EL MOTÍN DEL ACORAZADO “POTENKIM”:
Aunque no fue parte directa del conflicto; no he podido evitar la tentación de contar su historia, pues en parte, los hechos acontecidos fueron muy influidos por los acontecimientos de esta guerra. Sin embargo, también la historia de este amotinamiento y su posterior represión ha sido en general manipulado por razones tanto políticas como artísticas. Por lo que trataré de dar la versión más realista de los hechos.
Lo primero que debemos tener en cuenta, es la situación interna Rusa a mediados del año 1905, en plena revolución (que detallaré más adelante) con decenas de guarniciones amotinadas y tras soportar la derrota más humillante de la historia de la armada Rusa (en efecto, había transcurrido un mes desde el Tsushima), la moral de la Armada Imperial Rusa está por los suelos.
Lo segundo que debemos entender y a consecuencia de las derrotas causadas por el, teóricamente inferior, enemigo Japonés. Por primera vez la sociedad Rusa no cree en sus líderes y en el caso particular de la armada, por primera vez, sus marineros comienzan a cuestionarse la jerarquía, la cadena de mando y la capacidad de sus responsables para ejercer el liderazgo de la flota.
Lo tercero que debemos comprender, causa de este cuestionamiento de la cadena de mando, es la aparición de las asambleas (soviets en ruso) para ejercer un liderazgo alternativo al oficialmente existente (tanto si ese liderazgo oficial está en activo como si está ausente). Lo que en la armada y en el ejército, se traducía en la existencia en el seno de las tripulaciones de los barcos y en las tropas de los regimientos de asambleas clandestinas formadas por miembros de la tropa, dispuestos a hacerse con el mando y control del barco o del regimiento a la mínima oportunidad.
Cierto es que si un comandante de una nave o un batallón, sospecha que en el seno de su dotación o tropa existe un conato de motín, lo que debe hacer es suspender las operaciones, al precio que se ponga en entredicho su capacidad de mando, para extirpar este cáncer. En caso de no ser detectado este conato o ignorar su existencia, suele traducirse casi siempre en que la podredumbre se extienda cuan enfermedad y acabe por tomar el control del barco o unidad. –
En el caso que nos concierne, debemos comprender que los motines y toma del control de una nave, era una cosa que solo se mencionaba en los libros de historia de la navegación a vela del siglo XVIII (motín de la Bounty...) del que ni si quiera había precedentes en la armada Rusa. –
Visto lo anterior, pasemos a continuación a los simples hechos:
El Comité Central del Partido Social Demócrata de la Flota del Mar Negro organizó, a principios – mediados del año 1905; inició los preparativos para varias rebeliones simultáneas en todos los buques de la flota, en algún momento del otoño de 1905.
En el caso del acorazado “Potemkim”, este buque debía realizar su turno de ejercicios de tiro en la Isla de Tendra cerca de Sebastopol. Por lo que zarpó de su base en Odesa el día 13 de Junio de 1905. Embarcaban en ese momento: 26 oficiales (de 28 en la dotación reglamentaria), 731 marineros (de 788 en la dotación reglamentaria), incluyendo un trozo de infantería de marina de 36 hombres. Para evaluar la puntería, también viajaban a bordo el coronel I.A. Schultz (jefe del taller de diseño de artillería MTK) y N.F. Grigoriev (teniente, miembro de la comisión de experimentación de artillería de la Armada).
Acompañando al acorazado iba el torpedero “Nº 267” para remolcar blancos en movimiento y para servicio del buque durante los ejercicios.
Los máximos responsables eran el comandante de la nave: capitán de 1ª Clase E.N. Golikov y el segundo de a bordo: capitán de 2ª Clase Ippolit Giliarovsky.
Ese mismo día, el comandante de la nave (tras comprobar que estaban bajos de provisiones) envió al torpedero de vuelta a Odesa para adquirir (con cargo a los propios fondos de la caja fuerte del comandante de la nave) las provisiones necesarias durante el ejercicio de tiro.
A bordo del torpedero iban el Guardiamarina – Auditor Makarov y el Marinero Artel, comprando en un mercado 28 toneladas métricas de carne de vacuno.
El 14 de Junio de 1905 a la mañana, regresó el torpedero y embarcó la carne siendo inmediatamente dada por apta por el médico de abordo S.E. Smirnov y enviada inmediatamente a la cocina para hervirla con remolacha para hacer el popular Borscht (sopa de remolacha con bolas de carne).
A las 11’00 horas, del día 14 de Junio de 1905, se llamó a la tripulación para tomar la cena (que por tradición desde tiempos de Pedro el Grande se empieza con un abundante plato de Borscht; y del que siempre la primera cucharada la toma el capitán para dar el visto bueno a los cocineros).
Sin embargo, pocos minutos después la tripulación solo consumió las galletas (bolas de pan) y vaso de agua al tiempo que acudieron a la tienda del barco para adquirir provisiones con la que calmar el apetito. El comandante y el segundo fueron informados inmediatamente del comportamiento de la mayor parte de la tripulación. Enseguida se identificó como instigador al suboficial de artillería Gregorio Vakulenchuka.
Para tratar de detener la irregularidad (en realidad todavía no era un motín) el comandante ordenó al segundo que acompañado por el médico que inspeccionara el Borscht siendo encontrado en perfectas condiciones.
Hasta el momento de su muerte, el oficial médico, juró por su honor que tanto la sopa como la carne estaban en perfectas condiciones. Sin embargo; para la historia y para la historiografía comunista, el mal estado de la carne fue el causante del motín. ¿A quien creer?
Es cierto que había corrupción en la Armada (particularmente en suministros), pero antes de que estallara el motín y después muchos marineros (a falta de otra cosa que llevarse a la boca) consumieron dicha sopa sin sufrir daño alguno y sin que se informara de enfermedades. Por lo que la tesis del médico me parece mucho más real que la defendida hasta ahora.
Terminada la cena, ordenó que se arrestase frente al alcázar y bajo la torre de popa de 305 mm, a los que no hubiesen consumido la sopa ese día. En total un centenar de hombres.
Rodeados por la infantería de marina (30 hombres en servicio) bajo el mando del segundo de abordo, quedaron inmediatamente bajo arresto.
Ahora viene lo segunda parte, el motín:
El comandante presente, con los oficiales de su estado mayor, ordenó pasar lista a los alistados al tiempo que se empezó a desplegar la lona. Y aquí viene el problema de la lona:
En todos los buques de la época, al llegar el verano se tendía dos lonas para cubrir la popa y la proa del barco para crear un lugar protegido del sol donde realizar más cómodamente las faenas de cubierta.
Entre los marineros congregados, cundió pronto el rumor que la intención del comandante era dar un escarmiento fusilando a mansalva a los marineros ocultos tras la lona. Rumor propagado sobre todo por Gregorio Vakulenchuka.
Independientemente de los deseos de los capitanes de 1ª Clase E.N. Golikov y del de 2ª Clase Ippolit Giliarovsky. Lo que si que era cierto es que la Armada Rusa podría ser dura o brutal. Pero no incivilizada y que no podía imponer ninguna pena grave sin pasar por un tribunal marcial, por carente de garantías que tuviese este.
Lo más probable es que la intención del comandante, era mantenerlos arrestados (cubiertos del sol) hasta llegar a la base y entregarlos a las autoridades para juzgarlos con el cargo de insubordinación.
Desde luego que se dispusiese a fusilar a todo el mundo o solo a unos pocos carece de cualquier sentido fuera de la propaganda.
En este momento es cuando la situación se desembocó; oficiales, marineros e infantes de marina trataban de poner calma de forma aislada y sin coordinación y pronto las palabras siguieron a los gritos, los gritos a los empujones, los empujones a las amenazas y en medio del tumulto, el suboficial G. Vakulenchuka abrió fuego con su revolver contra el comandante de la nave capitán Golikov, matándolo en el acto. Inmediatamente el oficial más próximo, el teniente jefe de artillería L.K. Neupokoev; desenfundó su arma y mató a Vakulenchuka. Siendo asesinado, a su vez, por un grupo de marineros que se le echó encima.
A parte de los oficiales mencionados, fueron muertos los siguientes oficiales: el segundo de abordo capitán Giliarovsky, el teniente jefe de minas V.K. Ton, el teniente navegante N.Y. Livintsev y el teniente de la comisión de experimentación de artillería de la Armada N.F. Grigoriev.
Además un numeroso grupo de marineros amotinado saltó por la borda alcanzando a nado el torpedero “Nº 267” apoderándose de él y encerrando en su camarote al comandante, teniente P.M. Klodt von Jürgensburg.
Al terminar la acción, que debió durar unos pocos minutos, los amotinados se dirigieron al interior del buque, contando con el silencio del trozo de infantería de marina que no llegó a entrar en acción en ningún momento y al haber ocurrido después de la hora de la comida, la mayoría de los oficiales estaban durmiendo plácidamente la siesta en sus camarotes. Donde quedaron confinados.
Apoderándose de las llaves del capitán, llegaron hasta la armería y se apoderaron de las armas personales, de manera que se hicieron definitivamente con el control efectivo de las dos naves.
Poco antes del amanecer los miembros del “soviet” supervivientes se reunieron en comité e hicieron formal el apoderamiento del barco, eligiendo al marinero enfermero Machushenko como nuevo líder de ambos barcos.
A las 14’00 horas del día 14 de Junio de 1905, la tripulación declaró la revolución y decidió dirigirse a Odesa, para sublevar al resto de la flota.
En la mañana del día 15 de Junio de 1905, llegaron a Odesa que como esperaban estaba en huelga general. Izando en el palo mayor la bandera roja. (Que además de ser la enseña de los revolucionarios socialistas durante la revuelta de la comuna de París, tiene un significado naval propio: - SIN CUARTEL – Ó lo que es lo mismo: Si empiezas la lucha, durará hasta que uno de los dos muera. También en el viejo código pirata significa: - NO SE PERDONARÁ UNA VIDA, NO SE HARÁN PREGUNTAS -.)
Pero en contra de lo que esperaban, no había grandes concentraciones de gentes por las calles, la policía y el ejército estaban desplegados en la parte izquierda del puerto (parece ser que durante la noche algunos oficiales y marineros que no deseaban amotinarse saltaron al agua y llegaron nadando hasta la costa y dando la alarma del motín), aunque siendo recibidos por los representantes locales de organizaciones socialdemócratas que aportaron buenas palabras pero poca información útil.
Aprovechando que tanto la policía, como las tropas encargadas de custodiar las instalaciones portuarias estaban ocupadas vigilando a los amotinados, centenares de vagabundos, gitanos,... comenzaron a saquear los almacenes y en especial las barricas de vino y vodka que estaban listos para su exportación.
Durante el tumulto, estallaron varios incendios y hubo que llamar a más tropas para restaurar el orden comenzando un violento tiroteo con el triste resultado de algunos muertos y aproximadamente un centenar de heridos. Las pérdidas totales sumaron cerca de 50 millones de rublos en bienes e instalaciones destruidas.
Desde luego, en contra de la secuencia más dramática de la película nunca ocurrió la famosa matanza de civiles ni las cargas de caballería ni los fusilamientos a mansalva de mujeres y niños. En general, al estar la mayor parte de la ciudad en huelga, la mayoría de las personas permaneció en sus hogares sin enterarse del motín.
El 16 de Junio de 1905, los oficiales y los marineros que no deseaban proseguir con el motín fueron liberados y transportados hasta la costa.
Esa misma mañana, el cuerpo de Vakulenchuka, fue desembarcado para celebrar un funeral en tierra. Pero al concluir este, la guardia de honor, formada por cuatro marineros se negó a entregarse a las autoridades, por lo que se desató un tiroteo siendo abatidos los cuatro marineros amotinados. En respuesta, desde el acorazado, se efectuaron varios disparos de su artillería pesada contra la ciudadela, al parecer sin causar bajas (Sin embargo causó pánico en la ciudad y un buen número de altas personalidades comenzó a abandonar Odesa). Al tiempo que se hacía a alta mar.
En San Petersburgo, los hechos fueron vistos con especial gravedad pues se trataba de uno de los mejores barcos de la flota y se temía que la rebelión se extendiera por toda la flota del Mar Negro. El mismo Zar en persona telegrafió al almirante Chufunin que recuperase el buque o que lo hundiese si no quedara otro remedio. (Uno de sus barcos, el “Georgy Pobedonosetsu” se amotino durante 24 horas tratando de unirse al “Potenkim” pero al llegar a Odesa el buque había zarpado y a cambio de la amnistía, la tripulación devolvió el barco a sus superiores).
El 17 de Junio de 1905, la flota amotinada (Acorazado “Potenkim” y Torpedero “Nº 267”) fue localizada por la Flota de persecución (Acorazados “Dvienand Apostolov”, “Georgy Pobedonosetsu” y “Tri Sviatitelia”; Crucero – Torpedero “Kazarskii” y los Torpederos “Nº 255”, “Nº 258”, “Nº 272” y “Nº 273”) Sin embargo y por razones desconocidas, ninguna de las dos llegó a enfrentarse a su oponente (Bien porque los buques de Chufunin eran anticuados, bien porque no estaba seguro de la lealtad de la tripulación, bien porque no deseaba causar daños irreparables a una propiedad Rusa, Flota de persecución prosiguió la marcha observando desde lejos a los rebeldes).
El 18 de Junio de 1905, otros dos acorazados y otros dos torpederos llegaron a Odesa para proseguir la persecución de los amotinados. (En lugar de combatir o abordarlo, se optó por la táctica de perseguirlo para hacerle agotar sus reservas de carbón y agua potable hasta hacer que la tripulación se rindiera de forma pacífica).
Por su parte cuando el “Potemkim” y el “Nº 262” dan la vuelta para volver a Odesa a buscar agua y comida, se encontraron con el puerto bloqueado y con la negativa de las autoridades para suministrar cualquier cosa.
El día 19 de Junio de 1905, el “soviet” de abordo votó dirigirse a Rumanía, al puerto de Constanza, para solicitar o adquirir lo que necesitaban. Mientras, en el Mar Negro, el buque escuela “Prut” también se amotinó, pero en pocas horas depuso su actitud.
En Rumanía:
Hacia la noche del 19 de Junio de 1905, el acorazado y el torpedero amotinados alcanzaron el puerto de Constanza, siendo recibidos por el destructor de la Armada Rumana “Constanta”. Quien les comunicó su situación Jurídica (podían deambular libremente por el territorio, pero el barco no recibiría agua potable ni carbón de las autoridades Rumanas).
El día 20 de Junio de 1905, los amotinados manifestaron su negativa a aceptar las condiciones del gobierno Rumano y volvieron a territorio Ruso, anclando en el puerto de Teodosia el día 22 de Junio de 1905, donde pudieron reponer sus reservas de alimentos.
El día 23 de Junio de 1905, estaban de nuevo en Constanza. Pero a las pocas horas la Flota del Mar Negro les bloqueaba la huida aunque no podían intervenir, pues estaban en aguas Rumanas. El 25 de Junio de 1905, comprendiendo que la situación estaba acabada, el “soviet” votó su disolución y decidió dar libertad a cada miembro de las tripulaciones amotinadas para elegir su futuro. Entregando los barcos a las autoridades Rumanas (quienes inmediatamente lo restituyeron a los Rusos).
La mayoría de los amotinados, se exiliaron en Rumanía y desde allí partieron a diversos destinos (Suiza, Argentina, Canadá, Irlanda...) En total, unos 245 hombres volvieron a Rusia, bien en el momento de devolver el barco, bien en los días posteriores, atraídos por la promesa del almirante Pisarevsky de un juicio justo. (En general se les condenó a penar entre dos meses y dos años de encarcelamiento en prisiones militares y a ser expulsados de la armada, cumpliendo lo que les restara de servicio militar obligatorio en el ejército. En 1955, todos los supervivientes de la sublevación se les concedió la Orden de la Estrella Roja, y dos Órdenes de la Bandera Roja).
El barco debió de ser reparado, en especial las calderas pues los amotinados a falta de agua desalada usaron directamente agua de mar para las calderas. Volviendo al servicio con el nombre de “Panteleimon”.
Una de las manipulaciones históricas más frecuentes, es afirmar que tanto este motín como la propia Revolución de Febrero, fueron un ensayo general de la Revolución de Octubre y el golpe Bolchevique.
Lo cierto es que a bordo del “soviet” del “Potemkim” había representadas todo tipo de tendencias; desde social - revolucionarios, pasando por social - demócratas hasta nacionalistas Ucranianos y anarquistas.
Más adelante y sobre todo con la famosa película de Sergei Eisenstein de 1925 (basada en la distorsión que de estos hechos realizó el propio Lenin en sus escritos) se transformó la historia de este motín en un peldaño más en la toma del poder del Comunismo en Rusia.
Antes de concluir este apartado, nos quedan conocer la suerte de dos personajes: Afanasi Matushenko (El hombre que tomó el mando del motín, tras la muerte de Vakulenchuka). Que tras desembarcar en Rumanía y marchar a Suiza, conoció a diversos personajes del exilio revolucionario Ruso. En 1906 regresó a Rumanía y luego fue deportado al Imperio Austro – Húngaro. Marchando luego a Francia y luego a Londres (viviendo siempre en diversas comunidades anarquistas) y finalmente a los Estados Unidos. A finales de 1906, le llegaron noticias de la existencia de una célula revolucionaria en Rusia que reclamaba su presencia y partió, en contra de los consejos de sus amigos, llegando a Odesa en Junio de 1907 y siendo arrestado en Nikolaev. Juzgado por un tribunal militar bajo la acusación de anarquista – comunista fue ahorcado en Sebastopol el 20 de Octubre de 1907.
El otro personaje es Iván Beshov (el último marinero superviviente del motín fallecido en Irlanda en 1987). Que tiene una interesante entrevista publicada aquí: http://shostakovichinireland.com/potemkin.htm
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