviaria construida por los Alemanes que discurría entre Estambul – Damasco – Medina – La Meca). Teóricamente para el desplazamiento de peregrinos musulmanes, pero en la práctica fue vista a ojos tanto de Árabes como de Turcos como un mecanismo para retener bajo su control las dos ciudades sagradas y poder desplazar tropas tan pronto las naciones y tribus Árabes se opusieran a las decisiones del gobierno Otomano.
Al estallar la Guerra Mundial, en 1914, el Sultán Otomano Megmed V, en calidad de Califa (cabeza de la religión Musulmana) declaró una “Yihad” contra los aliados considerados infieles a la religión Musulmana y opresores de varios pueblos Musulmanes. Pero, a la larga, fue más un error que un acierto; la declaración de la “Yihad” no mejoró las escasas perspectivas que tenían los Turcos y los Otomanos de ganar la guerra (el apoyo de Alá, no compensaba la ausencia de fábricas de armas modernas ni la baja producción de municiones). Pero a cambio, fue visto por muchos eruditos Musulmanes Árabes como una manipulación (error político; pues condenaba en los Europeos Occidentales la misma opresión a los Musulmanes que los Turcos practicaban contra los Árabes) y como una blasfemia (error religioso; la Yihad había sido emitida sin consultar a un consejo de sabios y legisladores Islámicos, sin hacer una exposición de motivos de porqué se emitía esta ni tenía en cuenta los deseos de la comunidad musulmana respecto a entrar o no en guerra contra las potencias occidentales).
La Rebelión Árabe, por tanto empieza hacia mediados – finales de 1914. El entonces Califa de la Meca y Protector de los Santos Lugares Husseyn (a pesar de tan rimbombantes títulos, estos eran más prestigiosos que poderosos, si bien le permitía recaudar las rentas originadas por el cobro de impuestos a los peregrinos), llamó a sus dos hijos que trabajaban en Estambul y ejercían cargos políticos:
Abdallah => Vicepresidente del parlamento Otomano.
Faysal => Diputado por la ciudad y puerto de Jedda.
Ambos ya habían sido tanteados por otro político Abdallah, como posibles aliados contra los Otomanos, si bien ellos pospusieron su decisión a lo que su padre y patriarca de su tribu y clan decidiera.
Hussayn había estado manteniendo una correspondencia en secreto, con los hombres más importantes del Imperio Británico y más cercanos (geográficamente hablando) a sus dominios: Lord Kitchener (que mandaba los ejércitos Británicos e Imperiales establecidos en Egipto [protegiendo el canal y preparándose a su vez para combatir al Imperio Otomano]) y Henry MacMahon (Alto Comisario del Imperio Británico en El – Cairo / ósea el embajador del gobierno Británico en su estado protegido de Egipto). Al tiempo que el mismísimo Sir Mark Sykes, diseñaba la propia bandera de la rebelión.
En dicha correspondencia, los Británicos prometieron a cambio de su lealtad y amistad, que recibiría: –“Toda la ayuda que sea precisa, contra una agresión extranjera” – de facto, y usando el siempre farfullero lenguaje de la diplomacia imperial Británica, significaba varias cosas:
I – Gran Bretaña y sus aliados en este conflicto, reconocen la independencia de facto de un estado bajo la soberanía y protección de Hussayn.
II – Este nuevo estado (por definir) es un aliado del Imperio Británico en caso de conflicto con el Imperio Otomano (independientemente de las circunstancias) y en calidad de tal será apoyado en cualquier término o necesidad militar / logística / asesoramiento /... que pueda llegar a requerir.
III – A cambio de dicho apoyo, y en calidad de aliado, este nuevo estado y su soberano deben los dos actuar de acuerdo a los objetivos y planes estratégicos marcados por el Estado Mayor Imperial.
En general, Hussayn entendió que según lo manifestado en este intercambio de correos, las autoridades Británicas accedían a sus pretensiones de crear un reino unificado (que abarcaría los estados modernos de: Arabia Saudí, Siria, Líbano, Israel y Autoridad Nacional Palestina, Jordania e Iraq). Si bien esta visión no era compartida por sus hijos (que aspiraban, más o menos a espaldas de su propio padre a ser Reyes aliados, pero independientes [siempre eso sí, con la aquiescencia tanto del gobierno Británico, como del propio Lawrence]).
Por su parte las autoridades Británicas en El Cairo, después de consultar telegráficamente a Londres, emiten una Opinión favorable, aunque a su vez manifestarán lo siguiente: – “Reconocimiento y apoyo a la independencia de LOS PAISES ÁRABES, en todas las regiones dentro de las fronteras propuestas por el Califa de la Meca”. – Que se traduce, en que los Británicos entienden las diferentes (llamémoslas así) sensibilidades existentes dentro de los territorios árabes del Imperio Otomano. [En general, la intención última del gobierno de Londres, era retener bajo su completo control, los llamados “Territorios Estratégicos” => El Litoral del Mar Mediterráneo y las tierras de las actuales Líbano y Siria. Y, el Litoral del Golfo Pérsico y las tierras del Sur de Iraq].
viernes, 31 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario