martes, 9 de noviembre de 2010

Capitulo 4º) En el tropel de la guerra:

En el verano de 1914, estalla la Gran guerra y para una Mata – Hari de 38 años, este acontecimiento histórico es una oportunidad y una calamidad al mismo tiempo y en iguales proporciones.
Porqué una calamidad: Muy sencillo, ella tenía contratos pendientes de giras, posibles amantes – clientes y diversos negocios en ambos bandos del conflicto.
Y por qué una oportunidad: como ya hemos indicado, los encantos físicos de la buena señora empiezan a ir en caída libre. Por lo que entiende que debe buscar nuevas actividades laborales. A lo que se le añade, que ella era ciudadana Holandesa, una nación neutral durante el conflicto, por lo que podía atravesar las fronteras libremente (España, Gran Bretaña, Francia, Holanda y Alemania).
En Mayo de 1914, había firmado un contrato de 6 meses de duración (hasta Noviembre de 1914) con el Teatro Metropol de Berlín, para representar la obra “El Ladrón de Millones”. Que sin embargo, es rescindido unilateralmente el 28 de Julio de 1914 por el estallido de la guerra.
En ese mismo mes de Julio de 1914, nos encontramos a Mata – Hari trabajando en un Music – Hall en Berlín (y, según la comidilla por toda la ciudad, ejerciendo de amante del jefe de policía de la capital).
En Agosto de 1914 es deportada por las autoridades Alemanas, al haber sido decretado la obligatoriedad para todos los ciudadanos extranjeros neutrales poseer un visado expedido por la embajada Alemana en su país.

En contra de lo que parece a primera vista, la deportación es para ella es una suerte, pues tiene fuertes discusiones con varios acreedores en el país germano por deudas impagadas, decidiendo regresar a París vía Suiza. Teniendo que regresar a Berlín desde la frontera con Suiza por falta de visado expedido por la embajada helvética en Alemania. Y al no lograr el preciado documento optó por viajar en tren hasta Amsterdam.
Sin embargo, ella declararía que salió de París el 4 de Agosto de 1914, debido a lo mal que trataba la policía Francesa a todos los extranjeros (sospechosos de ser espías o simpatizantes Alemanes).

Más tarde regresa a su país natal, entre Noviembre de 1914 y Febrero de 1915, descansando en el hotel Victoria de Amsterdam (el de la Plaza Dam de Amsterdam). Siendo alojada por cuenta del banquero van der Schalk, bajo la identidad falsa de matrimonio Ruso en viaje. Hasta que fueron identificados y conminados a irse (expulsados) por los administradores de dicha institución (por entonces estaba prohibido que un hombre y una mujer compartieran habitación sin estar casados).
Su estancia en Holanda, se prolongaría solo el tiempo justo en que interpretó el papel de bailarina India para la obra “Les Folies Françaises” en una temporada en el Teatro Real de la Haya, hasta que por causas de la guerra y las restricciones económicas, se suspendieron las representaciones. Quedando de nuevo su economía en situación precaria.
En Octubre de 1914, alquila una pequeña casa en La Haya, donde residirá un tiempo hasta que sus exiguos fondos se agoten por completo.
En Marzo de 1915, acude por motivos profesionales a Madrid, cruzando Francia. Trabajando para un Music – Hall de la capital Española.
Sin embargo, durante su estancia en Madrid, es identificada por el agregado militar de la embajada Británica en España, Fernand Tuohy, mientras frecuenta los ambientes más partidarios de la causa Alemana en España (incluidos varios corresponsales del periódico ABC). Muchos años después su interlocutor Alemán en España se haría mundialmente famoso, no era otro que el futuro Almirante Wilhelm Canaris.
Si bien en el periodo entreguerras el oficial Alemán negaría este punto y con buen motivo, pues era casado.
(El oficial Británico, dará inmediato aviso a sus colegas del resto de la alianza en guerra; Francia y Bélgica. Por lo que se le abrirá ficha en los servicios secretos de estos tres países).

De fuentes Alemanas sabemos, concretamente de los informes elaborados por el general de División Friedrich Gempp (jefe de la inteligencia Alemana) remitidos al diputado y ministro de la guerra Walker Nicolai. Donde reconocen que Mata – Hari entró en nómina de la división III/b (inteligencia y contra – inteligencia del alto estado mayor del ejército), reclutada por el capitán Hoffman, en Colonia, en el Otoño de 1915, en algún momento entre los meses de Septiembre a Noviembre de ese año, siéndole dado el nombre clave de “agente H – 21 A”. Su controlador sería el Mayor Roepell. Quien en “largos paseos” la empezó a enseñar los rudimentos básicos del oficio, mientras que un criptógrafo, le daría algunas nociones para ocultar mensajes empleando tinta invisible.
Desde luego el entrenamiento no podía ser más simple e incompleto.
Su primera misión debía ser acudir a París y allí obtener, por cualquier método, los planes para la próxima ofensiva enemiga, llevarlos a la “agencia de noticias del Oeste”. Traducido: la inteligencia militar Alemana, concretamente a la sede en Düsseldorf, donde trabajaba el mayor Roepell. En su defecto, podía emplear como buzón, a la “Central de Agentes” de la embajada Alemana en Madrid, a la atención del Mayor Arnold Kelle.
Si tenía éxito en esta misión, obtendría en la ciudad de la Haya un pago inicial en una cuenta corriente abierta su nombre, con un ingreso a su favor de 20.000 Francos Franceses efectuados por el “General Cremer”.

En Noviembre (otras biografías afirman que fue en Diciembre) de 1915 viaja a Inglaterra cruzando de nuevo Francia y embarcándose en Dieppe y tras no lograr ningún contrato en Londres, regresó de nuevo vía Dieppe a París, alojándose durante un breve tiempo en la lujosa villa de Neuilly, que debe abandonar al ser declarada insolvente.

Más tarde en el juicio, se la acusaría de: “regresar a Francia para comprobar el estado del ejército Francés de lanzar una nueva ofensiva”. Sin embargo la acusación se retiraría tras testificar a su favor el doctor Bizard, quien la estuvo atendiendo varias veces durante esta época.

Entre Diciembre de 1915 y Febrero de 1916, su residencia “oficial” se situará en París en el Gran Hotel de París, donde se la ve en público con el ex – ministro de la guerra Adolphe Messim, con el secretario general del ministerio de asuntos exteriores Jules Cambon y con un alto cargo del ministerio de la guerra Jean Hallaure. Sin que al parecer obtuviera alguna información de valor. Por lo que enviaría el siguiente telegrama a Madrid: “De momento los Franceses no planean ninguna ofensiva”.
A finales de Diciembre de 1915, trata de organizar un nuevo intento para recuperar a su hija y como el viaje entre Francia y Holanda es imposible, viajará de nuevo a España con la intención de embarcar para Holanda.
Desde mediados de 1915, George Ladoux, oficial del 2º Bureau (inteligencia exterior) del Estado Mayor del Ejército Francés, comienza a sospechar de Mata – Hari. Avisando a las autoridades Británicas.
El 11 de Enero de 1916, cruza la frontera Franco – Española por Hendaya, llegando el día 12 de Enero de 1916 a Madrid, donde es recogida por Von Kalle. (Quien acude de uniforme a la estación. – Magnífico atuendo para pasar desapercibido).

(Más tarde telegrafiará su llegada sin incidentes, usando la clave “Crammer” a sus superiores en Amsterdam y desde ahí en el interior de Alemania.
El telegrama es descodificado por los Británicos y a su vez remitido a los Franceses).

Durante su estancia en Madrid, se aloja en el hotel Palace (que por entonces estaba lleno de “funcionarios” Franceses y “agentes” Alemanes). Según los libros de ocupación de dicho hotel, Mata – Hari, se “alojará” en la misma habitación que Von Kalle.

(Quien a su vez era vigilado en la habitación de al lado por Marthe Richard, una agente de los servicios secretos Franceses, ocultándose con la identidad falsa de enfermera y amante del agregado Naval Alemán en España; el barón Hans von Krohn.
Será esta agente, quien informará a sus superiores en París, de las escasas actividades de “agente secreto al servicio de Francia”. En Abril de 1917, se enteraría por la prensa Española de la época del arresto de Mata – Hari).

En la primavera de 1916, sin nuevos contratos como bailarina en España, opta por regresar a Francia, alojándose en el Gran Hotel de París. (Según ella, fue en este momento cuando notó por primera vez que le estaban siguiendo y no se trataba de admiradores, fetichistas o periodistas).
Manifestando su intención de visitar la ciudad de Vittel en los Vosgos; sede de diversos cuarteles generales aliados y del cuartel general de la aviación Francesa. Para actuar como bailarina “voluntaria” para elevar la moral de los oficiales Franceses allí destinados. (Aquí sin embargo no se percatará de la cada vez más estrecha a la que le somete la Contra –inteligencia Militar Francesa).
Los informes de los controladores Franceses, registraran diversas salidas para ir de compras, tomar el té, visitar viejas y nuevas amistades. Así como una adivina). Sin que levante demasiadas sospechas ni poder reunir pruebas para llevarla a juicio. Pues hasta este momento no hay pruebas tangibles, salvo la constatación de contactos con agentes Alemanes en naciones neutrales, España y Holanda, y el intercambio de correos cifrados.

Es en esta época de la guerra, cuando empieza a “interesarse por los hombres en uniforme” de cualquier nacionalidad. (Que también se alojan en los diversos hoteles cercanos al frente). Se le supone, sin pruebas, que durante esta época fue la amante – cortesana – prostituta de un buen número de altos oficiales (De todos los bandos y ejércitos).
Y aquí es donde conocerá al que será el último “gran amor de su vida”: el príncipe Vladimir Masloff (apodado por todo el mundo incluido ella misma como Vadim). De la aviación del Ejército Imperial Ruso.
Vivirán juntos un idilio que durara varios días seguidos; según el oficial Ruso. Mientras que ella afirmó sin embargo que fue entre Mayo y Diciembre de 1916.

En Marzo de 1916, regresa a La Haya para organizar la mudanza de sus cosas (otros afirman que fue para empeñar sus últimas joyas). Aprovechando un viaje a Rotterdam para solicitar un visado en el consulado Británico que le permita entrar en territorio Británico. Pero le es denegado por las autoridades consulares Británicas.

(Según los datos del Telegrama Nº 74 del 27 de Abril de 1916: se la califica de “dama indeseable” al ser sorprendida por los agentes Británicos manteniendo contactos con diplomáticos Alemanes en Holanda. Informando al 2º Bureau de George Ladoux).

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