Aunque tradicionalmente se atribuye a Pedro El Grande la creación de la armada Rusa, lo cierto es que desde los primeros días del Ducado de Novgorod ya existía una proto – escuadra para aguas fluviales.
Me explico: la nación Rusa existía desde que los pueblos eslavos convertidos por el Imperio Bizantino a la religión Cristiana Ortodoxa se mezclaron con los pueblos vikingos – suecos que descendían por el Deniepper para llegar al Mediterráneo y el mar Negro y de esa forma, poder comerciar con el rico imperio Romano de Oriente – Bizantino.
Obviamente el Denniepper no llega hasta el Mar Báltico, pero en un punto de su recorrido, se acerca mucho a otro río, el Dauvaga. En el punto intermedio entre los dos se fundó la primera capital permanente de los pueblos eslavos, Novgorod. (Más adelante esta ciudad y el estado subsiguiente, el Gran Ducado de Novgorod, decaerían a favor de la nueva capital y estado, respectivamente Moscú y el Gran Ducado de Moscú).
Al igual que el anterior estado, el Gran Ducado de Moscú se fundó siguiendo las grandes rutas comerciales que unían el Mar Báltico con el Mar Negro (más concretamente el punto equidistante más cercano entre los ríos Volga y Moscova).
Siguiendo las cuencas de los cuatro ríos mencionados, el Gran Ducado de Moscú se fue extendiendo (si bien debió de sufrir las invasiones de Turcos – Tártaros desde el sur, Polacos y Germanos desde el Oeste, Suecos desde el Norte,...) Al llegar la noticia de la Caída y desaparición del Imperio Romano de Oriente, el gobernante del Gran Ducado adoptó el título eslavo de Zar (+/- “Emperador”) y a gobernar como tal.
Desde el punto de vista militar y naval, durante los siglos X a XVII, los ríos eran los únicos caminos existentes (en el deshielo en barco y en la época en que permanecían congelados en trineo) que permitían el comercio (la recaudación de impuestos a los comerciantes era casi la única forma de financiar el naciente estado). Por lo que todos los Zares, independientemente del grado de salud mental que tuvieran y todos los primados de la Iglesia Ortodoxa Rusa, fomentaron siempre el comercio y protegieron la navegación por los mismos. Por lo que siempre que había guerra, se armaban junto a los soldados y guerreros, flotillas de pequeñas embarcaciones a vela o remo y se armaban con catapultas (o más adelante cañones) para luchar desde ellos. [Al terminar la campaña se procedía a desarmar la flota y vender a precio de saldo o hasta regalar las embarcaciones {junto con los remeros – siervos} a los comerciantes de la zona, para de esa forma fomentar los tan necesarios intercambios comerciales].
A medida que el naciente estado se expandió, pronto se encontró con los diferentes océanos, pero la verdad es que nunca los Zares Rusos mostraron excesivo interés en expandirse por el mar, cuando tenían un continente entero para ellos (aunque desgraciadamente demasiado despoblado y con una climatología y una población opuesta a la dominación Rusa).
Y como en tantas ocasiones de la historia, un hecho aparentemente intranscendental, se convirtió en el desencadenaste de grandes acontecimientos.
En efecto, un niño de 12 años llamado Pedro, futuro heredero al trono de Moscú, acudió una mañana al llamado Barrio Alemán de la ciudad de Moscú (se le llamaba Alemán, porque era donde vivían los pocos extranjeros residentes en la ciudad, la mayoría de ellos de lengua alemana, así como las grandes casas comerciales) pues siempre había algo nuevo por ver, o escuchar las historias de grandes viajes, que le encantaban (al tiempo que estimulaba su curiosidad). Uno de los comerciantes, no sabemos quién fue, le dio a probar una cosa diciéndole que era más dulce que la miel (para un niño de la época educado en la religión Ortodoxa, la miel era un dulce de Dios y en teoría no podía haber nada mejor y más dulce, pero para el joven Pedro; esto era un desafío a su inteligencia). Y efectivamente lo probó y se quedó extasiado saboreando tan extraño manjar. Intrigado por saber que era, le dijeron que era Chocolate. ¿Qué es el chocolate? ¿De donde viene? ¿Puede ser cultivado aquí en Rusia?
Cuando le hablaron de que era una planta tropical (que venía de una tierra lejana llamada América) y que no era posible cultivarla, el jovencito quedó indignado (En primer lugar, sus maestros le habían educado según la fe cristiana y la geografía de Ptolomeo, así que nunca había oído hablar de América ni de lugares donde hacía mucho calor ni de nada parecido), así que exigió saber qué extraño lugar le estaban hablando. El comerciante, algo asustado, le enseñó un globo terráqueo. Dejando ya al pobre chico asustado cuando le comunicaron que:
1º) La tierra es redonda.
2º) Más allá de las Columnas de Hercúleas existe un nuevo continente entero llamado América.
3º) De los países que si conocía y que todos los rusos pensaban que eran despreciables por su escasa superficie y su religión herética. Habían creado enormes imperios, eran mucho más ricos y civilizados que los Rusos y todo ello gracias a que habían aprendido a recorrer mares y ríos, sometiendo a cualquier enemigo que tuviesen enfrente, incluido los tan odiados Turcos.
Desde ese momento y hasta hacerse mayor, Pedro no pasó un solo día sin pensar en ver por sus propios ojos tan increíbles historias, al tiempo que no dejaba de visitar el barrio Alemán viendo los cada vez más extraños artefactos y sobre todo adquiriendo libros, donde se hablaba de estas maravillas.
Una mañana, siendo adulto se escapó con una pequeño vote a vela y tras unas someras explicaciones de un pescador de cómo navegar, tomó dirección norte, hasta llegar al mar Báltico, donde para su sorpresa se encontró con un asentamiento Holandés. Haciéndose pasar por un simple viajero, un notable holandés que hablaba Ruso y no tenía nada mejor que hacer, le invitó a comer en su humilde casa. Varias jarras de vodka más tarde, el holandés le respondió una a una a todas sus preguntas y el viejo contento de tener a un joven que escuchara historias de sus viajes y batallas, le regaló algunos libros de navegación y le contestó a todas sus preguntas. Pedro quedó estupefacto cuando:
a)En Europa los monarcas absolutos, no temen las rebeliones Strelsy como los zares desde Ivan el Terrible (la existencia de ejércitos permanentes, disciplinas estilo Prusiana y castigos salvajes para cualquier rebelde sea noble y plebeyo les permite dormir tranquilos todas las noches).
b)Los fracasos Rusos contra los Turcos, Tártaros, etc. Se deben a que siempre les han atacado por tierra, dándoles tiempo a prepararse de sobra. La vieja fortaleza de Azov, que abre el Mar de Azov y el río Don hasta el interior de Rusia, no resistiría ni seis meses a cualquier armada Europea moderna (simplemente la reducirían a escombros a cañonazos).
c)Muchos productos corrientes en Rusia (como maderas, pieles, piedras preciosas ó semipreciosas,...) Son apreciados por los monarcas y oligarcas de Europa Occidental, dispuestos a pagar fortunas por ellos.
A su regreso a Moscú, Pedro juró dos cosas; 1 – Rusia sería un estado moderno y 2 – Algún día tendría un ejército y una flota tan poderosos como los de cualquier estado Europeo.
Tan pronto accedió al trono (después de no pocos avatares), Pedro decidió comprobar que lo que le decía el Holandés era cierto. En primer lugar, comenzó por crear un pequeño ejército de estilo moderno, armado y equipado a la Europea (pero con productos Rusos, por lo que debió de crear factorías públicas de uniformes, botas, mosquetes, cañones etc). Tan pronto estuvo este formado, empezó a crear una armada de cara a una segunda campaña para tomar la fortaleza de Azov por mar (concretamente reunió ó mandó construir: 2 Navíos de Línea, 4 Brulotes, 23 galeras y más de 1300 pequeñas embarcaciones a vela y remo). La batalla fue breve pero salvaje y después de dos días de bombardeo la Fortaleza cayó (en el primer asalto, en 1695, más de 150.000 y 200 cañones no fueron capaces, por tierra, de tomar la fortaleza. Pero en la segunda campaña mandada por el Zar Pedro, la flota y el moderno ejército de 70.000 hombres logró en días lo que se preveía una lucha de años). A su retorno a Moscú, cualquier duda sobre la validez de una flota se disipó.
Se decidió formar la primera flota permanente en el Mar negro, llamándola “Flotilla del mar de Azov”, fundada en 1771, que debía alinear siempre no menos de 30 barcos para prevenir cualquier ataque Otomano por tierra o por mar contra Rusia.
Al mismo tiempo, el consejo de nobles Boyardos aprobó la creación de la “Armada Imperial de Rusia” y el primer programa de construcción naval, tendente a disponer de 52 naves.
Sin embargo había un pequeño problema, ¿Por donde navegaran estas naves? Rusia solo tenía ríos, una salida mar Caspio y muy poca cosa más. Para navegar hacia Europa, como quería Pedro (que ya se le llamaba “El Grande”) necesitaba navegar o por el Mar Báltico o por el Mar Blanco. Pero el uno estaba en manos Suecas y el otro era impracticable en invierno.
La solución fue la guerra contra Suecia, que se extendió entre los años 1700 y 1721. Y que implico en el conflicto los ejércitos de Rusia, Suecia, Dinamarca y Noruega, Polonia, las provincias Bálticas, Sajonia, Finlandia, Turquía, Mecklemburgo, Prusia, Hannover, más contingentes de tropas aliadas y mercenarias del resto de Europa (Franceses, Españoles, Italianos, Británicos, Escoceses, etc.) Al termino de la misma, Rusia obtuvo su tan ansiada salida al mar Báltico y se convirtió en la primera potencia del Norte de Europa.
Aunque parece una guerra total, hay que reconocer que fueron una serie de choques intermitentes entre diferentes potencias y principados de Europa. Entre medias hubo diversas treguas y durante los periodos en que los contendientes no estaban en campaña terrestre o naval, el Zar Pedro aprovechaba para viajar a Europa y lograr la tan ansiada tecnología de Europa (se interesó sobre todo por la formación de los ejércitos Franceses y Prusianos; así como las armadas Holandesa y Británica. Técnicas para la construcción naval, la fundición de cañones, etc. Y de paso obtener ciencia general y mercados para los diferentes productos Rusos).
En la nueva salida al báltico, el Zar Pedro mando construir una nueva capital al estilo de las grandes capitales que había visto en sus viajes por Europa (concretamente una mezcla de París, Versalles, Londres y Rotterdam). Además de crear una flota específica para operar en el mar Báltico, que llamo Flota del Báltico (Desde 1703). (La estacionó en la nueva capital San Petersburgo; pero por falta de espacio la movió a la isla de Kronstadt, donde sigue todavía). A su muerte en 1725, le seguiría un notable interés en mantener flotas en el mar de Azov y el Báltico y flotillas en diversos ríos, el mar Caspio etc.
El estado naval de 1745 indicaba que, en total Rusia disponía de:
36 Navíos de Línea.
9 Fragatas.
3 Corbetas.
5 Bombardas.
77 Buques auxiliares.
253 Galeras y Galeazas.
143 Bergantines.
Lo que la convertía en tamaño en la 4ª Flota más grande del mundo (aunque trataría siempre de convertirse en la tercera).
Regentaba 24 astilleros. La oficialidad se reclutaba entre hijos de nobles voluntarios (La armada alcanzó pronto por su pericia y dominio de la técnica mucho prestigio tanto social como económico, por lo que siempre hubo un número importante de aspirantes). Mientras que la marinería se reclutaba de forma tradicional (todos los siervos, que residían en zonas costeras de mares ó ríos debían presentarse para ser sorteados y los agraciados debían servir de por vida en la armada).
Para la formación de los voluntarios, se creó la “Escuela de Matemáticas y Ciencias de la Navegación” que desde 1701 estuvo situada en la Torre Sukharev de Moscú. En 1718, se constituyó en San Petersburgo la junta militar de la marina o Almirantazgo, idéntico al Británico en composición y funciones. Y desde 1802 se creó el ministerio de marina para los asuntos civiles, quedando el almirantazgo integrado dentro de este.
Además se invitó a notables extranjeros a servir en sus filas (Holandeses, Griegos, Escoceses, etc.)
Durante el siglo XVIII, las guerras contra Turquía hicieron incrementar el tamaño de la flota y pronto la flotilla del Azov se quedó pequeña, por lo que al final se fundo en 1783 la flota del Mar Negro, pues Rusia se había convertido en la principal potencia del Mar Negro y en calidad de tal necesitó desplazar el cuartel general de esta nueva flota desde Azov hasta Sebastopol.
En cuanto a las flotillas han existido a lo largo del tiempo las siguientes:
a)Flotilla del mar Caspio => Creada en 1722, con cuartel general en Astracán, de cara a la guerra Ruso – Persa de 1722 a 1723.
b)Flotilla del río Don => Creada en 1723, con cuartel general en Tavrov, de cara a la defensa contra la expansión Turca.
c)Flotilla del mar de Ojots => Creada en 1733, con cuartel general en Petropaulovsk –de Kamchacka. Para ejercer la soberanía de Rusia sobre los territorios del océano Pacífico. En 1849 desplazó el cuartel general, cambiando el nombre por el de Flotilla de Kamchatka y finalmente en 1871 acabó en Vladibostok, cambiando el nombre por el de Flotilla de Siberia y en 1904 cambió el nombre por el definitivo de Flota del Pacífico.
d)Flotilla del mar Blanco => Creada en 17, con cuartel general en Arcángel, para vigilar la entrada por mar a Siberia. En 1933, se fusionó con la Flotilla del Océano Ártico (creada en 1916, con cuartel general en Murmask, para proteger la península de Kola) para transformarse en la Flota del Norte, con la intención de disponer de una salida al mar sin obstáculos.
e)Flotilla de Satakundskaya => Creada en 1916, con cuartel general en Tammerkorski, para proteger el lago Näsijärvi, en Finlandia. Con la independencia de Finlandia fue desmantelada.
f)Flotilla del Mar Aral => Creada en 1850, con cuartel general en Mujnat, para vigilar este mar y los sistemas fluviales adyacentes. Disuelta en los años 60 del siglo XX.
g)Flotilla del Volga => Creada y disuelta varias veces a lo largo de la historia. Las últimas fueron en 1918 (que quedó dividida entre Blancos y Bolcheviques a partes iguales, para defender el cruce de este río). En 1941, volvió a crearse para controlar la entrada a Siberia por el Sur, teniendo una actuación destacada en la batalla de Stalingrado (Volvogrado) y siendo disuelta en 1946.
h)Flotilla del Danubio => Creada en 1773, para proteger los intereses rusos en el estuario del Danubio. Integrada en la flota del Mar Negro al fundarse esta, se volvió a crear en 1916 y en 1944.
Como las distancias eran enormes, los astilleros estaban separados y se optó por especializarlos en la construcción de cada tipo de nave necesario para cada mar ó río. Además era necesario un tipo de oficial diferente para cada tipo de embarcación. Así que después de mucho meditarlo, el almirantazgo ruso decidió segregar las flotas en entes independientes con sus propias academias y sus propia insignias, pero conservando los nombres de flotas y flotillas.
A finales de siglo XVIII y principios de siglo XIX, Rusia disponía en el Mar Negro de: 5 Navíos de Línea y 19 Fragatas. Mientras que en el Báltico existían: 23 Navíos de Línea y 130 Fragatas. Si bien tenían un diseño moderno, no eran mucho mejores que las de cualquier otra marina.
Como anécdota, entre los años 1782 y 1788 uno de los principales mandos de la flota lo ejerció un Norteamericano John Paul Jones, que después de repetidos éxitos navales contra los Británicos fue contratado como mercenario por la Zarina Catalina la Grande.
Anécdotas aparte, los rusos siempre se mostraron muy interesados por la forma en que la pequeña armada norteamericana había neutralizado la todopoderosa armada real Británica y por consiguiente adoptaron su estrategia de construir tres tipos de embarcaciones:
a) Grandes naves de batalla para los combates regulares.
b) Baterías flotantes para defensa costera.
c) Naves crucero, para escolta del comercio propio y misiones corsarias contra el comercio enemigo.
Respecto a la actividad de combate de la marina Rusa, en los siglos XVIII y XIX, anécdotas aparte, tras la guerra de Suecia y Turquía prácticamente no se movieron demasiado lejos de sus aguas.
Al acabar las guerra napoleónicas, en 1818, el Rey Fernando VII de España y el embajador del Imperio Ruso Tattischef, negociaron un acuerdo de compra para adquirir 5 navíos de Línea Rusos y 6 Fragatas (la armada española quedó muy mermada durante la invasión Francesa y la práctica totalidad de factorías y astilleros de la Real Armada estaban desechos y saqueados). Sin embargo estos barcos estaban desechos y necesitaban de casi tantas reparaciones como sus homólogos nacionales, por lo que siempre se ha considerado una estafa. (Para 1823 la totalidad de los barcos se había ido a pique.)
Corrupciones a parte, lo cierto es que el resto de marinas de Europa después de décadas de guerra estaban casi tan desechas como la Española o la Rusa.
En 1826, los rusos construyeron el primer buque a vapor de su historia militar, el vapor “Izhora” un buque a vela de 8 cañones al que se le instaló una caldera de 100 C.V. A título experimental.
En 1836, la Fragata con ruedas paletas propulsada a vapor, “Bogatyr” de 1.340 Tm, con un motor a vapor de 240 C.V. y 28 cañones fue construida. Amabas embarcaciones se usaron para viajes de exploración, y reconocer las costas más lejanas defendiendo sus intereses en Alaska, Extremo Oriente y el resto de océanos.
A mediados de siglo XIX; la armada Rusa contaba con las Flotas del Báltico y del Mar Negro, así como las Flotillas de Arcángel, el mar Caspio, Kamchatka, etc. Alcanzando el total de 91.000 hombres (en su mayoría en régimen de servidumbre) y sumando en total 40 Navíos de combate a vapor, 15 Fragatas, 24 Corbetas y 16 Fragatas a vapor, más centenares de otras pequeñas embarcaciones).
Sin embargo, la buena estrella que había disfrutado la marina Rusa hasta entonces, se acabaría con la Guerra de Crimea de 1853 a 1856.
Aunque los orígenes de la guerra son confusos, la versión edulcorada de la historia nos cuenta que, en los santos Lugares (por entonces administrados por el Imperio Otomano) Católicos y Ortodoxos pugnaban por administrar las diferentes reliquias y templos. Como Francia era la potencia (desde el silo XVIII) que se ocupaba de proteger a los católicos y sus intereses y Rusia es (desde el siglo XV) la defensora del mundo y civilización Ortodoxa (que diría Samuel Huntintong); el conflicto estaba servido.
(Siempre me han gustado las excusas que se inventan las potencias imperialistas Europeas, a la hora de justificar su intervención en cualquier país subdesarrollado).
Lo cierto es que Británicos y Franceses (que habían luchado contra los Turcos aliados de Rusia, durante la Guerra de Independencia de Grecia de 1821 – 1831; sobre todo en la batalla naval de Navarino de 1827). Veían con preocupación que el Imperio Ruso, tratara de expandirse por el continente Asiático (que por aquellas calendas ambas potencias estaban esquilmando). Por lo que decidieron intervenir ante lo que consideraban una amenaza a su expansión colonial por el mundo. Pensemos que el imperio Ruso no tenía posibilidad de acceso naval al Mediterráneo (sin permiso del imperio otomano que controlaba los estrechos del Bósforo y los Dardanelos).
Desde tiempos de Pedro el Grande, Rusia buscaba la salida al mar. Con Pedro I los rusos habían accedido al Báltico a costa de los suecos y con Catalina II al mar Negro a costa de los turcos. En ambos mares los rusos habían proyectado una indiscutible hegemonía naval. Ahora Rusia había puesto sus ojos en el Mediterráneo, lo cual no era del agrado de Francia y el Reino Unido que mantenían importantes intereses vinculados al dominio naval, básicamente la conexión con las colonias africanas y de oriente medio.
A pesar de los intentos de mediación de Prusia y Austria, Reino Unido y Francia recomendaron al Sultán Otomano rechazar cualquier arreglo con Rusia garantizando su apoyo militar en caso de guerra.
Rusia como medida de presión envió a sus ejércitos a ocupar las provincias Otomanas (de mayoría Ortodoxa de Valaquia y Moldavia), en respuesta el Sultán Otomano envió a su ejército al Danubio. La primera operación de combate la realizó la armada Rusa, que atacó y destruyó al la armada Otomana en el golfo de Sinop el 30 del XI de 1853. Inmediatamente Francia y Gran Bretaña, emitieron un ultimátum, que expiraba el 28 de III de 1854. Al hacer oídos sordos, las potencias occidentales entendieron que estaban en guerra contra Rusia (además de Rusia, que llegó a alinear un ejército de 1’2 millones de hombres, peleo a su lado la Legión Búlgara de 4.000 hombres. Por su parte la alianza contaba con: 400.000 soldados Franceses, 300.000 soldados Turcos, 250.000 soldados Británicos y 20.000 soldados de Cerdeña. En total unos 970.000 hombres).
Las principales operaciones fueron:
I – Sitiar y conquistar la ciudad – fortaleza de Sebastopol. Durante 11 meses (entre 1854 y 1855) y a pesar de los numerosos errores aliados (principalmente la poca preparación del ejército Británico para el invierno Ruso). La desastrosa idea del mando ruso de hundir la flota del mar negro en lugar de usarla para por lo menos distraer a las flotas aliadas, precipitó la derrota Rusa, antes de empezar la batalla.
II – Con Sebastopol en sus manos, los aliados llevaron su flota al interior del mar de Azov. Las flotas de buques acorazados Británicos y Franceses, simplemente se dedicaron a bombardear una a una las fortalezas Rusas. (Sus blindajes eran mucho más fuertes que las granadas rusas, mientras que los nuevos cañones europeos de gran calibre y cargados con proyectiles explosivos pulverizaron cualquier muro que habían edificado los Rusos en los últimos 300 años). Solamente, la ciudad de Taganrog evitó su captura, por la defensa heroica de su guarnición y lo alejado que estaba de las aguas abiertas. Aunque no pudieron evitar su destrucción a cañonazos, a manos de los Occidentales. Dejando el resto del mar de Azov en manos aliadas.
La última operación fue la destrucción del puente de pontones que los Rusos habían tendido en el estrecho Genitchi, en el Mar de Azov, (que comunicaba la ciudad de Genitchi con el paso de Arabat). Ahorrando un rodeo de 192 Km. a los convoyes de suministros, los dos primeros ataques fracasaron, al alertarse la guarnición de la presencia enemiga. Pero el tercer ataque que tuvo lugar el 3 de VII de 1855, usando un brulote movido a vapor, lograron destruirlo, al precio de ser capturada toda la tripulación.
[Y así se explica la victorias Europea: ejércitos Rusos con fusiles del siglo XVIII, con una producción de armamento y equipamiento de fabricación artesanal, contra las mayores potencias industriales y tecnológicas de la época. Armadas de madera y vela (en su mayor parte), con cañones fundidos en el siglo XVII, contra los acorazados de acero, propulsados por vapor y armados con cañones inmensos, ¡el último grito en masacrar / pacificar nativos!
Bueno tampoco hay que ser tan duros con Franceses y Británicos, después de todo no hicieron nada nuevo que no hubieron hecho antes en Argelia y la India.]
III – En el Báltico, las flotas occidentales, se limitaron a taponar la salida a la armada Rusa, por temor a sus fortificaciones costeras. Al tiempo que interrumpían su comercio marítimo. (Como Rusia dependía en gran medida del comercio marítimo, su economía pronto empezó a verse afectada.) Al estar las costas Rusas en el Báltico más cerca de observadores Europeos imparciales; las acciones más polémicas llevadas a cabo por los aliados, no pudieron ocultarse tan bien como las llevadas en el Mar Negro; así que la quema de los depósitos de alquitrán y de los buques en los puertos de Oulu y Raahe en la provincia Rusa de Finlandia, fueron severamente criticados, tanto por lo innecesario de estas operaciones, como por el elevado número de víctimas civiles. (En el parlamento de Londres se registró la siguiente apelación al Primer Lord del Almirantazgo: - "Un sistema que lleva a una gran guerra mediante el saqueo y la destrucción de la propiedad de indefensos aldeanos"- .)
Poco después, dos escuadrones de barcos Británicos y Franceses dejaron el Báltico y se dirigieron al mar Blanco; se bombardearon Kola y Solovki (que fueron totalmente destruidas). Sin embargo no pudieron hacer lo mismo en Arcángel.
La última operación naval de la guerra, fue el intento de tomar la ciudad – fortaleza de Sveaborg a las afueras de Helsinki. Se decía que la custodiaban más de 1.000 cañones. Por lo que los aliados reunieron una flota de más de 350 embarcaciones. Sin embargo, los marineros Rusos del Navío de Línea “Rossiya” contuvieron a los occidentales hasta que se firmo la paz, defendiendo el puerto y evitando otra carnicería [O como se dice ahora, - Un número elevado de daños colaterales -.]
Los Rusos por su parte encontraron un aliado en el Sueco Inmanuel Nobel (el padre de Alfred Nobel) quien les cedió la tecnología de la mina naval, rellena de pólvora y nitroglicerina, para defender sus ciudades y puertos.
IV – En Petropavlovsk de Kamchatka, en el Océano Pacífico, un escuadrón naval Anglo – Francés desembarca una brigada naval de 800 marineros e infantes de marina, pero fueron rechazados. Al día siguiente se bombardeó la ciudad.
Finalmente, el príncipe heredero de Rusia (futuro Zar Nicolás I) inició las conversaciones de paz en 1856; llagando al acuerdo final del Tratado de París: Rusia debió renunciar a disponer de arsenales ó bases en el Mar Negro, al tiempo que debió prometer (junto al resto de las grandes potencias) respetar la independencia territorial de Turquía.
En 1871, el tratado perdió su vigencia la ser derrocado Napoleón III, signatario del tratado. Ya que la nueva república veía con mejores ojos al Imperio Ruso.
Respecto a Rusia y Turquía, la segunda acabó por perder sus últimas posesiones Europeas a manos de la primera tras la penúltima guerra Ruso – Turca (la de 1877).
Por su parte Rusia, en 1861, el zar Alejandro II declara abolida la servidumbre. Pues ha visto como las potencias occidentales, formadas por ciudadanos libres y dotados de la mejor tecnología, derrotar al ejército y la armada que creían invencibles.
Por su parte, los almirantes Rusos inician, en 1860, un poderoso programa de construcción de buques modernos a vapor (acorazados, monitores y baterías flotantes), al tiempo que jubilan a los obsoletos barcos a vela de la generación anterior.
En 1861, se bota el primer cañonero - acorazado (monitor) “Opyt”. Y en 1869 su primer acorazado moderno el “Pedro el Grande” [en ruso: “Pyotr Velikiy” – “Пётр Великий”].
Como anécdota diremos que en 1863, las grandes embarcaciones de las flotas Rusas del Báltico y del Pacífico, visitaron los grandes puertos de la Unión durante la Guerra Civil Americana. Se especuló que este hecho fuese un mensaje diplomático a Francia y Gran Bretaña, para que se abstuvieran de apoyar al sur con una intervención armada. (De todas formas falso, puesto que las opiniones públicas de ambas naciones eran claramente favorables al Norte, cuando Lincoln transformó la guerra en una cruzada contra la esclavitud). Otras fuentes dicen que quizás fuese un aviso a ambas potencias para evitar su apoyo a la revuelta Polaca de 1863. (De esa forma la débil armada Rusa, no seria bloqueada en sus puertos por las poderosas flotas europeas y usando como base los puertos americanos, obstaculizar el comercio marítimo de ambas potencias).
En todo caso la influencia norteamericana posterior, en el diseño de barcos y astilleros se haría notar después de la guerra civil Americana.
El 16 de enero de 1877 el almirante Stepan Makarov se convirtió en el primer oficial del mundo, que mandó lanzar torpedos desde un barco de combate. También propuso la idea y supervisó la construcción de los primera rompehielos oceánicos clase “Yermak”, que mandó en dos expediciones al ártico en 1899 y en 1901.
Casi al mismo tiempo, Alexei Krylov elaboró la teoría moderna de la flotabilidad. En pocos años y hasta la guerra Ruso – japonesa de 1904 a 1905, Rusia será en varias ocasiones la tercera armada más grande del mundo.
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