martes, 9 de noviembre de 2010

Capitulo 3º) Mata – Hari en París:

Antes de proseguir la narración y explicar la transformación de nuestra dama de alta sociedad a bailadora de espectáculos, debemos entender el contexto en que se desarrolla el espectacular cambio de nuestro personaje, que no es otro que el París de “La Belle Epoque” y la Francia de la IIIª República:

Lo primero que debemos entender es que Margarethe MacLeod / Mata – Hari, nació y vivió en ciudades de provincias y en colonias de ultra mar. Mientras que París tenía, según el censo del año 1900, 2’7 millones de habitantes (que pasan a ser 2’9 en el censo de 1921) y la Región Metropolitana de París, pasa en el mismo tiempo de 3’5 millones a 5 millones. Es por ello una de las mayores urbes de Europa.
La República, por ley Laica desde 1905, Francesa que mantiene su forma de gobierno desde la derrota ante Prusia de Napoleón III en 1871 y la proclamación oficial de la misma en 1875. Es una rara - avis entre el resto de las naciones de Europa de la época: 1º Es una República en un continente lleno de monarquías de todo cuño y 2º Es una democracia, en una época en que o las representaciones populares están controladas por leyes electorales estrictas o simplemente están subyugadas a las decisiones del príncipe o del cacique de turno.
En este ambiente, la política francesa está dividida en múltiples tendencias políticas (por ejemplo la cámara de los Diputados, tras las elecciones de 1902; el partido socialista tenía 43 escaños, el radical – socialistas 104, radicales 129, republicanos 62, progresistas 127, liberales 35 y conservadores 89) lo que obligaba a crear constantes cambios de gobierno o a cambios de presidente, pero manteniendo determinados ministros en sus carteras.
La opinión pública debate y se divide por dos temas: los “Apaches” o pandillas de jóvenes anarquistas que se enfrentan abiertamente a la policía por las calles, o entre ellos para controlar los negocios ilegales y el mundo del hampa en general. Y las novedades del “caso Dreyfus” que como en una novela de folletín (tremendamente populares en la época) da un giro rocambolesco en cada nuevo episodio del caso.
La economía francesa, se basa principalmente en las ventajosas explotaciones de sus colonias Africanas y Asiáticas, así como en la industria que transforma las materias primas coloniales y nacionales en productos elaborados de alta calidad, que se exportan al resto del mundo.
La moneda francesa, el Franco, será durante décadas una moneda tremendamente inflacionista que abaratará los productos Franceses frente a sus competidores Británicos y Alemanes. Pero al precio de empobrecer (no demasiado) a las clases populares francesas.
En suma el Francés medio de la época, está sujeto a los vaivenes de la política, la cultura, la sociedad. Pero puede combatir esto, haciendo uso (según de sus posibilidades económicas) acudiendo al café o al bar. Mientras que de noche, puede relajarse en una sala de espectáculos (donde el nuevo género “Burlesque” un precursor del moderno “Strip – Tease” triunfan).

En el París de la época, nos encontramos con una ciudad que tiene metro desde principios de siglo, pero que se desplaza a pie o en automóvil. Que celebra exposiciones universales y donde el matrimonio Curie realiza sus asombrosos descubrimientos en una carbonera.
A pesar de ser una próspera ciudad industrial (más de un millón de obreros trabajan en sus aproximadamente cien mil empresas); se le considera sobre todo una ciudad comercial y de servicios (comercios, tiendas de todo género y editoriales de todo tipo).
Para distraerse existen aproximadamente 175 salas de cine, pero para la vida nocturna, existe el llamado Cabaret Parisino o la Sala de fiestas Francesa o el “Music hall” continental. Entre 1881 (que se crea la primera “Bodega Artística” – Le Chat Noir – en el barrio de Montmartre) hasta el inicio de la I guerra mundial en 1914, existirán una cincuentena de salas, habilitadas en cualquier espacio posible. Todas dedicadas a lo mismo: un lugar donde escapar del trabajo para su clientela: damas de sociedad aburridas, turistas que escapan de sus anodinos pueblos y ciudades de provincias, banqueros y oficinistas en busca de emociones fuertes, médicos con ganas de huir del corsé de seriedad y frialdad que rodea a la profesión, artistas en busca de publicidad y periodistas buscando noticias entre los cotilleos de la gente.
Entre los establecimientos más famosos, a parte del “Le Chat Noire”, destacan: “Folies Bergère”, “Grille d'Égout”, “La Goulue”, “La Sauterelle” y sobre todo “Le Moulin Rouge”.
Por una módica entrada, cualquiera podía disfrutar del espectáculo, además de degustar (si el local era pequeño) los productos de un bar o (si era más grande) de un restaurante económico.
La fama de bohemio (traducido al vulgo común: - sin blanca -) se debía a que el primero de estos establecimientos estaba situado cerca de la facultas de Bellas Artes; por lo que era muy frecuentado tanto por estudiantes como por profesores. Más tarde, los graduados en dicha facultad, convertidos en artistas, serían a su vez clientes habituales que encontraban inspiración para sus obras en las imágenes que veían entre el espectáculo y el público que acudía a verlo. (En más de una ocasión, debieron muchos de ellos de pagar sus consumiciones, con obras de arte – sobre todo cuadros – a falta de dinero).
Respecto al barrio donde estuvieron la mayoría de los locales, el llamado barrio Rojo (en realidad el barrio de Pigalle, con partes de Montparnasse, Boix de Boulogne y Madeleine)hace referencia a dos realidades, la primera es que era un barrio típico de emigrantes llegados de provincias muchos de los cuales abrazaban ideas socialistas –comunistas y anarquistas difundidas desde varios centros universitarios radicados en las cercanías. Mientras que otra realidad era la abundancia de prostíbulos y locales de tolerancia (para homosexuales y lesbianas) que anunciaban su presencia por la noche mediante luces de color rojo.
El espectáculo, que inicialmente se reducía a interpretaciones del baile “can – can” era a principios de siglo XX una combinación de actuaciones de cantantes, malabaristas, payasos y los llamados “números sensacionales” (que en general no eran otra cosa que actuaciones pensadas para estimular el sentido del morbo del espectador, como actuaciones arriesgadas en extremo, exhibiciones de seres deformes y desnudismo).
Es en este ambiente donde aparece un nuevo género que revolucionará el panorama y que dará fama a París hasta nuestros días: la “Burlesque”. Que no es otra cosa que una representación teatral en clave de parodia de una historia cotidiana, donde un grupo de mujeres (u hombres de sexualidad “ambigua”) procederán a asaltar a un personaje central, un hombre que es el protagonista de la historia o en ocasiones una mujer (de sexualidad igualmente “ambigua”).
Este grupo de mujeres, vestirá siempre de forma estrambótica, con trajes coloridos (que a medida que transcurren los años, cubren cada vez menos superficie del cuerpo femenino).
Los números variaran con el paso del tiempo hacia actuaciones con cada vez menos ropa y cada vez más atrevidos. Es en este ambiente donde lucirá una nueva estrella: Mata – Hari.

Y aquí retomamos la historia: Ya hemos mencionado sus intentos fallidos de ser diseñadora de ropa (no había cosido apenas más que unos pocos remiendos) en su vida o modelo.
Además de ser divorciada, extranjera y sin empleo, su situación económica es cada vez más precaria (lo que causará un profundo trauma). Así que comprende que para una mujer de su época ganarse la vida por las vías (más o menos) convencionales es imposible. Por lo que lo intentara de una forma no convencional.
El primer cartel que menciona a Lady MacLeod, data de 1903, donde se anuncia como parte de un espectáculo circense, donde actúa como jinete de circo.
Durante sus devaneos como modelo, no tardó en descubrir que lo que más llamaba la atención de los hombres eran sus rasgos “orientales”. Existía, a finales de siglo XIX, toda una literatura romántica que ensalzaba la belleza de las mujeres orientales frente a las convencionales Europeas.
Por lo que recurriendo al maquillaje y a lo poco que había aprendido de teatro e interpretación artística, decidió realzarlos. Además durante su peregrinación a las diferentes agencias y firmas de moda en la capital Francesa, había visto los anuncios en prensa de las diferentes compañías artísticas, buscando nuevos talentos para los cabarés. Así que presentándose con la acreditación de princesa javanesa en el exilio, no tardaron en abrírsele las puertas de todos y cada uno de estos lugares.
Los primeros anuncios de espectáculos, promocionando el nombre de “Mata – Hari”, son de 1905, en competencia con bailarinas del nombre de Isadora Duncan y Ruth Saint Denis.

También, según sus detractores, ella estaba dispuesta ha hacer lo que el resto del gremio no se atrevía o no quería hacer, entre ellos quitarse toda la ropa. (siendo ella uno de los primeros precursores del “Strip – tease”).

La primer actuación como “bailarina exótica” fue el 13 de Marzo de 1905, en el “Museo Guinet”. El papel estelar en esta actuación, se debía (en opinión de la mayoría de los historiadores modernos) a que era la amante (desde hacia un año) del industrial y millonario Emile Etienne Guimet de Lyon, que había fundado este museo.
De nuevo haciéndose pasar por princesa Javanesa de nacimiento, sacerdote hindú y artista de danza india sagrada desde la infancia.
Por desgracia para ella, fue fotografiada en numerosas ocasiones durante este período, desnuda o casi. Más adelante, algunas de estas imágenes fueron obtenidas por MacLeod y quien las usó para obtener la custodia definitiva de su hija.
La prensa y la crítica artística de la época no tardaron mucho en notar su presencia y empezaron a interesarse, pidiéndole entrevistas.
Tanto para hacerse publicidad (al principio), como más adelante para disfrutar de un glamour (que siempre buscó), empezó a contar cada vez historias más estrambóticas. (Mi madre, gloriosa bayadera del templo de Kanda Swandi, murió a los 14 años, el día de mi nacimiento. Los sacerdotes me adoptaron y me bautizaron bajo el nombre de Mata-Hari, que quiere decir “Pupila de la Aurora”, contaba impávida. Decía que en la pagoda de Siva aprendió los sagrados ritos de la danza.)
Sin embargo también muchos periodistas empezaron a descubrirlas (sin que esto le afectara aparentemente).
Sus números en general seguían el mismo patrón: a medida que iba bailando, se iba desprendiendo de más capas de ropa, hasta que solamente se dejaba puesto el sujetador y los adornos de la cabeza y brazos.
Poco a poco empezó a trabajar en locales cada vez más distinguidos y a moverse en círculos sociales de mayor categoría económica.
Su trabajo como artista de cabaret, le dio por primera vez, una soltura económica propia que no había tenido desde su infancia. (De hecho, las crónicas de la época hablaban de auténticas broncas para lograr asientos en las primeras filas).
Sus ganancias, en su momento más álgido (año 1905) alcanzaban los 10.000 Francos semanales. Permitiéndose dormir en los mejores hoteles, al tiempo que mantenía su apartamento en el edificio Balzac del nº 3 de la calle Mayo de París. A demás de obtener, en ese mismo año una actuación en el “Théâtre du Trocadéro”, que repitió en junio y julio. Además, el editor de un periódico y empresario Gabriel Astruc la contrató para un programa de variedades para el “Teatro Olímpico”.
Sin embargo, al igual que su padre, nunca pensó en el futuro y todo lo que ganaba, lo gastaba pronto en una vida de pequeños placeres y lujos.
En 1906, realizó su primera gira internacional, actuando en el Kursal de Madrid, donde conoció al embajador de Francia en España Jules Cambon (en 1917, fue el único hombre que testificaría a su favor).
Ese mismo año actuaría en Montecarlo, en la Ópera “Le Roi de Lahore” como Salomé; siendo este su primer éxito internacional. Y a finales de 1906, en Viena en el Teatro Apolo primero y en 1907 en Berlín en el “Conservatorio en la calle Federico” después, causaría sensación sus números. Aunque para entonces la prensa empezaba a desvelar (nunca mejor dicho) su verdadera identidad.
Ese mismo año, a su regreso a París, se llevó una decepción, cuando supo que su padre había publicado un libro con una pseudo – biografía suya, donde informaba (entre otras ridiculeces) de unos supuestos orígenes nobles y con la supuestamente noble intención de preservar su buen nombre de las acusaciones de su ex – marido. Toda la historiografía montada entorno a sus orígenes orientales acababan de hundirse de una sola vez.
Por ello decidió poner tierra por medio, pasando el resto del invierno de 1907 en Egipto, en compañía de Alfred Kiepert y al regresar este a Europa, ella se dirigió a Roma para interpretar de nuevo a Salomé. Desgraciadamente, en esta época telegrafió primero a su representante en París y a Richard Strauss (hijo) en Viena después, buscando trabajo. Pero ninguno de los dos le respondieron.
En 1908, una nueva generación de artistas empieza a realizarle la competencia, mediante números de “cada vez más barato exhibicionismo” (Mata – Hari dixit).

La bailarina Colette, actúa casi desnuda en el espectáculo “Sueño de Egipto” del Moulin Rouge de París.
En Berlin, la bailarina Marroquí Sulamith Raha vestida con lo que ella llama “traje de cumpleaños”, realiza las danzas de la espada, el velo y el vientre ante un público entusiasta, incluida la familia imperial alemana.
En Europa, la gira de Allan Maud con la “Visión de Salomé” se convierte en un éxito. Poco a poco todas ellas van a ir limando la popularidad de Mata – Hari.

El 20 de Septiembre de 1908, una enfadada por los celos, Mata – Hari, anuncia ante la prensa Británica especializada en espectáculos y cultura su retirada de los escenarios. Su carrera a partir de ahora será del tipo social (lo que hoy en día llamaremos el famoseo o mundillo de la farándula).
En 1910, volverá a los escenarios, esta vez en el papel de Cleopatra, según la obra “Cleopatra en Antar” de Nikolai Andreyevich Rimsky-Korsakov, en Monte Carlo.
Pero el director de la obra Antoine, el inventor del teatro realista, no está satisfecho con su actuación como bailarina.
Los periodistas se apresuraron a informar sobre la disputa entre el director y la bailarina, en especial cuando ambos empezaron a realizar declaraciones a la prensa acusando a la otra parte.
Mata Hari denunció ante el tribunal las difamaciones y exigió una indemnización. Antoine interpuso una contra – demanda contra Mata Hari. El proceso duró hasta Diciembre de 1911, fallando a favor de Mata Hari.
Y en este momento, se cumple el 5º aniversario de la llegada de Mata – Hari a los escenarios de París, en 1910 y con 34 años de edad, empieza a notar que sus “encantos físicos” van poco a poco mermándose (a pesar de los maquillajes que gasta).
Los cánones de belleza y de la moda se empiezan a alejar de los decimonónicos y cada vez lo tiene más difícil para seguir siendo el centro de la atención mediática de la sociedad de su época.

En este momento es cuando comienza más a ejercer (según declaraciones al tribunal que la juzgaba por traición) de “cortesana” (léase prostituta). Tanto por motivos económicos (su estilo de vida es cada vez más difícil de mantener) como laborales (cada vez más nuevos talentos imitan su estilo y descubren sus “encantos” en público).
Entre los amantes que se le atribuyen (ó supuestamente se le atribuyeron; una lista de más de 150 posibles sospechosos), no faltaban militares de alto rango, políticos, personajes influyentes y hombres adinerados de muchos países. Quienes eran los que cada vez más mantenían su lujoso estilo de vida. El primero fue (sin duda alguna) el Barón de Marguerie, quien la introdujo en los ambientes de la alta sociedad de la época. Más adelante vendrían muchos más.

Entre ellos, se han incluido nombres como el del príncipe heredero de Alemania, el rey Alfonso XIII de España, el mayor Arnold Von Kalle alto jefe de la inteligencia militar alemana, Adolphe Pierre Messimy, ministro francés de la guerra, Alred Kiepert latifundista alemán y teniente de Húsares, el compositor Giacomo Puccini, el Barón Henri de Rothschild (que le regaló varias pulseras de rubíes y diamantes), Gaston Menier, el heredero de la dinastía de chocolate Menier. E incluso se le atribuyeron idilios con Francisco José I de Austria y con el hijo de este: Rodolfo.
A pesar de esta lista (real o no) también tubo sonados fracasos sociales; como cuando fue rechazada de bailarina en el teatro Odeón de París, que dirigía el célebre Antoine Odeón. Tampoco pudo encajar nunca el desprecio de Sergei Diághilev, que no se molestó en recibirla, a pesar de que Mata-Hari lo intentó con insistencia.
Más importante, fue la acusación planteada durante su juicio por espía en 1917, que fue la amante del Jefe de la sección de la inteligencia Alemana para Francia, el oficial Traugott von Jagow. (Quien sería el encargado de reclutarla).
Según esta acusación, ella misma habría acudido a la escuela para espías que los Alemanes habían instalado en Amberes (Bélgica) y que dirigía con mano de hierro una reconocida lesbiana, Elsbeth Schragmüller, cuyo nombre clave era “Fräullein Doktor” aunque sus pupilos la habían apodado con el apodo de “El Tigre Rojo” o “Ojos de Tigre”.
Mata – Hari, graduada tras un curso de 15 semanas de duración, habría a prendido a cifrar y descifrar mensajes en clave, métodos de comunicación, uso de productos químicos para ocultar mensajes y técnicas de memorización de mapas y fotografías, así como una lista completa de armas enemigas. También se le habría informado del destino de los traidores.
Durante el juicio ella lo negó todo y la acusación no pudo presentar pruebas de ninguna clase.

Sus honorarios por “sesión”, nunca se han podido establecer con seguridad, pero se barajan cifras entorno a los 1.000 Francos Franceses (una pequeña fortuna para la época) a los 5.000 Dólares Norteamericanos (una auténtica fortuna en la Europa de la época).
En esta época, viendo imposible recuperar a su hija por métodos legales (su fama le precede y hace inviable una apelación a los tribunales); recurrirá a otros métodos, enviando a su ama de llaves Anna Lintjens a recoger a la niña en el colegio, mientras ella permanece oculta en un hotel cercano, disfrazada y con identidad falsa. Pero de nuevo la vida le juega una mala pasada. El ama de llaves no se atreve a secuestrar a la niña, ya que su padre la acompaña siempre a la salida y a la entrada del colegio.
Entre 1910 y 1911, vivió de nuevo lejos del público, con el nombre falso de Anna Lintjes Esvres en el Castillo de la Dorée propiedad del banquero Xavier Rousseau. Hasta que las aguas se calmaron y pudo volver a aparecer en público. El 7 de diciembre de 1911, bailó en La Scala de Milán, en el quinto acto de la obra “La princesa y la flor mágica” de Christoph Willibald Gluck. En Enero de 1912, en el ballet de Baco y Gambrinus de la ópera “Armida” de Antonio Marcenos, en el papel de Venus (siendo aclamada como la “Venus Negra” a pesar de haberse teñido el pelo de rubio). También en varios salones privados de nobles italianos interpretó la danza de Salomé.
Gracias a los buenos oficios de su nuevo amante Astruc director del Théâtre des Champs Elysées, el 14 de diciembre de 1912, realiza varios números de “Arte Indígena”.
En 1913, viaja a Berlín invitada por el príncipe heredero (aunque viajaba de incógnito fue descubierta por Guido Kreutzer. Quien en 1923 publicaría en el libro: “El príncipe heredero de Alemania y las mujeres en su vida”. Que este la había rechazado cuando le solicitó bailar en público con él).
El 28 de Junio de 1913, ataviada de bailarina Española, para la obra “La Revue de Chemise” interpretada en el Folies Bergère. Siendo filmada para el cine mientras interpretaba la danza al dios Shiva (lamentablemente no ha llegado hasta la fecha ninguna copia de esa actuación)
Después de tres apariciones en el Musée Galliera en enero de 1914 le dijo a un periodista de Vogue, que preparaba una gira sensacional. Ella viajó a Berlín y telegrafió a finales de Febrero a su nuevo agente Emile Guimet, que el éxito está ahora en los nuevos bailes inspirados en Egipto.
Su respuesta, llegó el 9 de marzo 1914 fue la típica: “Demasiado caro interpretar a Egipto. El ballet es una excelente idea, siempre que la bailarina sea Egipcia”.

No hay comentarios: